A La Embajada "se va".

Hay RESTAURANTES, de grandes ciudades, por lo general capitales de nación, A LOS QUE, por aunar, un marco suntuoso, por ubicación y decoración; un servicio que por diligencia, discreción y savoir faire, alcanza el sobresaliente; un tratamiento del vino delicado y didáctico (por presentación, exposición y explicación)y sobre todo una cocina refinada, bien elaborada que fusiona técnica con producto, SE VA.
Pues bien, esta es la impresión que tengo, después de haber visitado este restaurante, y ello por los siguientes motivos:

1.- EL LOCAL: Por ubicación en una de las zonas más bonitas y exclusivas de Valencia, la Plaza de Alfonso el Magnánimo. Huelga comentario para los que residimos en Valencia. Para los que no lo hagan, tan solo invitarles a que se den en paseo por ella; ya de día, ya de noche.
Por decoración, una iluminación, procedente de unas lámparas de cristal colgadas en el techo, nada agresiva permite que te relajes, que disfrutes del momento. Frescos en las paredes y en los techos, te recordarán en todo momento, que te encuentras en un palacete. Salón principal, del que destacan los miradores y balconadas acristalados con vistas directamente a la plaza donde se ubica, en las que se hallan pequeñas mesas, que crea un ambiente totalmente romántico, para compartir, una gratísima experiencia con tu pareja.
También existen salones separados del anterior, a modo de estancias, que acogerán a grupos de comensales que prefieran un trato personalizado, siendo constante en todos ellos una decoración exquisita.
Coronando, todo ello, una claraboya que enamora por composición, figuras y colores.

2.- LAS MESAS: De tamaño amplio, vestidas de forma, más que notable, en lo que, a mantelería, cubertería y cristalería, se refiere, contribuirán a que te sientas a gusto, muy cómodo. Con una holgadísima separación entre ellas, te permitirá mantener tu intimidad, serás el dueño de "tu" conversación, que no se verá perturbada por la mantenida en las mesas vecinas.
Si optas por uno de los salones, lo expresado en el párrafo anterior, alcanza la excelencia.

3.- EL TIEMPO: La cadencia de presentación y retirada de los platos, la esperada; máxime, si el festín lo estás compartiendo con otros comensales en uno de los salones. No hace falta hacer hincapié en el mérito que tiene servir a una mesa entera con temperaturas, de los platos, justas y con puntos de cocción solicitados, que permiten apreciar todos los matices y aromas.

4.- EL PERSONAL: Respetuoso, discreto, educado, nada intrusivo, atento en el trato y a la necesidad del comensal (relleno de copas, reposición de panes...). Tiene ganas de agradar.

5.- LA PRESENTACION: armonía en la composición y puesta en escena. Todos los componentes, están presentes, no sólo fisicamente sino que transmiten con fidelidad lo que cada uno representa. Ninguno eclipsa al otro. Se complementan, entre sí, hasta lograr el resultado perseguido. El ingrediente principal es lo que es. El complemento del mismo lo ensalza, para así, apreciar su textura, aroma y sabor.

6.- EL VINO: Buena carta de vinos con precios ajustados; "los tiempos mandan". Se nota el esfuerzo por ofertar una relación precio -calidad de alto nivel.
El servicio excelente, tanto en lo que se refiere a envinado de copas, como a la decantación de los caldos si fuere preciso; eso sí, previa pregunta al comensal, y siempre con su aquiescencia y aprobación.
La directora de toda esta orquesta, Amanda; se nota su presencia, conduciendo con armonía la sinfonía de la que somos partícipes.

7.- LA COCINA: La calificaré como refinada, honrada, fácil, fresca, nada indigesta y, al mismo tiempo, elaborada. Técnica, muy técnica, pues sabe conjugar puntos de cocción justos, con aromas de productos utilizados, que realzan la textura de los ingredientes, respetando los aromas y sabores de cada alimento. Platos que alcanzan el nivel de exquisitez. Resultado, totalmmente, satisfactorio.
Veo a Vicente Patiño mucho más suelto, que el que encontré, en un establecimiento anterior a éste. Ha logrado quitarse el corsé, que según mi opinión, impedía manifestar la creatividad y técnica que atesora. Ha corroborado, lo que, algunos pensábamos; un cocinero con una gran capacidad para sorprender al comensal, por elaboración y presentacion (la vista también permite disfrutar) de los platos. En cada plato manifiesta su personalidad, su impronta, se distingue de los demás, y eso el comensal lo agradece.

