Seguramente las cosas han cambiado mucho desde las últimas referencias. Se trata de un local, agogedor, entrañable , cómodo y atractivo. La cocina es básica: patatas, calamares fritos, pan con tomate y no mucho más..alcachofas con cecina , quizás lo mejor..No pedimos mucho más , porque los precios eran desmedidos. Tanto con el vino: Gallinas y focas( 44 euros), como con la comida. Los camareros jóvenes y guapos, te atienden bien , pero no saben casi nada de lo que hay..En fín , no creo que merezca la pena que no sea por su situación o por estar un ratito en el local. Bueno si te sobre la pasta..vete¡¡¡ 

Hay detalles. que te pueden quitar las ganas de disfrutar de la comida.
En nuestro caso (pareja), tras una ración de esparragos verdes con salsa romesco, ricos,y un pulpo a la brasa aceptable (un poco seco), llegó el bogavante a la brasa con una cama de champiñones de 4 cm ,patatas cocidas con piel 3 cm y tiras de pimiento verde de 2 cm , y una ración de troncho de rodaballo a la parrilla con fideua de sepia (no lo habian mezclado) que no congeniaban lo más mínimo.
No tomamos postre.
Vino Quibia 2016 (29,95 €) ,copa de Sioneta dulce y agua.

Restaurante centrico, con decoracion que convina cuadros modernistas y coloridos con baldas de vino, bastante acogedor, mesas con separacion suficiente, vestidas correctamente y vajilla y cristaleria de cierta calidad.
Servicio totalmente femenino y oriental, bastante eficiente y profesional.
Mientras ojeamos la carta tomamos un par de cervezas y nos trajeron un aperitivo.
Para compartir nos decantamos por por el Variado La Bodeguilla 26€ compuesto de cinco platillos:
Tempura variada y croquetas, buena fritura y abundante racion.
Atun marinado, no me hizo mucha gracia.
Escalibada con bacalao ahumado,buena.
Foie sobre bizcocho, mejorable.
Ravioli de morcilla, rico,rico.
De segundos:
Secreto iberico con salsa de higos, quiche de patata y manzanitas asadas 17.5€, la carne bien de punto, aunque la salsa para mi sobraba.
Lomo de ternera alto con patatas, salsa bearnesa y tiras de judia y setas salteadas 19.5€, buen trozo de carne, perfecto de punto y de sabor.
De postre crema catalana 5.75€, muy rica, para acompañar el postre dos vinos dulces, invitacion de la casa, Apostoles Palo Cortado Viejisimo y Chivite Coleccion 125 Vendimia Tardia, magistrales.
En el apartado de vinos, tienen una carta bastante extensa tanto de vinos nacionales como internacionales, incluidos alguno de los grandes, todos doblados de precio.
Elegimos Negre dels Cavallers 05 19.10€, bien servido.
Terminamos con cafes.
Buena opcion, si te encuentras por el centro de Palma.

Restaurante muy céntrico frecuentado por muchos alemanes y servido por camareras orientales (algunas con un vocabulario limitado)

Tiene una bastante buena bodega a precios entre lo caro y lo desorbitado. Bebimos un Terrasses (decantado) a 38,9 euros.

Tienen un menú de tapas (que no hicimos) y nos decantamos por la Terrina de Foie que sirven con rabo de buey (toma ya exceso), consistente en un cuadradito de micuit sobre otro cuadradito (más delgado) de rabo de buey. No está nada mal la mezcla pero el rabo de buey tenía tropezones (algún cartílago), unas setas a la plancha (ni fu, ni fa) y una merluza a la plancha (me apetecía pescado y no había mucho donde elegir).

Mientras se abría el vino decantado y, antes de empezar la cena, nos bebimos un gin tonic de hendricks con pepino (por supuesto), me gusta más que el gazpacho.

Tomamos "menú de tapas" para 2: pequeña selección de muestreo con platos de la carta. Primero nos sirvieron ante cada uno de nosotros un plato grande con cuatro compartimentos con platos fríos: carpaccio de buey con membrillo i pimienta, bocadito de foei, carpaccio de pulpo y otra que no recuerdo. Tras acabar, nos traen de nuevo a cada uno otro plato con los cuatro compartimentos, ahora con platos calientes: pimiento del piquillo, tempura de bacalao, canelón de rabo de buey y creppe de butifarra. El postre, a banda, brownie con cacao de guinea: sabroso pero excesivo acompañamiento con mermelada de frambuesa. Bebimos Embruix 2003.

Valoración de la comida: platos correctos, buenos... Esperaba un poco más, eso sí, y me parecieron un poco precocinados (entiéndaseme, no prefabricados). Los segundos que ví que sacaban a las mesas adyacentes mucha mejor pinta. Quizá el fallo fue pedir menú. De cantidad muy correctos todos.

El servicío de vino impecable, de diez: gran carta con todas las d.o. Descorche perfecto, corcho a la mesa, botella en mesa supletoria, no tuvimos que pedir que nos pusiesen más, tampoco nos sirvieron a toda prisa para vendernos otra.

Servicio y entorno: todas la chicas que atienden son estrangeras. Eficaces y eficientes, pero se hecha en falta un jefe de sala "nacional". El local es bonito, limpio (no se permite fumar) y tranquilo. No me gustan las mesas rústicas pero no desentonan con el entorno bodeguero.

Precio 50 euros/pax. Par

Exquisita decoración fusión de elementos bodegueros como los toneles y los muebles de diseño vanguardista. Cálida atmósfera conseguida con la luz justa, acogedora sala y servicio atento y preparado.
En esta vinoteca-restaurante se puede degustar una cocina de mercado de excelente materia prima, con algunos platos de cocina intenacional verdaderamente ricos. Vajilla, cubertería, cristalería y mantelería de lujo.
Carta de vinos extensa, completísima, sin caspa y diseñada con gran agudeza, para todos los gustos. Gran oferta de vinos por copas, excelente variedad de vinos dulces que no piensan en abrir auque tan solo quieras degustar un copita. Nosotros pedimos tres vinos de postre diferentes y, ni cortos ni perezosos, empezaron las tres botellas, siempre con la sonrisa en la boca.

Además puedes comprar vino a buen precio, incluso algunas botellas muy baratas, casi a precio de bodega. También puedes comprar aquí cristalería Riedel, decantadores, etc.
Un lugar con encanto y duende que atrapará a cualquier enópata.

Atractivo para enófilos, aperitivo en su vinoteca. En la parte superior un coqueto comedor, mesa exquisitamente preparada con vajilla de diseño y cristalería fina. Cuidada carta de cocina creativa, dejamos que la jefa de sala nos sorprendiera y a fe que lo ha conseguido. Magnífica carta de vinos, alrededor de 200 referencias, ordenada, variada, completa, escogemos un mágnum de Gran Vos del 99, de Viñas del Vero, decantado y servido en copas Riedel Syrah, en su punto. Desfile de exquisiteces, sobresale unos huevos escalfados con foie y setas, increíble. Los segundos muy variados y abundantes, todo ha llegado en su tiempo, a su temperatura, enhorabuena a su autor Javier Calzada. Al Gran Vos 99 le siguió un 97, para él copas Riedel Pinot Noire, servicio en todos los órdenes impecable. Postres de esmerada elaboración con su carta de vinos, un PX es nuestra elección, un Noé y un café cerró una velada exquisita, para agasajar al más exigente, sin duda de lo mejor de Palma