sala y ubicación ya descritas anteriormente, pero sigue siendo fantástico sentarse a disfrutar de una buena comida en sus ventanales con esas maravillosas vistas, recomiendo reservar.
En sala Marcos que siempre hace buenas recomendaciones y demuestra educación, saber estar, ganas de agradar y muy buen conocimiento de su trabajo.
Cocina tradicional que sigue sin defraudar, volvimos en dos ocasiones a este baluarte de la gastronomía conejera y comimos: gambas de la santa sobre cama de sal -deliciosas-, pata de cabra -percebes de lanzarote que estaban de vicio....-, lapas -perfectas-, pulpo frito con pimentón de la vera -impresionante-, tacos rebozados de cherne -jugosos y magníficamente elaborados-, taco de atún -punto perfecto y delicioso sabor, un placer-, filetes de medregal escabechados -salsa potente y punto jugoso del pescdo, imprescindible-, calamar sahariano con ajada -carne suave y dulce, muy ricos-, medregal con salsa de espárragos y mejillones -jugoso y deliciosa combinación-, de postre mousse de chocolate negro y blanco, carpaccio de piña de Lanzarote -deliciosa- con cama de papaya y sorbete de fruta tropical -buenisimo y fresco-, puré de papaya con crema de fruta de la pasión -muy ricos sabores y texturas bien ensamblados-.
Carta de vinos en la línea de este restaurante con buena selección de malvasías de Lanzarote a buenos precios. Volveremos seguro.

He pasado 2 semanas en Lanzarote con mi esposa y hemos tenido la ocasion de conocer varios restaurantes, de los que quisiera destacar 6 : El Risco, El Golfo, Las Viñas, Aguaviva, Almacen de la Sal y Amura.
Que decir más del Risco que lo que ya ha sido expuesto hasta ahora, buen ambiente, una situacion privilegiada frente a los riscos y la playa de Famara , y sobre todo una excelente cocina marinera.
Fuimos a comer un miércoles al mediodia y pudimos elegir una mesa en primera linea de mar sin ningún problema. De entrada, mi esposa tomó un carpacio de peto , muy bueno y yo un pulpo (especialidad del restaurante) que estaba "excelente" y que recomiendo vivamente . De segundo plato, mi esposa comió un pescado del dia (no recuerdo el nombre), recomendado por el maître y preparado a la plancha con un perfecto punto de cocción y yo degusté una suculenta vieja a la espalda (pienso que deberia pesar al menos 1 kg ... ) ; todo acompañado de mojos y regado con una buena botella de Stratus blanco seco. No tomamos postre, pedimos 2 cafés y fuimos obsequiados con unos chupitos... La cuenta ascendió a 79,28 €

Local decorado por Cesar Manrique, ambientación marinera con una terraza que está al borde del mar y la sala tiene unos ventanales que permiten disfrutar de una de las vistas más bonitas de Lanzarote, los acantilados de Famara y el archipiélago chinijo –La Graciosa, Montañaclara y Alegranza-. Montaje de mesas sencillo con copas aceptables, servicio joven y muy preparado, aconsejan al cliente con cariño y saben de lo que hablan. Carta basada en producto del mar y con sugerencias diarias según mercado –traídas de la reserva del archipiélago chinijo-, todo bueno y bien elaborado con puntos de cocción perfectos, no sabíamos que escoger porque todo nos gustaba –camarones gigantes, sopa de pescado…..todo, todo buenísimo-. Bodega sorprendente con vinos diferentes y a buen precio, buena selección de vinos de Lanzarote y bien servidos. Un sitio para repetir, intentando sentarse al lado de la ventana –ojo que los fines de semana está lleno- y dejarse aconsejar, regándolo siempre con un buen blanco de Lanzarote. 80€ con vino.

El Restaurante El Risco es una institución en la Caleta de Famara, una apacible localidad pesquera del municipio de Teguise desde la que se divisa la plenitud del Océano Atlántico, el esplendor de los Riscos de Famara y su inmensa playa, así como la atracción del archipiélago Chinijo.

Se trata de un sitio de pescado, con decoración marinera ideada por el genial César Manrique, a pie de playa y volcado al mar. Sofisticadamente popular. Una maravilla de sitio.

El servico muy atento y el pescado de calidad.

Tomamos un pulpo maravilloso, que se sirve en rejo entero, primero guisado y después gratinado acompañado de reducciones de mojos y vinagre balsámico.

Un bocinegro a la plancha con ajitos, muy fresco y unas papitas con mojo verde. Las papas arrugadas parejitas y buenas, aunque de variedad estándar, el mojo flojo, a mejorar.

De beber tomamos un Grifo Blanco Coleccion del 2009 que sólo estuvo correcto. De postre una excepcional tarta de queso, y regalo de la casa, licor de moras de Lanzarote.