Cuando en un restaurante te desbordan con ganas, ilusión y "buen

Cuando en un restaurante te desbordan con ganas, ilusión y "buen rollo", se tapan todas las carencias que éste pueda tener (iluminación, decoración, aislamiento, espacio...).
Todo queda compensado con la citada actitud, la profesionalidad del jefe de sala y "las manos" del cocinero.
En toda la velada no pudimos observar otra cosa que una sonrisa en las caras de las personas que forman este buen equipo de La Forqueta.
La cena, a base de menú degustación, muy lograda, generosa. La coronan con su mejor plato a mi gusto, el cordero (excelso).
Carta de vinos muy escueta, bien seleccionada, con fotografía y descripción de cada una de las referencias contempladas. Optamos por un Nodus reserva de la familia. Discreta cristalería.
RCP inmejorable: 33 €/pax