Cuando en la puerta y logo de un restaurante encontramos........ " cuina de mercat" ( segun su propio nombre indica) cocina de temporada y de compra a diario en el mercado.........

bueno... pues hacen en este sitio un menu cerrado..... que consta de cinco platos...de elaboracion......... ( pese al espacio reducido de la cocina ) bastante correcto.....( la calidad del producto no tanto.....

hay ganas y profesionalidad........ pero a mi modo de entender falta mano de obra........

los vinos escasean. pero podria mejorar si no oliera tanto.........

Ganas y profesionalidad no faltan.
Un menu a mesa completa y platos a compartir, a veces la division se hace compleja.
Calidad en la sala y en la cocina, bueno el milhojas de foie y el tartar, el cordero como colofon a la comida merece la valoracion de plato estrella de la casa.
Buen postre, hacia tiempo que no comia y me divertia con unos profiteroles.
Carta de vinos pendiente de evolucion.

Cuando en un restaurante te desbordan con ganas, ilusión y "buen rollo", se tapan todas las carencias que éste pueda tener (iluminación, decoración, aislamiento, espacio...).
Todo queda compensado con la citada actitud, la profesionalidad del jefe de sala y "las manos" del cocinero.
En toda la velada no pudimos observar otra cosa que una sonrisa en las caras de las personas que forman este buen equipo de La Forqueta.
La cena, a base de menú degustación, muy lograda, generosa. La coronan con su mejor plato a mi gusto, el cordero (excelso).
Carta de vinos muy escueta, bien seleccionada, con fotografía y descripción de cada una de las referencias contempladas. Optamos por un Nodus reserva de la familia. Discreta cristalería.
RCP inmejorable: 33 €/pax

Abierto hace un mes. La decoración está para mejorar: iluminación más de bar que de restaurante, y salón alargado y mesas "en tirereta". Las mesas bien montadas y la copería buena.

El Jefe de Sala (Luis) va elegantemente uniformado y es muy educado, joven, preparado, y con años de experiencia por lo que pudimos intercambiar con él.

El restaurante ofrece un magnífico menú degustación de los más copiosos que recuerdo:
Mil hojas de foie (muy bueno),ensalada templada de espinaca fresca, queso de cabra y frutos secos (lo más flojo, complicado de comer), croquetas de jamón de bellota y queso de cabra (muy buenas),tartar de salmón, bacalao confitado (punto de sal perfecto), carrillada de ternera (espectacular), paletilla de cordero (no nos la esperábamos, sublime. Preguntamos y nos dijeron que está 24 h. a 82 grados) y profiteroles.

Carta de vinos buena pero escasa, uno o dos vinos por D.O.

Salió al acabar el cocinero y se presentó (Álex). Muy amable.

Pedimos moscatel con los profiteroles, café y después una copa cada uno.

PPP: 39.-€. RCP excepcional. Si saben evolucionar será un sitio referencia con los años.