El festín degustado en esta ocasión ha sido el siguiente:

1.- SNACKS:

A)- Falsa empanadilla de pisto y atún: Servida en un vaso, sería el equivalente a una empanadilla deconstruída, en la que encontramos al menos dos texturas; una espuma de tomate de color suavemente rojizo, todo sabor, que se compenetra con pequeños trocitos de pasta y atún con un ligero toque de pimiento rojo. Impactante por su profundo sabor que nos evoca cenas en época estival.

B)- Guacamole de salmón y maíz tostado: Guacamole de muy buena factura, especialmente fresco por el juego del cilantro, realza el salmón, descubriendo un sabor profundo, y, compensando la grasa del pescado. El maíz tostado le da un toque crujiente. Plato bien ejecutado.

C)- Anchoas de Santoña con tomate "aliñao": Salazón en su punto óptimo de sal y firmeza, nos permitió degustar una anchoa de un porte y tamaño excepcionales. Profundidad de sabor y retrogusto. El lecho de tomate, ligeramente dulce, le aportaba frescura. Complemento perfecto del salazón. Apetitoso.

D)- Steak Tartare: Buen producto y corte de carne apropiado, con utilización de cebolla, que quizás difuminó, casi se apoderó, en exceso el aliño del steak. Particularmente prefiero el steak sin cebolla, o como máximo, con chalota (mucho más suave). No me enamoró.

E)- ¡Qué ensaladilla!: Este es el título del snack pero resume perfectamente lo que este plato transmite. Una verdadera admiración, que va más allá, muchísimo más allá, de los signos de admiración utilizados en su redacción. Integración total de los productos que se convierten en un amalgama de texturas y sabores. Quedan integrados unos con otros y al mismo tiempo mantienen una diferenciadora personalidad. Sabes en cada instante lo que tienes en la boca pero con una homogeneidad y suavidad que raya en la sensualidad. Excelsa.

TAPAS:

A)- Ostra Girardeau, tocino, apiobola y boletus: Perfecta conjunción de productos y sabores. Los boletus perfuman el plato y te abren las papilas para apreciar la ostra y el apiobola. Estos dos últimos ingredientes puganan entre sí para ver, cual, de ellos domina al otro. Es una partida de ping-pong que no tiene ganador; o sí: el comensal.
El resultado, un festín para los sentidos, especialmente el gusto, el olfato y algo, la vista. Para enmarcar.

B)- Sardina confitada a la brasa con emulsión de tomate y sésamo garrapiñado: O como convertir un producto humilde en una obra de arte culinaria. Sardina, firme de textura, con un sabor ligeramente ahumado, que mantiene toda su esencia, y a la que el sésamo garrapiñado alegra, como si se tratara de unos frutos secos de gran calidad. Matices de cacahuet, pistacho y un ligero recuerdo de avellana. Muy buena ejecución.

C)- Ternera en salazón con su grasa emulsionada y "chimichurri" de hierbas: Para mí, el PLATO ESTRELLA de la cena. Técnica asombrosa, para lograr cauterizar la ternera, a través del salazón. Jugosa y suficientemente "cocida"; suave y al mismo tiempo sápida. Recuerda al tataki de atun rojo pero ligeramente más sabroso que el pescado.
El chimichurri, de hacer la ola por punto de aceite; ligero, pero, totalmente integrado toque avinagrado; pero, por encima de todo, por no haber utilizado ají, y sí, un pimentón dulce de un sabor y aroma excepcionales (¿será de La Vera?) junto a hierbas mediterráneas. La salsa creaba adicción, invitaba una y otra vez a saborearla. Plato para repetir una y otra vez. Por sí solo, merece una visita este restaurante.

PLATOS:

A)- Corvina, velouté de Valdespino y lechuga encurtida: Pescado de gran firmeza, se mastica; y sabor, magníficamente ejecutado a la plancha, sobre una de las salsas más delicadas que he probado. Como el propio nobre indica sería "Valdespino aterciopelado" integrado en un fumet de pescado de gran profundidad que complementa el sabor sincero y ausente de disfraces del pescado. La lechuga encurtida, nada fuerte el encurtido, limpia las papilas y potencia con el toque sutilmente avinagrado el binomio pescado-salsa. La salsa para publicarla en un manual de cocina. Si el plato, que me impactó fue la ternera en salazón, esta salsa me enamoró.

B)Lomo bajo de ternera asturiana marinada en hierbas, berenjena a la brasa, miel hierbabuena y comino: Carne de buen corte y factura, con punto de cocción notable ( especialmente al tratarse de doce personas).La miel disimulaba la fuerza de la berenjena y ésta, una vez domada, potenciaba el sabor de la carne; conjuntada, esta preparación, con una salsa en la que la hierbebuena la perfumaba y las hierbas aromáticas, parte de la miel y el jugo de la carne conformaban una esencia plena de sabor concentrado. Muy gustosa y natural la salsa. Sabroso el plato.

