Restaurante Elkano en Getaria
Restaurante Elkano
País:
España
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
93 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.6
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
6.6
La parrilla
El Rodaballo
Opiniones de Elkano
OPINIONES
19

En la entrada está la parrilla, donde puedes contemplar como 'encierran' los famosos rodaballos para hacerlos a la brasa.
Un restaurante bonito, elegante, nos atendieron muy bien durante toda la comida, tanto el dueño Pedro Arregi, los camareros y un cocinero, creo que Aitor.

Íbamos a probar el afamado rodaballo, nos comentó el dueño que mejor tomar poca cosa de entrante, así que nos decantamos por unas kokotxas mitad rebozadas mitad a la brasa. Me quedo con las últimas, deliciosas.

El 'pez' nos lo mostraron antes, nos comentó que no tenía nada más pequeño: kilo y medio pesó el angelito, a 68 euros el kilo, calculen ustedes.

Después de presentarlo una vez asado, nos fue repartido los lomos principales, y al centro la fuente con el resto del animal. Es posible que sea el mejor rodaballo que haya comido en mi vida, gran sabor, quizá me lo esperaba aún más 'parrilla', pero la verdad es que estaba delicioso: al rato de estar comiendo llegó Aitor y nos explicó como comerlo: las dos pieles, la clarita y la oscura donde le da el sol y tiene los dos ojos, las ventrescas, los tuétanos, las mejillas, las espinas gelatinosas para chupar... Es una experiencia.

De postre compartimos un helado de queso delicioso.

Bebimos una botella de agua, un estupendo Ossian del 2007, y unos cafés. Precios interesantes, el Ossian estaba a 25 euros.

Excelente atención, Producto con Mayúsculas en la mesa, y un entorno muy bueno. Hay que pagarlo, todo hay que decirlo, pero un día merece la pena darse el homenaje.

  • La parrilla

    La parrilla

  • El Rodaballo

    El Rodaballo

Nosotros estuvimos este pasado Domingo y salimos encantados. Era la primera vez que íbamos y el trato fue estupendo.

Llegamos a la 13:30 y nos atendió Aitor (el hijo del dueño) muy amablemente. No habíamos reservado mesa, pero tuvimos suerte, les quedaba una para dos.

Como había muy poca gente, nos pudieron atender mucho mejor, ya que luego se llenó.

Comentamos con Aitor que no queríamos demasiados entrantes, debido a la fama que tiene el Rodaballo de Elkano. Nos propuso unas almejas a la parrrilla y unas cocochas (diferentes texturas).
Las almejas estaban en su punto perfecto, luego me comentó que las dejan en la parrilla hasta que empiezan a abrirse y rápidamente las sacan para mantener su punto ideal.
En cuanto a las cocochas, unas rebozadas, otras a la parrilla (mis favoritas) y otras con salsa verde. Espectaculares en textura y frescura.

Al rato nos enseñan el Rodaballo recién hecho. Al llegar pronto nuestro rodaballo fue el primero y estaba en su punto perfecto.

Lo retiran y empiezan a servir los lomos, por suerte nuestra mesa estaba al lado y pudimos verlo en primera fila. Posteriormente nos traen los platos y la fuente con el resto del Rodaballo.

Justo antes de empezar se acercó Aitor y nos explicó las diferentes partes del pez y la manera de saborearlo. Nos sugiere que distingamos el sabor de la piel oscura y el de la clara. Luego, con nuestro permiso empezó a diseccionarlo y nos colocó en el plato las diferentes partes (careta, cogote, ventresca, papada, expinas, etc) explicándonos su sabor y textura. Insistió en que una de las mejores partes eran las espinas de los lados y la piel que las acompaña.

A partir de aquí fue todo un festival de sabores y texturas. Disfrutamos como niños y terminamos con las espinas que ciertamente estaban espectaculares.

Lo acompañamos de Txakolí y terminamos con la Crema de Vainilla que fue perfecta para asentar el estómago.

Durante la comida se pasó a saludarnos Pedro Arregi (el dueño) y Aitor en varias ocasiones dedicando el tiempo necesario a responder mis curiosidades.

En definitiva, muy recomendable para disfrutar del pescado y de la buena atención.

Primer indicio:
Al llamar para hacer la reserva decimos que vamos a querer rodaballo. Quien nos ha cogido el teléfono (que resultó ser el hijo del dueño) nos avisó de que en esta época (finales de Julio) tienen verdaderos problemas para conseguir buenos rodaballos, y que no nos puede asegurar que el día de la reserva les entre en cocina.

Más indicios:
Llegamos al restaurante y nada más sentarnos a la mesa se acerca el hijo del dueño (Aitor), que es, según nos cuenta, quien se encarga de la sala y de seleccionar el producto que entra en el restaurante, siempre con el visto bueno del padre. Nos dice que tiene que hacernos un par de comentarios: no ha encontrado rodaballos pequeños, y el que ha elegido es para comerlo con apetito, mejor tomar pocos entrantes. Además nos repite que es mala época para el rodaballo, pero que si él lo ha traído es que piensa que merece la pena. Más vale, pensamos, porque a 68 euros el kilo, no es para que el pescado esté mal.

La evidencia:
Nos dejamos aconsejar y tomamos como entrantes un excelente Txangurro (media ración para compartir), un Chipirón de anzuelo a la brasa (una unidad para cada uno), con un cordón de su tinta, estupendo. Y otro Chipirón de anzuelo, esta vez encebollado, de tamaño, sabor y textura extraordinarios.

Después llega el rodaballo (un ejemplar de 1,5 Kg) que nos desespinan y sirven, como siempre, delante de nosotros. Creemos lo que ha dicho Aitor acerca de que no es la mejor época para este pescado, pero nos resulta realmente delicioso (quizás un poco más insípido que en otras ocasiones), pero con un punto y un sabor como es muy difícil encontrar en otros sitios.

