Situado en plena carretera de las Marinas ofrece cocina valenciana y de mercado.
Servicio atento y diligente; especialmente por parte del propietario del establecimiento.
De entre los entrantes merecen, por su buena factura, una calificación alta, los calamares enharinados (plenos de sabor y nada aceitosos) y las cocas, con especial mención a la masa, esponjosa y alta, a la de pisto y a la de cebolla y foie (no sabría qué elegir entre una y otro, si me dieran a escoger).
Entre los platos de la carta, me decanto por, la paella de marisco, cuya originalidad radica en, que, se acompaña de verdura fresca: "tabella, garrofó y bajoqueta", que, además de enriquecer su sabor, la hacen más saludable. El punto del arroz, correcto. Francamente buena.
También,destacaría el arroz al horno; cocinado en una cazuela de barro, de una altura superior a la que estamos acostumbrados al norte de la localidad. Buen sabor, especialmente el embutido utilizado, y punto de cocción adecuado.
Buenos sorbetes.
Carta de vino, más que, suficiente. Dominio total de las refrencias españolas.
Buena RPC.
El precio es sin vino.