No soy yo muy de arroces, y por eso aún no había visitado este restaurante. Mira tú por dónde, me invitaron a una comida de trabajo y para allá que fuimos, con curiosidad, la verdad: eso de comer en una alquería en plena Valencia tiene su aquél.
Está a tiro de piedra de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y más cerca todavía, prácticamente enfrente, del Centro Comercial El Saler. Se accede desde el Carrer d’Antonio Ferrandis, tomando un desvío por un caminito rural y a unos pocos metros te encuentras inmerso en plena huerta.
Como decíamos, se trata de una alquería restaurada sin grandes alardes, pero queda molona, y con una especie de terraza-porche acristalado que le da mucha vida, toda, al negocio. Ahí nos acomodaron, con vistas a la huerta y a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Más valenciano imposible.
Lleno, hasta arriba, muy buen ambiente, mucha comida de negocios como la nuestra, pero atmósfera alegre y desenfadada. Buena separación entre mesas y comensales, te sientes desahogado.
Joé, pues como se coma bien… esto va a ser la reos en bicicleta.
La carta está, no podía ser de otro modo, enfocada absolutamente a la gastronomía tradicional valenciana, con los arroces como protagonistas principales.
Pedimos algo de picar al centro y un arroz, lo mismo que hizo “tó Cristo”:
• Titaina.
• All i pebre.
• Gambas al ajillo sobre ajoarriero.
• Arroz caldoso de buey de mar.
Pues… No, no se come especialmente bien, la verdad. Corrijo: no comimos especialmente bien ese día.
La titaina, me “paró” (como se dice por aquí) algo ácida y desestructurada; el all i pebre, excesivamente líquido y falto de carácter; y el arroz de buey, pues adolecía de lo mismo que el all i pebre, le faltaba untuosidad y punch, no estaban malos ni mucho menos, pero…. Pues eso. Sin embargo un plato que estaba fuera de carta y nos recomendaron, las gambas al ajillo sobre ajoarriero, estaban de muerte, tersas y sabrosas las gambas, y con el caldo del ajillo y pimentón que se mezclaba con el fondo de ajoarriero conformando un bocado exquisito. Ése es el camino.
Carta de vinos correcta, sin servicio del mismo. Tomamos una copa de Martivillí 2014 (qué bueno estaba este verdejo oye, que fresco y vivo) y una botellita de Bassus Pinot Noir 2012, siempre en la brecha éstos de Hispano Suizas.
Servicio rápido y amigable.
Pese a no salir satisfecho de la comida, el entorno y el ambientillo me resultaron francamente agradables, por lo que le daré otra oportunidad si se tercia.
Desconozco RCP, fui invitado, pero se adivina buena por lo visto en carta.
Como ya te comenté, el que conozco es el otro, Alquería del Brosquil. Cortados por el mismo patrón. Tanto que me faltó un poco más de perspicacia para adivinártelo de primeras debido a que este del Pou me di cuenta a posteriori que la terraza la tiene más ancha, pero exactamente igual, oye.
La titaina la presentan igual, me imagino, muy bien con el cuenco de barro y el pan tostado. A mi me gustó, pero ya apostillé que hubiese preferido más protagonismo de la tonyina, que le diera ese plus de sabor.
Y sobre el arroz, también dije, si no recuerdo mal, que meloso no es caldoso. Para mi gusto le sobraba caldo.
Y por último me sorprende que te gustara el verdejo, pero no me sorprende que lo pidieras. ¿Por qué? porque me juego un dedo a que no tenían otro blanco por copas.
Un abrazo.
Juas juas juas
Eeeeeeeeefectivamente oye: no había otro de aperitivo. Ni fino, ni manzanilla, ni leches. Verdejo sí o sí.
Pues oye, ese 2014 está rrrrrradiante
Abrazote
Olvidaba contestarte que sí, que la titaina en cazuela de barro y con tostadas, tal como dices.
Y el arroz caldoso, también en cazuela de barro.
Hola Aurelio,
Acabo de descubrir... lo que es una Titaina (viva Wikipedia)y me parece un plato muy atractivo.
Como se dice en francés : On en apprend tous les jours ;-) (Todos los días aprendes algo nuevo)
Un saludo
Joan
Que sensación tan insipida queda cuando todo esta bien, pero a la comida le falta ese punto que tan dificil de definir, pero tan fácil de apreciar.
Ese Bassus es una garantia y hay verdejos que estan buenos. ¿o no?
Aquí es típica sobre todo en un barrio llamado El Cabañal, y la hacen de muchos modos, a mi la que más me gusta es la que lleva piñones y "tonyina de sorra" (un atún en salazón que luego conservan como en agua desalando)
Saludotes!
Jeje, pues sí a todo doctor Argumosa!
Mal que me pese, que con la manía que les tengo yo, casi hasta me cuesta reconocerlo...
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