Tras haber reservado previamente, despues de haber leido el  comentario de Victor Sanchez, fuimos a cenar en nuestra ultima noche en O Porto al restaurante Vinhas d'Alho, situado en el muro dos bacalhoeiros, la parte final de los Cais de Ribeira, desde donde pueden verse , si estas bien situado en el restaurante o en su pequeña terraza exterior o simplemente desde su ubicación, unas magnificas vistas sobre el  ponte Dom Luiz I y los Cais de Gaia, en la otra orilla del Douro (Ver fotos en primer comentario)

Tal como habia solicitado en mi reserva, nos situaron en la única mesa del interior con vistas directas  a Vilanova de Gaia (ver foto en primer comentario), lo que es de agradecer . El restaurante es de forma alargada formando un estrecho pasillo (ver foto en primer comentario) entre sus muros de piedra. Las mesas están desnudas, no muy grandes, con corre manteles de tela, buena vajilla contemporánea y buenas copas Schott. Bastante cerca las unas de las otras, a excepción de la nuestra que quedaba un poco mas separada del resto. Las mesas de la terraza son pequeñísimas.

El servicio de sala, fue bueno y rápido. El servicio del vino también fue bueno, consejo, descorche, primera cata y servicio de rellenado de copas de cuando en cuando. Tienen una carta bastante extensa, principalmente de vinos portugueses;

El restaurante propone 2 menús y la carta. Optamos por esta ultima.

(Las  fotos de los platos en negrilla (6) aparecerán en pie de página, la foto de la botella de vino en el primer comentario)

Como habitualmente, antes de traernos los entrantes, nos sirvieron Pâo variado, azeitonas e Queijo de ovella de Azeitao DOP. Pan variado (4 clases), olivas verdes y un queso de oveja de marca Simoes, queijaria Artesanal DOP Azeitao. Buenos panes, buenas olivas verdes y un excelente Queijo DOP Azeitano.

De entrantes tomamos :

Sopa de peixe i marisco. Sopa de pescado y marisco. Bien presentada, con el caldo servido a parte. MC la encontró buena sin mas, poco sápida.

Camaroes em masa crocante con molho de ameidoim e côco. Gambas rebozadas con pasta filo, salsa de mani y de coco, sobre un fondo de ensalada verde. Buen tamaño, buen producto  y bien cocinadas.

Como platos principales escogimos :

Polvo braseado em alecrim con migas soltas de grelos. Pulpo a la brasa con romero, con migas sueltas de grelos. Buena presentación y buena cantidad. MC no apreció las migas de grelos y yo que las probé, tampoco, pero para gustos colores. El pulpo estaba demasiado duro, era hasta difícil de cortar con el cuchillo, y no estaba demasiado bien cocinado, una lástima.

Arroz malandro de tamboril e gambas aromatizado com coentros. Arroz meloso de rape y langostinos con cilantro. El arroz llevaba un langostino y buenos tropezones de rape y pequeñas gambas. Buen sabor y consistencia. El único problema es que la cantidad era enorme, para 2 personas. Tuve que hacer un gran esfuerzo para poder acabármelo, pero lo hice porque me gustó.

No tomamos postres, el cuerpo no daba para mas.

Para beber tomamos una botella grande de agua y una botella de vino blanco reserva Quinta do Cume DOC Douro Reserva 2017. Quinta do Cume (Porto). cepages : Malvasia fina 60%, Rabigato 30% y Viosinho 10%. Vinificacion : 60% en cuba de acero inoxidable con control de temperatura de fermentación a 16° y 40% envejecido en barricas de roble francés. Fresco, mineral, con muy buena acidez y un final largo y  persistente. Muy agradable.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 51,50 €/ persona . RCP correcta. Local agradable, buena ambientación, y cocina, entre correcta y buena, sin mas. La puntuación la situaría entre 6 y 7, pero por imponderables técnicos aparecerá como 7. Para el entorno, aunque para mi fue de 8,5 por la situación de mi mesa, le daré un 7 de manera objetiva. Recomendable, visto el nivel general en la restauración portuense que he visitado.

Reitero impresiones comentadas anteriormente. Sitio agradable, bien situado y con bastante oferta de menús y vinos, a precios muy correctos. Cocina algo más novedosa en presentación que los tradicionales restaurantes portugueses.
Optamos por el menú de aceite, donde éste no era el protagonista y sólo servía de excusa para ofrecer un menú que constó de aperitivo (panes con aceite), entrante (sardina "de lata" marinada. Mal), pescado (Bacalao con costra de pan y grelos. Muy rico), sorbete de lima, carne (sabrosa)y postre (irrelevante) a 30 euros.
Buena oferta de vinos (también copas)a precios muy buenos. Servicio correcto.
Salimos contentos.

Aprovechando el fin de semana para conocer Oporto, cenamos en este restaurante debido a los comentarios leidos, esperando encontrarnos con una alternativa diferente a lo habitual en Portugal.
El local no está mal, con buenas vistas al Duero, menaje y copas bien. Carta variada de vinos portugueses a muy buenos precios (tomamos un albariño a 11 € y u tinto del Douro a 14. En ambos casos muy buena relación calidad-precio).
En cuanto a la comida un buen nivel medio, sin ningun plato que destacar especialmente.
Tiene 3 opciones de menu de degustacion a precios razonables 30-35 € (uno incluso con maridaje de vino).
La relacion calidad-precio general, buena (6 pax, con cervezas previas, entrante y plato principal c/u,los vinos comentados y cafés, 185 €)

Cocina de autor basado en bacalhau, pescados y carnes. La carta no es muy amplia. Para mi gusto le falta un punto de calidad a la elaboración para despuntar. De todas formas es una alternativa interesante y agradable. El servicio cuando está lleno es muy lento como suele ser habitual en Portugal.