Abierto hace un mes. La decoración está para mejorar: iluminación más de bar que de restaurante, y salón alargado y mesas "en tirereta". Las mesas bien montadas y la copería buena.
El Jefe de Sala (Luis) va elegantemente uniformado y es muy educado, joven, preparado, y con años de experiencia por lo que pudimos intercambiar con él.
El restaurante ofrece un magnífico menú degustación de los más copiosos que recuerdo:
Mil hojas de foie (muy bueno),ensalada templada de espinaca fresca, queso de cabra y frutos secos (lo más flojo, complicado de comer), croquetas de jamón de bellota y queso de cabra (muy buenas),tartar de salmón, bacalao confitado (punto de sal perfecto), carrillada de ternera (espectacular), paletilla de cordero (no nos la esperábamos, sublime. Preguntamos y nos dijeron que está 24 h. a 82 grados) y profiteroles.
Carta de vinos buena pero escasa, uno o dos vinos por D.O.
Salió al acabar el cocinero y se presentó (Álex). Muy amable.
Pedimos moscatel con los profiteroles, café y después una copa cada uno.
PPP: 39.-€. RCP excepcional. Si saben evolucionar será un sitio referencia con los años.