Fui a comer con un amigo el pasado viernes dia 7 de marzo a este restaurante. La verdad es que sentía curiosidad por ver que tal se comería en un restaurante que habia salido en el programa "Pesadilla en la Cocina" del mediático Alberto Chicote.
La verdad es que lo primero que me sorprendió nada más entrar fue ver el restaurante prácticamente lleno a excepción de 2 mesas. Tratándose de un viernes a mediodía es todo un éxito en los tiempos que corren. Aunque supongo que el tirón mediatico que le dió su paso por el programa y el hecho de que se encuentra bastante céntrico (y ahora con la cercanía de las fallas y las "mascletás" la gente sale más a comer fuera de casa)también son causas de peso que ayudan a explicar lo lleno que estaba aquel dia.
Respecto a la decoración sigue conservando la bonita y a la vez funcional decoración que el programa de "Pesadilla en la cocina" les dejó: paredes con pintura lisa, combinando el rojo y el blanco, bonitas lámparas de diseño moderno, el logo con el nombre del restaurante por aqui y por allá, suelo de parqué en una de las dos salas y mesas bien vestidas con manteles de tela, amplias de tamaño y con una buena separación entre ellas (cosa que yo agradezco enormemente en un restaurante). Cristaleria y cuberteria correctas .
Vamos ya con lo realmente importante y lo que más gratamente me sorprendió: la comida.
Comenzaron trayéndonos una ensalada de lechugas variadas, tomates y sardinas ahumadas. Estaba buena sin más. Luego probamos sus famosas y polémicas "cocas". Comenzamos con la de "Titaina", la más "clásica" y reconocible de todas y que estaba muy buena. Luego probamos un "clásico" del restaurante: su famosa "coca de fideua", realmente sorprendente y una manera un tanto diferente de comer la típica fideua de siempre, solo en cuanto a la presentación en forma de coca (la base está hecha con los propios fideos de la fideua prensados) pues tanto los ingredientes como su forma de cocción si respetan la receta original de la fideua clásica. Por último nos sacaron su rompedor y sorprendente "fartón de foie", para mi la mejor de las tres cocas sin duda. Se trata de un tradicional fartón abierto por la mitad, rellenado con foie mi cuit (para mi gusto el mejor de los foies) sobre el que habían esparcido un poco de sal maldon y lo habían tapado con la otra mitad del fartón dando como resultado una especie de bocadillo. La mezcla de sabores resultaba espectacular, con el dulce del fartón y lo salado del foie y sobre todo las escamas de sal maldon daban como resultado un bocado agridulce de lo más sugerente.
Seguimos la comida con una fideua de fideo fino (tipo cabello de ángel) de secreto ibérico y setas. Sublime. Y eso que yo tenía cierto temor a este plato pues nunca habia probado una fideua que no fuera de pescado/marisco. Pues bien, fue probar el primer bocado y empezar a gozar con el sabor del conjunto, la exquisitez del secreto (en su punto justo de cocción), la potencia refinada de las setas y esos maravillosos fideos que te hacían sentir en la gloria.
Rematamos la comida con un postre que me pareció super original (como casi todo en este restaurante) y que estaba francamente delicioso. Me refiero a su Buñuelo con Chocolate, que realmente se trata de una reinterpretación libre y personal de los buñuelos de siempre pero reconvertidos en un postre. En cuanto al chocolate merece un comentario aparte, pues tenia una textura, una cremosidad y un sabor (en su punto justo de azúcar para no resultar empalagoso) que no he probado en ningún otro sitio.
De la bebida no pongo valoración pues pedimos cerveza. Si tomamos café, en mi caso cortado, y he de decir que estaba algo mejor que los cafés que suelen servirte por ahí en muchos sitios.
En cuanto al precio no sé exactamente lo que costó la comida porque me invitó mi amigo (me debía una), pero por lo que pude ver en la carta la relación calidad-precio está bastante ajustada, resultando un restaurante en el que puedes comer o cenar muy bién por 20-25 euros por persona.
En definitiva decir que ignoro como se comía antes de su paso por el programa de Chicote aunque creo que no debía de ser un sitio tan malo pues no se aprende a cocinar asi en sólo dos semanas, pero ahora la verdad es que me pareció un restaurante que merece mucho la pena y al que no dudaré en volver cuando tenga ocasión o recomendar a quién me pregunte por él.
Es verdad que proponen una cocina particular y diferente a todos los demás, aunque esto puede ser una de sus mayores virtudes. Aqui sus cocas no tienen nada que ver con las típicas cocas a las que estamos acostumbrados pero digo yo ¿Qué más da como se llame el plato si resulta que está buenísimo?. Por tanto si buscais un restaurante relativamente céntrico, con buena relación calidad-precio y que proponga una cocina diferente, este es el sitio. Ahora, eso si, antes de entrar olvidaros del programa emitido y dejaros los prejuicios en la puerta, vereis como saldreis gratamente sorprendidos como me ocurrió a mi.

