Restaurante El higueron en Fuengirola
Restaurante El higueron
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
61 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.2
Comida COMIDA
4.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
4.4
Opiniones de El higueron
OPINIONES
6

Tercer intento y nada. No logro comer bien en un sitio que a otros amigos les gustó y que las mismísimas catalanísimas hermanas Rexach del famoso Hispania en Caldetes me recomendaron ya hace 12 años a mí, que soy de Torremolinos, una vez que fuimos allí y que nos encantó.

El local es lo que desearía cualquier restaurador. Grande, amplio, con diferentes ambientes, ni fino ni cateto, buena luz, parking, barra y mesas de tapeo a la entrada, recibidor.....y unas vistas espectaculares de la Costa del Sol.

Pues nada. Repito, tercer intento. Llego a un local en cuya barra de entrada no hay nadie. Nos ven desde la cocina que está dentro pero nadie se acerca. Queremos tomarnos un aperitivo pero ante la ignorancia de nuestra presencia nos acercamos al recibidor. Allí nadie nos recibe, nos ven pero solo tras unos minutos alguien sospecha que hemos venido al restaurante no para mirarlo, sino para cenar. Hay camareros, al menos 4 vemos desde allí, y un Maitre. Pues con aquello casi vacío (4 mesas ocupadas de 40 o mas que debe tener)tardan en "vernos".

Renunciamos al aperitivo y les decimos que nos sienten. Nos dan una mesa muy bonita, junto al balcón que da a la costa. Hay un poco mas de luz de la cuenta para una comida nocturna pero bueno. Por supuesto no había vela ni nada parecido, no vayamos a parecer normales. La carta va de "modernilla", pero se entiende regular. No importa.

La carta de vinos tiene bastantes referencias acompañadas de una extraña clasificación de 1 a 5 botellas a modo de estrellas de hotel según la calidad que ellos quieren dar al vino en su opinion: un Baron de Chirel y un Hacienda Monasterio de 2008 (es el que pedimos) no tienen calificación , un criancilla que no diré tiene calificación de "excelso" como el "Único" y otros tienen calificación de normales (entonces ¿para que los tienes?).

Al menos te muestran la etiqueta, lo tratan con cariño, lo abren con esmero, lo dan a probar, lo sirven y lo re-sirven. El tapón no lo ví pero bueno...

Con la cervecita y el vermú nos ponen una especie de mousse de roquefort cremoso algo sosillo pero es gratis. Panecillos tipo blanco y chapata en buen estado. Mesa bien vestida y de altura correcta.

Pedimos:
- Milhoja de Foie con manzana: congelado, hielo.
- Tosta de cebolla: indescriptible: una cosa de aspecto poco edificante con un sabor anodino y curioso a pure de patatas con pan... no se.

Nos ponen "de la casa": un pastel de cangrejo que estaba algo mas rico, no lo habiamos pedido pero gracias. Eso si, con unas tostas del "super" de al lado mal presentadas y no muy buenas para aquél, dentro del contexto, "manjar".

De segundo pido:

- unas albóndigas de rabo de toro que no estando malas y teniendo un aspecto apetitoso estaban frías.

- Bueno, en esto no podemos fallar; mi mujer pide cohinillo y nos preguntan que "de qué parte le gusta" . "Venga: la pata". Y la traen: visualmente apetece, además, con el éxito previo de la tosta mi señora tenía hambre. Pues nada: bajo la piel de un precioso color tostado había una carne infame con sabor (sabor?) a serrín que se quedó en el plato sin que nadie nos preguntara: ¿es que no le ha gustado?.

Dos cafés y adiós. Bueno, no. Pedí un chupito de Jack Daniel´s (algo que no omito nunca) y me traen la botella pero acompañada de otra que me dicen que el maitre me recomienda: Jim Beam: ¿?.

Lo repito. El mejor local..... pero yo no tengo suerte.

Últimamente he estado en tres ocasiones, dos para comer y una cena.
En cuanto al servicio, ha mejorado por lo que leo, pero todavía les falta un poco para estar a la altura del local, muy bonito, con excelentes vistas y una ubicación inmejorable (tiene delante el único trozo de la costa del sol que no está edificado).
La comida es buena sin alardes, bien preparada, correcta.
La bodega es extensa y bastante bien de precio, te asesoran correctamente en cuanto al vino.
La verdad es que es de los restaurantes que se salvan de esta zona.

Han vuelto a mejorar en sala, aunque se nota la chrisis.
EN vino , les faltaba el que pedi, me lo sacaron de añada nueva. Muy joven y lo devolvi. Mejoro con un rioja reserva, que de principio a fin fue perfecto. aperitivos bien y primeros platos tambien. En general todo rico , pero les hace falta algo de ventilacion.
LA zona lounge exterior es preciosa para las noches de verano, pero sin conducir.

Que pena que un sitio tan bonito y donde la cocina no es nada mala , lo destrocen los empleados.
Reserva telefonica para cenar donde indico que no soy fumador pero que quiero mesa en la terraza de fumadores. Pues hasta en tres ocasiones la jefa de sala me intentó explicar que cualquiera de los sitios de la zona interior era mejor...que la terraza. Al fin pude convencerla. Me costó.
Una vez sentados entrantes: pregunto si la tabla de quesos no es demasiado grande para 2 personas.Contestación: normal no muy grande: PARA HARTARSE DE QUESO 4 PERSONAS (los quesos excelentes)
El milhojas de foie nada del otro mundo
El servicio de vino, apertura de botella aparte, no existió, salvo un descuido en el que una camarera que nada tenía que ver con nuestra mesa tuvo "a bien" echar media botella de vino en dos copas como si fuera vino a granel....memorable...(las copas estaban servidas).
Finalizamos con entrecot troceado a la brasa (realmente bueno) y nos medallones de solomillo a la mostaza (muy buenos). Del postre ni se acordaron.
El servicio lento, despistado y torpe.
Sin ganas de volver en una temporada

Empezamos regular tirando a mal. Con las copas iniciales no dieron una, tuve que levantarme tres veces para pedir una cerveza que olvidaron servir.
El servicio del vino ni siquiera se puede calificar, es inexistente.
Las entradas flojitas, compartimos un foie con manzana y la torre de boquerones que venían demasiado frías (en sugerencias del día tenían pastel de centollo, pero a las 14,30 h. ya no quedaban).
Los platos principales más que correctos, aunque las fabes con almejas no estaban tan conseguidas como antaño.
Y los postres nunca llegaron, trajeron las cartas cuando quisieron y ahí se quedaron, al cabo de 30 minutos y tras levantarse uno de los comensales vinieron a preguntarnos si queríamos algo, por supuesto que ya nadie pedimos nada.
Se me olvidaba, el catavinos en el que sirvieron la manzanilla estaba muy sucio, y en vez de traer uno limpio, trajeron el mismo mojado.
Y lo de siempre, el cubierto a 2,5€, que retiraron muy rápido, quizás para evitar que nos los lleváramos...
NInguno salimos con la intención de repetir.

Fantastica ubicacion la de este buen restaurante , el lugar es una maravilla con vitas a la costa malagueña y la comida con ciertos altibajos tambien resulta adecuada . Buenas manitas , y completa pero algo sosa caldereta de pescado , alegre ensalada de mollejas de ternera y algo triste la corvina , correctos los postres y aceptable carta de vinos ligeramente altos de precio , pero muy desinformados los profesionales de salon , no tenian ningun blanco 2007 , pero zas el primero que pido 234 chardonay ,ya era 2007 , algo lento el servicio

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