Restaurante Wakaya en Pinedo
Restaurante Wakaya
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
33 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.4
Comida COMIDA
7.3
Precio medio entorno ENTORNO
8.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
Opiniones de Wakaya
OPINIONES
5

El pasado fin de semana asistí a una boda en Wakaya, conocía el espacio pero no sabía que hacian celebraciones y eventos, me sorprendió muy gratamente, el espacio es impresionante, la decoración maravillosa, comimos muy bien, comida de calidad, platos elaborados muy ricos. El servicio fue exquisito. Tanto la ceremonia como el banquete se realizó todo en Wakaya y quedó muy bonito, la decoración floral que hicieron para la ocasión fue muy bonita y además tenían un equipo de animacion infantil para los niños con juegos diversos, todos lo pasamos genial. Volveremos

Cena de cinco amig@s en la terraza del local, que se compone del edificio del restaurante, decoración oriental minimalista, y otra zona "ibicenca" con piscina, jacuzzi, barra de copas y zonas de sofás y hamacas, que tienen abierto todo el día. No tienen wi-fi.

Lo mejor, sin duda, es el entorno del que disponen, pero lo peor es la profesionalidad de sus componentes. No se puede llegar a la mesa y estar esperando más de un cuarto de hora para que saber qué quieres beber y menos cuando te están preguntando, anotando y dejas con la palabra en la boca a un cliente para atender a la mesa de al lado.

No pedimos vino -carta escasa y típica-, pero sí cerveza y curiosamente una de las marcas se agotó a la media hora de estar allí.

La cena fue a base de entrantes. Calamares a la romana, esgarraet, tomate valenciano con atún, ensalada wakaya... Cosas diferentes, pero con la misma guarnición, por lo que tuvimos la sensación de haber cenado casi lo mismo.

Y en la zona de copas, el remate final. Pedimos un zumo de naranja natural, pero en principio no no lo ponen porque no les funcionaba el exprimidor eléctrico, teniendo uno manual. Ok. Mientras nos preparan unos mojitos -a 10€ y muy dulces-, otro camarero nos atiende, le decimos que queríamos un zumo de naranja, pero que no lo podían hacer.

-¿Cómo que no? ¿Quién os ha dicho eso? Enseguida os lo preparo.

Zumo hecho sin problemas y problema resuelto.

Me parece un restaurante estupendo, como pocos. El sitio es ideal, un paraje excepcional. Nos encantó, tanto el servicio como la comida. Es un sitio ideal para ir en familia, dado que es un recinto cerrado, con actividades para los niños, a los que se les ve desde la mesa por las grandes ventanas de la sala. También debe ser ideal para el verano, pero aunque todavía no lo hemos comprobado, no fallaremos este mismo año, tomar unas copas, cenar, divertirnos...

Con unos amigos visité éste lujar que me habían recomendado el fin de semana pasado pasado y comí fenomenal, esa paella estuvo excelente!
Me encantó todo realmente, el restaurante que es muy lujoso, la música y el servicio.

Esta claro que pronto volveré!!

Montado como Restaurante & Lounge Bar las instalaciones están muy bien. Un restaurante con amplios ventanales y decoración oriental-minimalista. Frente al mismo un bar-terraza con piscina para tomar una copa.
Celebramos una cena multitudinaria (24 comensales) puesto que varios amigos habían estado un par de semanas antes y quedaron muy satisfechos. Comenzamos con algo parecido a un gazpacho con verduras muy refrescante. Seguimos al centro con foie, salmón marinado y unos boquerones fritos que provocaron la primera queja puesto que las raciones eran minúsculas comparadas con las servidas hacía dos semanas. El encargado explicó que no tenía más genero y lo había repartido en varios platos (¿¿!!??) pero que nos compensaba con unos platos de calamares.
De segundo carnes y pescados al grill. Yo pedí un solomillo que estaba tierno y jugoso acompañado por unas sabrosas patatas a lo pobre.
Pero donde realmente la cosa rozó el esperpento fue a la hora de los postres. Tras presentar una amplia carta de postres (de elevadísimos precios 10/15.-Euros) resultó que se pidiese lo que se pidiese siempre sacaban la misma tarta con distinta cobertura de caramelo. Vamos que durante unos minutos trataron de convencernos de que el milhojas de chocolate, el volcán de trufa, la tarta tres chocolates o el praliné eran distintos postres cuando no dejaba de ser lo mismo decorado de otra manera. Como resulta que ya había quien conocía el restaurante se llamó al encargado que se disculpó por el "error" y no cobró dichos postres. Finalmente tomé un "fandango de frutas" que no era otra cosa que fruta pelada a 10.-euros la ración.
Con el vino pasó algo parecido, sacar las botellas de una en una para 24 comensales era ridículo y tras reclamar mayor cantidad reconocieron que no estaban en nevera y simplemente trataban de enfriar las botellas antes de servir. Tomamos varias de Ceremonia cuyo servicio consiste en abrir y dar a probar. Cambiamos luego a un Pesquera y se realizó el correspondiente cambio de copas. La carta si ser muy amplia cumple para el tipo de comida servida.
La verdad es que la cena resultó algo desastrosa. Hubiese sido más lógico advertir al cliente que es fin de temporada y están bajos de existencias. Esto se entiende como algo normal y no lo de intentar colar aquello que queda.
En resumen deben mejorar mucho, no tanto en cocina pues la comida era de una calidad correcta sino en el servicio que no estaba a la altura.
Añadir que la copa junto a la piscina es muy agradable en las noches de verano.

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