Comenzo con una extraña oferta gastronómica según mi opinion y cada dia ha ido mejorando con unas entradas bien presentadas , unos arroces muy buenos y un local muy agradable, un poco mas tras el paso de pesadilla en la cocina....

Tercera visita a este singular restaurante que bien ubicado en una zona donde la oferta está muy presente, le falta tirón y por ello le llamo, de mínimos y máximos.
Mínimos, porque en las tres ocasiones que he estado, el tiempo de servicio es excesivo, pese a que te ofrecen un menú, que por cierto no está nada mal por el precio de 18€ vinos a parte, tienen serios problemas en el timing entre platos, cosa perfectamente solucionable si reducen la oferta y o incrementan el servicio.
Máximos, porque es un poco ambiciosa la oferta, tratándose de un “menú”, si todo lo que vas a ofrecer no está a la misma altura, detalles incomprensibles como el hecho de que sean mesas con comensales impares con necesidad de compartir platos, parece que lo tengan pensado para que todo sea pares, incluso el servicio de agua, si vas uno, te sirven un agua, si van dos, dos aguas, pero si vas tres, son dos aguas!!!
La comida está bien elaborada, y reconozco que tiene su puntito, sobre todo ese arrocito con secreto aunque se les quede corto siempre el arroz, los postres me parecen más bien escasos, aunque bien tratados.
El sitio huele a limpio, pero lo angosto de la parte izquierda según entras, tal vez no sea lo más apetecible si ubican una mesa con más de cuatro personas, el local tiene forma de L y no tiene más opción que esta.
Saludos

Hoy hemos comido en el restaurante Anou, aprovechando que queríamos dar un paseo por el cercano jardín botánico de Valencia.

Pese a que en la carta había bastantes platos que nos llamaban la atención, al final nos hemos decidido por el menú que, por 18€ nos ofrecía 3 entrantes (del día, sin posibilidad de cambio), un arroz a elegir entre una lista grande y un postre.

De entrantes nos han ofrecido alcachofas salteadas (muy tiernas, aunque un tanto monótonas), crema de pollo (no nos ha gustado, aunque quizás es porque no somos mucho de cremas) y una 'torta' de bacalao sobre pisto y con cebollita caramelizada (muy rico, para repetir).

De segundo hemos elegido un arroz de calamares con ajos tiernos. Nos lo han hecho en paella para 2 y la verdad es que estaba realmente sabroso.

El postre, un plato con chocolates de diferentes formas (bizcocho, helado, pepitas, etc.). Nada especial aunque no estaba mal.

Aunque la comida haya estado bastante bien, y el personal ha sido muy agradable, lo que nos ha dejado un mal regusto al final ha sido la lentitud con la que nos han servido (a nosotros y a todos). Hemos entrado antes de las 14 y hemos salido a las 16.00 y porque les hemos metido prisas al final. No se entiendo como, si casi todo el mundo está pidiendo el menú y, en teoría, las cosas deberían estar medianamente preparadas ya, se puede tardar tanto en servir la comida.

En resumen, un buen lugar para comer si no se tiene prisa.

A la aventura. Siguiendo buenas críticas Verema. Local agradable en forma de L. 12 mesas. Sólo 3 mesas esa noche. La carta de arroces y cocas equivoca. Parece sitio de comidas más que de cenas. No es así.

Menú 18€. Vino aparte. Todo a compartir excepto postre. Raciones suficientes para degustación. No hace falta llevar microscopio.

Entradas:
- Clotxinas valencianas: al vapor con limón y laurel. Suaves y deliciosas
- All i pebre de sepia y langostinos: en su punto de sabor
- Codornices escabechadas: sabrosas

Segundos. No son cocas, sino tapas con una parte de masa (teja, tostada, etc):
- Bacalao con tomate: perfecto
- Atún con aceitunas: sorprendente
- Solomillo: tiernísimo
- Albóndigas de cordero: espectaculares

Vino: Quinta de Tarsus 2008. Precios honrados. Servicio adecuado.

Postre: Helado de manzana con galleta. Mejor final difícil.

Cuenta sube por 'digestivos' sobremesa. Excelente RCP. Recomendable restaurante. Salir de los barrios clásicos.

Volveremos. Hay que probar arroces.

