Sabado de carreras de caballos en la playa, ultimo dia de las mismas, gente por todas partes en Sanlucar y mi familia y yo que nos dirijiamos alli a ver que era aquello.

Un dia de calor sin par que se endulzo con la visita a Casa Balbino, una taberna de las de antes donde se respiraba clasicismo por todos lados, lastima del gentio y que impidiese paladear mejor aun la cena.

Autoservicio para todo, desde localizar una mesa en la terraza, para lo cual habia que pelear lo suyo, a pedir en barra y conseguir llevarlo sano y salvo a la mesa.

Comimos chocos, cazon, salpicon, ensaladilla, las famosas tortitas de camarones (daban numero para guardar el orden en el servicio de la mismas...) langostinos y almejas, todo en tapas. Lo mejor el salpicon, almejas, cazon, las tortitas y sobre todo los langostinos, excepcionales.

Precio 20 euros por persona, no pedimos mas, ya que ir a la barra era un caos. Nos quedamos con ganas, ojala podamos repetir en un futuro.

Hemos acudido recomendados y, desde luego, acierto pleno. Bullicioso, abarrotado, un poco agobiente... sí, pero vale la pena. Manzanilla pasada y tapas... no venga usted a buscar otra cosa. Busque lo que quiera, vaya, pero esa es la mejor opción.
Las tortillitas de camarones son espectaculares; de las mejores que he probado, sólo superadas por las de El Faro de Cádiz (es que a esas yo les tengo un aprecio infinito desde hace años). Pero el resto del tapeo es magnífico... huevas, rollitos de berengenas y langostinos, bacalao, gambas... Hay que probarlo.

Que decir de este bar de tapas que empezo hace ya unos cuantos años como bar de copas y poco a poco de la mano de la segunda generación ha logrado colocar CASA BALBINO en el top de tops, innovación poca, pero quien la busca. Observando la pizarra el tiempo no pasa año tras año, salmorejo, ortiguillas, tortilla de camarones langostinos y un largo etcetera. En fin algo espectacular aunque la espera a veces es deprimente.
solo una cosa mas, LOMOS DE SARDINA. buenisimos.

Desde luego me lo recomendaron y no me ha defraudado,y yo tambien lo he recomendado y tambien han salido satisfechos,por supuesto las tortillas de camarones son XXL tambien recomiendo las berenjenas rellenas de langostinos y como no los langostinos de sanlucar,un placer para el estomago.

Cada vez que voy reniego. Hay que esperar para pillar una mesa y una vez sentado te tienes que levantar a pedir y a servirte. Que rollo¡¡¡.....pero el caso es que siempre vuelvo. Teniendo en cuenta el mosqueo la respuesta es sencilla: me encantan todas las tapas. Con una buena manzanilla, sentado allí en la Plaza del cabildo....¡a degustar¡. Las tortillitas de camarones, las huevas, la ensaladilla, el salmorejo....y los mejores y más frescos langostinos de la zona. Se me hace la boca agua de acordarme.

Sin duda uno de los mejores locales de tapas de España. Al ser temporada baja para el turismo y coincidir con un día laborable nos evitamos los agobios de los fines de semana y de la estación veraniega. Nos sentamos en su agradable terraza, bajo el tibio sol otoñal, y nos dimos un pequeño festín con una pequeña representación de su amplísima oferta de tapas y raciones, todas ellas de elevada calidad. Tomamos, entre dos personas, un par de copas de manzanilla San León cada uno, y para comer una ración de paletilla de bellota (muy buena), dos tortillitas de camarones (excelentes, aunque no llegan al nivel de El Faro de Cádiz), un plato de salmorejo (correcto), un pescado a la plancha (creo que era corvina), 6 croquetas y dos huevos con tagarminas (cardillo silvestre), todo ellos por el increible precio de 35€, cifra realmente irrisoria. Abundan en su carta, expuesta en pizarras en la pared, los productos del mar (corvina, chocos, acedías, cañaillas, almejas, langostinos...), que se muestran frescos al cliente en una vitrina junto a la barra. Otro detalle, esta vez para los que tienen la suerte de coger sitio en la terraza, es que hay que entrar dentro a pedir y uno mismo se saca fuera la comida elegida. Esto tiene la ventaja de que no hay que pensar previamente en todo lo que vamos a pedir, sino que se hace sobre la marcha. Al final se paga todo en conjunto, que el camarero sabe perfectamente todo lo pedido. Imperdonable perderse este local si visitamos Sanlúcar.

Sitio emblemático en Sanlúcar.
Siempre que veraneo por Cádiz me acerco un par de veces.
Efectivamente siempre está hasta la bandera, por lo que cómodo no es. Aunque tienen mesas fuera, si he ido 8 veces, solo he logrado sentarme en una ocasión. Hay que armarse de paciencia y abrise entre la gente para llegar a la barra. Cuando comienzas a beber y comer se te olvida todo, y hasta resulta encantador comer dentro, pleno de ambiente.
Pero merece la pena. Todas sus raciones son memorables. Las mejores tortillitas dde camarones son de allí. Muchas de sus frituras son perfectas (acedías, ortiguillas, cazón). El salmorejo que ponen está de rechupete. Tambíen hacen montaditos de lomo, etc. Las gambas y langostinos, sin embargo, no son para echar cohetes.
Si a esto añadimos que sus raciones son generosillas y no son caras, todos salimos satisfechos, a pesar del bullicio.
En cuanto al vino, aquí o tomas Manzanilla (es lo suyo, ¿no?) o tomas cerveza. Lo puntúo como NS/NC porque en este caso no tiene sentido valorarlo.
La comida lo puntúo así de alto al considerarlo como bar de tapas, no un restaurante.

Bulliciosa taberna típica con una enorme barra de aperitivos, unas cuantas mesas dentro y una terraza en plena plaza del Cabildo.
Aquí hay dos reyes por encima de todos que son la manzanilla y las tapas. Estas últimas son sabrosas y variadas y van desde las papas “aliñás”, hasta los mariscos de la zona al peso pasando por unas deliciosas tortitas de camarones. Todo muy bueno y en abundantes raciones.
De los vinos poco puedo decir. No concibo tomar otra cosa aquí que medias botellas de manzanilla (Solear o San León por ejemplo), bien frías y en copas catavinos. Doy fe de que sienta de maravilla.
Todo un clásico Sanluqueño se trata de un bullicioso bar donde poder “tapear” en un ambiente festivo y ante todo, muy andaluz. Visita obligada.

Infinita la variedad de tapas, unas más elaboradas que otras pero ninguna desmerece. Excelente el choco, las puntillitas y por supuesto imprescindibles sus tortitas de camarones, creo que de las mejores que he probado, ya solo ver que son camarones pegados por una practicamente invisible capa de masa lo dice todo (99% camarones 1% masa). Siempre abarrotado mejor tener pacienza e ir sin prisas.

Merece la pena esperar solo por sust ortillitas de camarones, la verdad que son de las mejores que he probado.
El resto de las tapas tambien estan muy bien.
Eso si, hay que llenarse de paciencia para que te sirvan y para tener un lugar en la barra o en la terraza cómodo.