Restaurante top de Ontinyent, ubicado en una agradable plaza de nueva construcción que pasa de ser a mediodía un remanso de paz a llenarse de vida, bullicio y algarabía infantil a media tarde.
Sents en lo que se viene a denominar en la acualidad un “restaurante gastronómico”, y comparte cocina con La Cuina, que es lo que se viene a denominar en la actualidad un “gastrobar”.
Un concepto empresarial interesante, que suele funcionar, díganselo si no a Ricard Camarena.
Guapo local, cool, en el que imperan los tonos crema, con el suelo de madera y grandes cortinas que caen del alto techo, sabiamente entreabiertas de modo que se logra una media luz placentera.
Menú degustación:
SNACKS
• Cortezas
• Arroz con verduras
VERDURAS
• Shitake, gomasio y kimchi
• Alcachofas, yema y trufa
PESCADO
• Ceviche valenciano
• Tempura de carabineros
• Atún con tomate
ARROZ
• Arroz de puchero
CARNE
• Lechazo a la mejicana
POSTRES
• Naranja en texturas
• Plátano, limón y cilantro
PETIT FOURS
• Chocolates
Santiago Prieto, su inquieto chef, desarrolla una cocina sólida, permeable a las nuevas tendencias, alternando y fusionando actuales técnicas, ingredientes y nociones con la rica gastronomía local. Un plato que puede reflejar esta idea expuesta sería su fabuloso ”ceviche valenciano”, en el que la corvina aletea en una deliciosa leche de tigre elaborada a base de espencat y tomate, cuya elevada acidez exhibida no agradó a toda la mesa, a mí me chifló.
Pero el plato de la jornada fue, por unanimidad, la “naranja en texturas” un prodigio de juego no solo de texturas, sino de temperaturas y sabores. Si hubiese incorporado una chispa de picante o de jengibre o ambas cosas, hubiera sido ya la repanocha.
Comimos francamente bien, yo eché en falta un punto de punch en alguno de sus platos, pero esto no puede ensombrecer la sensación de satisfacción con la que salimos, una cocina de muchos quilates ejecutada por un cocinero cuajado y con “ganas”, algo que demostró cuando salió a saludarnos interesándose en mayor medida por lo que menos nos había gustado que por lo que más. Eso es sin duda garantía de evolución y mejora constante.
Bebimos también de maravilla y a buen precio, dos vinazos de nombres bíblicos epatantes, un macabeo macanudo y un monastrell estupendo, ambos de por ahí cerca, D.O. Valencia, ambos de Fil•loxera & Cía:
Beberás de la copa de tu hermana 2014
El Cordero y las Vírgenes 2013
Y si además la compañía era lareosenbicicleta y si además el motivo de la comida-reunión era tan divertido como elegir los ganadores de ”PLATOS” -el I Concurso de Fotografía de Los Restauranteros- y si además el servicio fue fenomenal… ¿Qué más queremos, oiga?