Comida dia de la madre, 3 comensales. Tras ver el comentario en marzo, en una de las revistas mensuales de Valencia (tamaño cuartilla) que hablan con profusión de restaurantes en la ciudad, decidimos ir. Optamos por el menú.
Local muy agradable, montado con mesas un poco ajustadas, con motivo pues los que llegaron sin reserva no comieron, pero correcto. Manteleria, cuberteria y copas correctas sin alegrías. Carta de vinos aceptable con preferencia de vinos locales (como toca). Atención en el servicio bien, aunque el vino fué abrir y probar porque no podían llegar a más. La carta de platos parece interesante aunque ví pasar más platos de menú que de otro tipo.
Aceitunas de cortesía al inicio. Ningún extra más.
Al centro: clochinas en ración buena, faltaba algo más de limón, ajo y pimienta (para mi gusto). Dos más a compartir: en plato individual, que a su vez llevaba 2 pequeños platitos: uno con 2 mini-empanadillas de foie cuya pasta estaba poco cocida y quedaba más como pasta de canelón que de empanadilla, acompañando una pequeña loncha de jamón más que aceptable. El 2º platito llevan un tomate natural algo horneado con berenjena que lo hacía dificultoso de manejarse con él por el pequeño recipiente y poder cortar la piel de la berenjena sin deshacer la composición.
Luego arroz meloso de cigalas y aceitunas servido en cazuela al centro de la mesa. Una de las variadas posibilidades de arroz, todas interesantes sobre el papel. Puedes elegir el punto de cocción: seco, meloso, caldoso. Bueno de sabor con buen fondo, arroz enterito (aquí sí me acertaron) con cigalitas arroceras, pocas gambas peladas y las aceitunas que le dan un cambio de sabor sorprendente. Lástima en que se empeñen que no sobre nada de arroz pues con media tacita más (costo de céntimos) no hubiera perdido sabor y hubiera finalizado con otra sensación.
Postre: una mezcla de helado de pera y trocitos de pera ¿escarchada?, brownie que creo se pasó demasiado tiempo en el horno y se secó un poco, algo de caramelo crujiente que no pude definir y un chocolate que sobró, con 1 fresón cortada por la mitad. Pregunto: si son 3 menús ¿por qué uno no come fresón y dos no comen caramelo crujiente?. Si son 3 postres individuales pero servidos juntos hay que evitar esos detalles o poder elegir.
También 2 aguas correctas (de marca y 500 ml) y 2 cafés bastante buenos. De vino, fuera de carta y bien aconsejados: a2 verdil (uva autóctona a recuperar) blanco que precisó más frío y que acompañó muy bien el arroz.
Precio total 70.70 €.
Quizás a la carta mejore el resultado de la creatividad que se intuye.

Siguiendo la anterior crítica y dado que queríamos cenar por la zona, nos decidimos a probarlo.

Local montado con muy buen gusto, mesas con mantel, buena separación... ningún pero.

Entrando en lo importante, servicio agradable y profesional. Olivas para acompañar la cervecita. Pedimos dos entrantes: calamarcitos con verduritas (muy buenos) y allipebre de sepia y gambas (bueno aunque poco picante para mi gusto). De platos cuatro medias raciones (tienen aproximadamente unas quince diferentes) de: bacalao con tomates confitados..., gambas al ajillo...., solomillo de buey.... y cocas de anchoa. Pongo puntos suspensivos porque todas llevaban algunos ingredientes más.

No tomamos postre y sí cafe e infusión.

De vino, botella y un par de copas cuando se acabó de viñas de vero gewur 2011. Precio... bien (16€).

Interesante menú de noche y mediodía con posibilidad de arroces en ambos casos. En nuestro caso el precio es de carta.

La cuenta es de dos. Volveremos a probar los arroces.

El sabado estuve en un restaurante, Anou, y comimos muy bien. Eramos un grupo de gente (16) y pedimos varios platos para el centro y de 2º unos pidieron paella y otros cocido. De picoteo sepietas, alcachofas con jamon y foie, ensalada tibia. Comimos muy bien + cervezas, cocacolas, 2 botellas vino, agua,...postres en el centro. El sitio no es muy grande, es agradable y el trato bueno.

Es un local nuevo, con diseño, acogedor y sobre todo con buena comida, el personal encantador y las fideuás y arroces por la noche me parecen muy buena idea, aunque nosotros nos decantamos por el menú degustación de fin de semana por 18 euros, con tres entrantes y dos coques por persona, postres y cafés incluídos, las "coques" son el plato estrella junto con los arroces, tienen al menos ocho variedad de coques y nos gustaron mucho las que probamos. El vino fue aparte.