Pasando uno de los puentes que separa tolosa en dos y por el que pasa el rio Oria, encontramos este restaurante, no he visto otro igual.
Según entras a mano izquierda una cámara refrigeradora y a la derecha, cajas de sidra y demás, pasas por un pasillo, donde hay mesas y llegas a la habitación donde esta la famosa parrilla, ni a propósito se puede encontrar esta decoración, el techo negro , baldas de madera llenas de botellas de vino y licores con ese tono chocolate en el cristal , tono que lo dan los muchos años y los muchos humos , increíble , pero el caso es que te sientes muy a gusto , de hecho han reformado hace un par de años los baños y han puesto un aire acondicionado , pero el resto yo creo que esta intacto , como si lo hubiesen barnizado el primer día , para que no se cambiase ni una mota de polvo .
Carta corta, ni tanto, cinco entrantes, chuleta y seis postres sencillos y la verdad es que aquí se hace verdad el dicho, mas vale poco y bueno, que….
Escogimos unos espárragos a 2,75€ +iva la unidad, solo para tres, al resto no le gustaba, pues tuvimos que repetir, estaban, Cojonudos, con una vinagreta, muy sencilla, aceite y vinagre para emulsionar ligeramente el aceite, yo diría que de girasol.
Luego dos bandejas de pimientos de piquillo confitados, soberbios a 13,5€+ iva y a la vez la famosa chuleta, no defraudo, jugosa, sabrosa y con una elaboración de diez, ya sabéis le echan sal gorda y la carne coge lo que necesita para estar tan sabrosa.
A 45€+iva, kilo, con tres kilos doscientos cenamos cuatro adultos y dos crías.
Para beber sidra, nos apetecía, una de la zona y otra asturiana, frescas y muy ricas , eche un vistazo a la carta de vinos y claro , en tintos , variadas referencia , la sidra a 5,75€ +iva y encima barata , claro respecto al vino .
Estuve unos minutos hablando con el encargado de la parilla, hijo de Matías Gorrochategui , que por cierto por allí andaba el hombre, eso si las parillas se las deja a los hijos, pues fue una charla didáctica y amable, hablamos de la maduración de la carne y demás, su opinión es no darle mas de un mes de cámara, según el, pierde frescura, la carne que comimos era de Alemania, trabajan con holanda también y algún otro país cercano a estos dos.
Resumiendo bonito sábado en Tolosa, disfrutando de las alubias a la hora de comer y de la magnifica chuleta para cenar, a de postre cogimos unas tejas y cigarrillos, típicos de la gastronomía tolosana.
Cuidado con los manteles de papel de las mesas , son tan duros , que con el filo te puedes cortas , servilletas de tela y vajilla tradicional y sin ostias, caguen chos.
No se , esta todo en un aplanta baja , según entras tienes la nevera y cajas de sidra y demás , todo muy marciano , pasas por un pequeño comedor y al final acabas en otro , pero todo en la misma planta y todo abajo , no se si tendra arriba , pero visto el estado de todo , no creo .
Esa txuleta tiene que ser buena, tiene algún parecido con el antiguo Museo del Vino?
Pues teniendo en cuenta que la procedencia de la carne es parecida , creo que tambien era alemana , muy parecido , lo único el ambiente y la fama del Julián y el corte mas de por aqui .
Aunque me encanta el corte fino del museo y poder hacerlo al gusto .
Te lo decía precisamente por la procedencia.
Un abrazo!
Pues bueno , no esta mal hacerle una visitilla , distinto es en casi todo .
Y de paso te tiras un dia entero y aprovechas para comer alubias en el fronton.
Me tienta, me tienta, me tienta...
tanto la legumbre como la chuleta
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