El remate:

Cuando pensamos que ya hemos acabado con el rodaballo, se acerca Aitor y empieza a explicarnos distintas texturas según las diferentes partes del pescado, nos anima a chupar las espinas de los laterales y empieza a sacar pequeñas tajadas (careta, gelatina, etc) de donde parecía que no había nada.

Acabamos con un flan casero y dos cafés buenísimos.

Sensación final

La de estar en un restaurante que conoce a la perfección el género que maneja, que se preocupa de que sus clientes salgan satisfechos (y no sólo los conocidos de la casa) y donde, sobre todo, se come fantásticamente bien.

Carta de vinos notable, a precios bastante comedidos.

Con un Txacolí Primus Ameztoy (12 E.), bueno (nos apetecía un vino de la tierra), un total de 173,33 E (IVA incl.)

Altamente recomendable.

PS: en la valoración de Entorno, incluimos lo que, a nuestro entender, fue una excelente atención.
Quizás no estaría mal que Verema hiciese una distinción en las valoraciones entre el Entorno físico propiamente dicho (local, decoración, etc), y la Atención al público. Es solo una sugerencia.

Buenas!!
Como en años anteriores nos disponiamos unos amigos a terminar el año con una buena cena. Este año en el Elkano. Hacia un par de años que no lo visitaba, y estuvo bien, pero no me deslumbro. Entrantes mas que correctos, haciendo un repaso a la carta. De segundo rodaballo COMO NO!!!!, pero... aunque estaba bueno no me deslumbro, primero el precio 68€ el kilo, segundo que para mis gusto estaba un pelo pasado, la gelatina de los bordes estaban consumidas por las brasas, y aunque el bicho estaba bueno, no estaba en su punto perfecto, como debiera de ser en este templo de la parrilla. Eso si, me llamo la atencion el precio de los vinos, Terreus a 64€, El nido a 80€ y Clio a 22, los vinos no estaban caros, NI MUCHO MENOS.
A lo dicho, bien pero no viendo al precio que estaban los productos.
Un saludo.

Algo espectacular, señores, si os gusta el pescado, una vez en la vida se ha de ir a este restaurante. Las cocochas, no hay palabras, pero el rodaballo fue para llorar, madre mia.
El vino recomendado, fantastico, pero quedo en segundo plano cuando empezamos a comer, brutal.
Volveremos

Cena de celebración de la Sociedd Gastronómica Caballo Prieto Azabache. Entrantes correctos, almejas a la brasa, gambas, cocochas de dos tipos, excelentes las rebozadas. Impresionantes los segundos, 1 rodaballo de muy buen tamaño y un besugo para 4, cantidad correta, frescura, el rodaballo muy bueno, pero el besugo espectacular!.

Me sorprendió gratamente la bodega y el precio de los vinos, baratísimos, así da gusto pedir.

Trato amable, servicio quizás un poco escaso pese a que no estaba lleno ni mucho menos.

Acudíamos a Elkano como parte de un rito que como celebración de mi cumpleaños nos lleva a probar un rodaballo cada año(este es el tercero).
Bien muy bien el rodaballo (aunque no me lo descubrió soy consciente de que EL rodaballo es un pescado muy variable. Aún siendo el mejor en tamaño, frescura etc no siempre es igual de sabroso. y este no era el mas sabroso del mundo aunque si el mas fresco y uno de los mejor preparados.Se crece en el recuerdo y ese es un síntoma inmejorable.
La decepción quizás vino en los entrantes. Primero unas Nécoras plancha que no tenían ni el tamaño ni la sabrosura esperables de un Elkano. No se; quizás no era eldía.
Continuamos con unas almejas marinera. Una pena porque esta vez los bivalbos si que eran espectaculares. Enormes y sabrosísimos. Lo que fallaba era la marinera. Jamás he comido salsa tan insulsa. A lo que más nos supo era ligeramente a harina. Imperdonable en una marinera.
Por lo demás contentos con el servicio y con el vino (A Coroa D.O Valdeorras)

En mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo, he comido rodaballo de mil maneras y colores (mayoritariamente a la parrilla), pero la primera vez que aterrice en ELKANO, pense que descubria alli el rodaballo. La calidad de un buen pescado salvaje, el punto de coccion, el timido aroma a encina de la brasa, y para rematar, el refrito que le daba el punto de gloria, me hicieron elevar un palmo y medio de la silla. Los entrantes (kokotxas rebozadas, boquerones de playa y revuelto de prretxikos) casi pasaron al olvido cuando degustamos el rodaballo. EL unico problema es que suelen ser piezas grandes, y si vas dos, o sales de rodaballo hasta las orejas o renuncias a ese manjar. Me han hablado tambien del marmitako, pero mientas quede una pieza de rodaballo a tiro, no creo que pruebe nada mas. El trato de Pedro, extraordinario.

Sin lugar a dudas, uno de los mejores asadores de pescado y marisco de España. La materia prima es excelente y el punto de asado perfecto. El propietario, Pedro Arregi, que recibe y atiende a los clientes, es la amabilidad personificada, haciendo que te sientas a gusto nada más acceder al local. Comimos kokotxas de merluza, perretxikos y rodaballo, todos ellos pasado por la brasa. Tocamos el cielo, sobre todo con este último. Jamas he probado un rodaballo de este nivel. Los postres son también excelentes. Respecto al vino, la carta es amplia y con precios muy ajustados. Tomamos un Belondrade & Lurton 2006 (25€) que acompañó perfectamente la comida. Lástima que las copas no sean mejores. Los precios son altos, pero no elevados para lo que se come. Dos personas 213 €. Para volver en cuanto podamos.

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