POSTRE:
Pera con tofe de regaliz y pimienta: La pera ligeramente escaldada conservaba su firmeza y sabor. Punto picante de la pimienta y profundo, quizás, demasiado potente, elsabor del tofe que se apoderaba del de la pera. No me transmitió nada especial.

CONCLUSION:
Después de esta magnífica cena, creo, que La Embajada puede convertirse en un restaurante de referencia en Valencia; ello, por cuanto, aúna todo lo que un gran restaurante puede ofrecer a un sector del público, RESTAURANTE AL QUE SIMPLEMENTE (y eso ya es mucho) SE VA (a disfrutar de un marco elegantísimo y cuidado, cocina de alto nivel, servicio atento, bodega equilibrada) con el restaurante que ADMITE a todas AQUELLAS PERSONAS PARA LAS QUE PRIMA una COCINA y BODEGA más que NOTABLES sin entrar en valorar otros activos, como pueda ser un marco excelso y la localización en zona noble de la ciudad:
Totalmente recomendable.
Excelente RPC.
El precio es con vinos.

  1. #21

    Red19

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    Creo que mejorará a su padre. Así para empezar, le saca 15 cm de altura y como se parece a su madre es mucho más atractivo

  2. #22

    Javier46

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    Estamos mayores..........

  3. #23

    Red19

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    Completamente de acuerdo "trabajador"...

  4. #24

    Jeronimo

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    jaja... a eso es a lo que se refería Darwin cuando hablaba de la evolución de las especies, y si encima sale a su madre, mejor que mejor.

  5. #25

    Red19

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    Sin duda Gran Jefe: Javier te lo puede confirmar. Darwin tenñia razón.

  6. #26

    SaraL

    Yo quiero ir!!!!! a ver si estos politicuchos dejan de bajarme el sueldo y puedo volver a frecuentar sitios interesantes y deliciosos

  7. #27

    Jeronimo

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    Dale un abrazo. No a Javier no, a Red14.

  8. #28

    Red19

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    De tu parte y otro para ti.

  9. #29

    Otilio Haro

    ¡Bárbaro! (no quisiera añadir nada más)

  10. #30

    Red19

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    Un abrazo. ¡Exagerado!

  11. #31

    Otilio Haro

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    ¡Y un cuern...! es la pura verdad. Espero que mantengan este nivelazo y sobre todo estos precios largo tiempo. Al menos, para cuando yo vaya. Por cierto, si se puede, me gustaría me dijeras en que restaurante estuvo el tal Vicente antes. Porque hubo un Vicente al que le perdí la pista hace mucho y quería contrastarlo.
    Por otra parte, corroborar lo de tu hijo. Bastante más alto y guapo que el padre. Y aunque sacado de un pequeño extracto, bastante maduro.
    Cuando queráis juntaros con la gente humilde, avisad, que al menos educación e imagen tenemos.

    Un abrazo.

  12. #32

    Javier46

    en respuesta a Otilio Haro
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    El cocinero estuvo antes en Oleo.

  13. #33

    Otilio Haro

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    Ya está el listo que tó lo sabe. ¿Del Vicente de Envero sabes algo?

    P.D. ¿Podrías volver a leer la última frase de la contestación a Red19? Gracias.
    Qué tiempos cuando éramos amigos...

  14. #34

    Red19

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    Ahí tienes la respuesta.
    Cuando quieras nos vemos. Con gente como tú da gusto reunirse.
    Un abrazo.

  15. #35

    Red19

    en respuesta a Otilio Haro
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    Ojalá, era un magnífico cocinero.

  16. #36

    Otilio Haro

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    Jeje... pero tu amiguete no salta, no.

  17. #37

    Javier46

    en respuesta a Otilio Haro
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    Tu mandas, yo obedezco.......De Vicente no sé nada. Y es una pena, porque era un pedazo enorme de cocinero

  18. #38

    JaviValencia

    Tú crónica es una obra de arte digna de ser enmarcada, ejemplo mayúsculo de lo que es saber reflejar y sobretodo transmitir las sensaciones vividas. Una vez leído tu comentario es imposible resistirse a visitar dicho restaurante.

    Te mando mi aplauso y admiración

  19. #39

    Red19

    en respuesta a JaviValencia
    Ver mensaje de JaviValencia

    Muchas gracias, pero creo que exageras. Tan sólo he intentado transmitir las sensaciones que he exUn abrazo.perimentado visitando este restaurante.

  20. #40

    Emili

    Muy buen comentario, didáctico, entretenido y fácil de digerir.

    Enhorabuena.

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