Restaurante 3 Food People & Music en Barcelona
Restaurante 3 Food People & Music
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
32,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.7
Opiniones de 3 Food People & Music
OPINIONES
4

Me gusto todo en general.
Si que note la falta de muchos vinos.
El personal agradable.
En general todo lo que comimos buena calidad y bien hecho.
El sitio con buen ambiente.
El precio no lo puedo decir, me invitaron.

Desde que, recientemente, Adrià diera el pistoletazo de salida, la meta de la restauración en Barcelona es la "nueva tapa". Esto implica que, en muchos casos, los barceloneses vamos a ser condenados a sentarnos en locales incómodos para comer poco, pagar mucho y sonreír al despedirnos. No sé si lo recuerdan, pero con el boom del Bulli pasó algo parecido, cuando una legión de imitadores parecía amenazar el buen comer en la voluble y presumida Ciudad Condal.
Por fortuna, en la nueva fiebre que es la tapa surgen ofertas interesantes, como éste 3, de raro nombre numerológico, conducido en sala y cocina por gentes experimentadas y, algo más raro todavía, con las cabezas bien amuebladas. Eduardo Arola, dueño y jefe de la cifra, viene de la experiencia larga en Arola del Hotel Arts; en los fogones, abiertos al público que quiera sentar sus reales en una divertida barra, Matteo Pancetti destila una sensibilidad aprendida bajo el techo del gran Ducasse. Las propuestas culinarias son de base clásica e inspiración moderna, algo que no deja tampoco de recordarnos a una revolución acaecida en Francia allá por los años 1970. Del mismo modo, y a riesgo de parecer afrancesado, es justo decir que el amor por el producto autóctono (eso que llaman "km. cero") está entre las prioridades antiguas de nuestros vecinos septentrionales. Éstas y otras son cualidades de las que puede, sin duda, presumir la cocina del 3. Por añadidura, el origen italiano de Pancetti le hace especialmente sensible a las miniaturas, tradicionalmente silvestres, ahora de la huerta (lo que los ingleses del Gran Tour, al referirse a los italianos, denominaban "mangiaerbe", o sea, "comehierbas"). Prueben sus verduritas de estación, traídas de un huerto secreto, combinadas con algún producto del mar (otro ámbito para las miniaturas, como unas navajitas que parecen broches nacarados) o de la tierra (recientemente, la chuleta melosa de vaca española, "tagliata" como en Toscana). Mi humilde recomendación es que se pongan en manos del chef o, si prefieren un plan más modesto e informal, pidan alguna de sus "coca-pizza", una hermandad latina de fundamento italiano y acento ibérico.
En el capítulo de los contras sitúo la oferta de vinos, francamente mejorable, urgentemente necesitada de una reflexión que la ponga a la altura de las tapas.
No quisiera acabar mi comentario sin advertir dos cosas: el 3 es un espacio informal, divertido diría yo, donde la correcta cordialidad del equipo de Eduardo Arola incita a una cena (o comida) distendida. Además, el 3 suele ser visitado por la artista Violeta la Burra, "petenera desvencijada o violetera contracultural", según la describiera Paco Umbral en 1980. ¡Ojo!

Con respecto al comentario realizado por el anterior usuario, y respetando las opiniones de todos los miembros de la comunidad, no sé si estamos hablando del mismo restaurante.

En mi caso era la segunda vez que repetía, y aunque la primera la podríamos considerar como una experiencia bastante positiva, en esta segunda se han superado con creces, entiendo que en mi primera visita todavía les faltaba algo de rodaje debido a su reciente inauguración.

Después de observar la carta, Eduard nos pidió si nos fiábamos de él a la hora de hacer una pequeña selección de platos. Para empezar disfrutamos de un foie con una capa caramelizada, si digo la verdad, hacía tiempo que no disfrutaba con un foie así. Posteriormente seguimos con unas excelentes navajas, de reducido tamaño, que si te pones a pensarlo, son mucho más cómodas de digerir que las clásicas, las sirvieron en su justa temperatura. El steak tartar, que ya saboree en mi primera ocasión, continuaba en un nivel más que excelente. Las patatas “3” que ya se podían degustar en su variación en el Arola del hotel Arts, continúan impresionantes. Seguimos el almuerzo degustando los langostinos rebozados al curry –sublimes-. Para finalizar, y continuando con la originalidad del concepto de las coca-pizzas, pudimos degustar la que llevaba de ingredientes butifarra negra y blanca, hígado de pato y una capa de jamón ibérico. Sorprendente, es todo lo que puedo decir.

Otro aspecto a valorar, y dentro del cuidado de los pequeños detalles, son los panes con los que se acompañan parte de los platos. Entiendo que Eduard es bastante exigente en este aspecto y así se demuestra en la calidad de cada uno de ellos, tanto el pan cristal con tomate, así como el que sirvió para acompañar el foie, en ambos casos, da muestra de diferenciación.

La comida la acompañamos con dos botellas de L’Equilibrista, 2007, de DO Cataluña y multivariedad Syrah, Cariñena y Garnacha. Excelente, ya lo conocía. De potencia en boca inicial, después va ganando y fue idóneo para acompañar perfectamente los diferentes platos.

Podríamos decir que estamos hablando de un gastrobar con una excelente materia prima, que cuida los pequeños detalles y donde Eduard Arola y su equipo te hacen disfrutar en un espacio creativo, con diseño y con buena música, pero sobretodo, de una cocina de experiencias y sensaciones.
Indudablemente repetiré en sucesivas veces.

Como me gusta ver y catar lo mas de lo mas de nuestra querida Barcelona, me atrevi a visitar este garito de impronumciable nombre. Lo regenta, que no cocina, el hermanisimo del mediático Sergi Arola. Igual en sus ratos libres pone la música..

Es un local raro. Consta de dos plantas, en la primera esta el hueco del ascensor, que da a la calle y una barra, que no se si sirven comida y una especie de cabina para el disc jockey. En el piso, esta el comedor y la cocina a la vista, con una barra a su alrededor con taburetes. Tendra una capacidad de unas 50 comensales. Decoracion minimalista. Este dia apenas eramos 10 comensales y conté 7 empleados..

Montaje de la mesa muy pobre. Plato cuadrado pequeño, cubiertos y servilleta de papel minúscula. Sin manteles.

Carta de tapas que ni sorprende al ser un local que se precia de moderno. Eso si, precios puestos al dia ¡¡¡¡

No vi la carta de vinos pues bebimos cerveza.
No tienen menú de mediodida.

Tomamos una ensalada de tomates de "penjar" con aceitunas de Aragón (3 ¡) y bonito ahumado. Ni fu, ni fa.

Un "steak tartar" bien codimentado. Bueno. Llevaba unas mini patatas paja por encima que le daban un toque.

Unos mejillones de toca con escabeche tibio. Escasos y demasiado cocidos.

Unas alitas de pollo marinadas y crujientes con romesco y all i oli.
Normalitas.

Una minipizzeta de judias de Santa Pau y butifarra. La idea no es mala, pero solo eso...

Y de postre un biscuit de almendras del Paco Torreblanca. (Totel)
Excesivamente frío.

Para beber, dos cervezas. No tomamos cafe.

Y me quedé con hambre.....

Visto lo visto, dudo que regrese.
Y seguro que las noches del finde lo tienen a reventar...hasta que algun otro se ponga de moda.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar