Tras haber celebrado el año pasado en este restaurante la cena de un congreso con resultados muy satisfactorios (recomendación de Anubis7), nueva visita esta vez a título particular. Cena para tres comensales.
A pesar de lo atractivo de la carta, un menú degustación nos miraba desde el centro de la mesa y no supimos resistirnos. Tras una mantequilla con pipas y tres panes diferentes para untarla como aperitivo, lo comido fue lo siguiente:
Crema templada de calabaza, parmesano y muselina de torta del Casar. Sirven la crema a la vista del comensal sobre la muselina que viene encerrada por una costra de parmesano. Riquísima sin mezclar con el queso y tras hacerlo.
Ortiguillas del Cantábrico crocantes, tartar de algas y emulsión de lemongrass. Media docena de sabrosos y crujientes bocados de mar sobre la emulsión cítrica acompañados de una espectacular ensalada de algas.
Escalibada de verduras aliñadas con anguila ahumada a baja temperatura. Sencillo y excelente.
Vieira patagónica sobre risotto venere y ras el hanout. La carne de la vieira se presenta sobre el arroz negro con la crema especiada en el fondo del plato. Bien.
Cochinillo de Segovia, membrillo y ensalada de escarola. Un taco de cochinillo con su piel crujiente acompañado de un membrillo casero sublime.
Canelón de piña con semi-frío de yogur y salsa de mango. Primer postre refrescante y rico.
Homenaje al chocolate. Chocolate en cuatro presentaciones muy bien descritas por Anubis7 un par de opiniones más abajo.
Para beber, un par de blancos estupendos servidos en copas Spiegelau a 18 € cada botella: Stallman-Hiestand 2016 (riesling alemán) y Costamolino 2018 (vermentino de la bodega sarda Argiolas).
Excelente y profesional servicio.
Nueva visita al local de Matias Smith. Esta vez con menu cerrado para un grupo que empezó siendo de 12 y acabamos en 25. Matias durante ese mismo dia antes de la cena se fue adaptando a tanto cambio. Ocupamos dos amplias mesas en medio local y sin retrasosni demoras con un servicio en sala eficiente y profesional fueron saliendo los platos.
Los vinos los aportamos nosotros ya que veniamos del salon Peñin (de trabajar...) y Matias accedió sin problema y lo que aun es mas dificil de encontrar.. sin cobrarnos ni un euro por descorche.
El menu cerrado a precio imbatible de 30€. Creo que ningun sitio en Madrid da esto por este precio.
A compartir:
* Humus de garbanzos de Fuentesauco, pita crujiente y pimientos. contundente y rico
*Croquetas mix. De cecina y boletus y de mejillones y necora. Ricas aunque el relleno algo mas cremoso se agradeceria
* Papas metro con salsa romesco, aji andino y alioli ligero. Ya las tome la vez anterior y son resultonas.
* Gambones al infierno con setas al ajillo. Plato clasico pero bien resuelto con una rica salsa. Lo que menos me gustó es que fueran champiñones porque no me van mucho
* Pez mantequilla braseado con salsa ponzu y ensalada de encurtidos. Ya se me saltaron las lagrimas la vez anterior y ésta vez no fue menos. Plato aclamado por todos
Individual:
* Ternera madrileña asada con salsa demi glace. Guiso de morcillo clasico estofado con carne cocinada a baja temperatura durante horas. Riquisimo. Pero casi no podiamos con ello porque las cantidades son tremendas.
Terminamos con unos quesos y unas gominolas
En resumen, una cena de un gran grupo bien ejecutada de la que todos salimos muy satisfechos. Gracias a Matias y su gran equipo
Me ha sorprendido que no haya ningun comentario de este restaurante tan centrico y que ademas contaba con otro local cerca del templo de Debod.
Fuimos a cenar 4 personas previa reserva aunque al ser dia laborable estaba a menos de la mitad.
La carta es suficiente y con mucha diversidad en los platos. La carta de vinos es extensa con referencias de practicamente todas las zonas nacionales y bastantes extranjeras. Nos decidimos por el vino argentino Catena Cabernet Sauvignon 2015 que estaba muy rico a un precio en torno a los 20 €.. dimos cuenta de 2 botellas.
En cuanto a la comida pedimos todos los platos a compartir aunque sobre el papel teniamos dudas si alguno era "compartible" de forma facil. Pero nos dijeron que no tendriamos problema como asi fue.
Como aperitivo un chupito de mojito de apio refrescante y unas croquetas de boletus y cecina muy buenas
* LA PERLA NEGRA. Vieira Patagónica sobre risotto venere y ras el hanout. Original el rissotto venere. Fue quiza el plato que menos nos entusiasmo
* CAZUELA DE BACALAO con verduras, gambones y salsa de nécoras. Muy rico. El bacalao con punto de sal de sobresaliente
Con los cafes sirvieron unas gominolas caseras muy buenas.
El local muy agradable y el servivio excelente y muy profesional. El precio 35 euros por persona que para la calidad y cantidad que comimos y bebimos es mas que ajustado en Madrid.
Al final estuvimos charlando con el alma mater de la cocina Matias Smith.
Mas que recomendable
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