Mucho había oído hablar del
Bar Cañete
, y hoy por fin ha surgido la ocasión de visitarlo.
La primera sorpresa ha sido que o mucho me equivoco, o está frente de donde estaba, la que creo recordar que se llamaba Casa Garbí. Una tienda de ropa "ye-yé", donde compraban la ropa "Los Salvajes", "Lone Star", y la mayoría de grupos barceloneses de los sesenta, y donde en mis tiempos de rockero algo había comprado, y sí, tengo alguna foto pero no pienso colgarlas así que no insistáis.
Y vamos a lo que nos ocupa. Poco que añadir a anteriores comentarios, totalmente de acuerdo con la mayoría. Tuvimos la suerte de encontrar sitio en la barra justo delante de la cocina, y ahora entiendo la presión con el tiempo que les meten a los concursantes en Top Chef y programas parecidos, aquello es de locos.
Tras una ojeada a la Carta, y especialmente a los platos que veíamos salir de los fogones, nos decantamos por.....
Mollete de Pringá Andaluza. Cuando vi la pringá, o mejor dicho, cuando no vi la pringá, y con lo que a mí me gusta la pringá, vi que el que había pringao era yo.
Y seguimos con otro plato típico andaluz, nada menos que un Salmorejo Cordobés. Mejor que la Pringá, aunque para ello tampoco había que esforzarse demasiado.
Visto que la cocina andaluza no es su fuerte, decidimos cambiar de tercio, Pulpo, Patata y Cansalada tal cual. Un plato que nos devolvió la sonrisa. Original, excelente presentación y bueno, muy bueno, o casi diría yo que lo siguiente.
Seguimos con, Lomo de Atún a la Brasa. Un plato donde la materia prima y el punto de cocción son básicos, y este cumplía ambos requisitos a la perfección. Esto va mejorando.
Y mejora a pasos agigantados con el, Chipirón relleno de Rabo de Toro. Genial!! Un mar y montaña en estado puro.
Para finalizar, Pescado del Día (Sargo). Otro plato para repetir.
El Postre:
Volvemos a las andadas con la Torrija. Pue pa mí que la torrija también era andaluza.....
Para beber:
Vino, Cervezas,....
La Cuenta:
114,90 euros Probablemente no sea una muy buena relación calidad precio, especialmente si tenemos en cuenta que algunos de los platos no dieron la talla.
No es una mala opción vigilando un poco lo que se pide. Nosotros lo pasamos bien y nos hicimos amigos de unas señoras que estaban sentadas a nuestro lado.¿Podría haber influido en nuestro disfrute, el privilegiado lugar que tuvimos la suerte de encontrar en la barra justo frente a la cocina?