No pensaba poner el comentario de esta visita, pero dado la pésima evolución experimentada por este restarurante lo creo necesario y justo.
A pesar que el servicio sigue siendo correcto, a lo cual ha ayudado que estuviésemos muy solos, de la cocina no se puede decir lo mismo, ya que tanto en la cantidad (que quizás sea lo menos importante) como la calidad, ha bajado en picado.
Para cenar pedimos:
Bolitas de langostinos; Buenas
Hamburguesitas de sepia; Pequeñas y algo pasadas de cocción.
Arroz de verduras; Bueno
Pato Pekín, Muy bueno, pero mal cortado.
Tronco de merluza a la gallega; Infame, no era tronco sino que más bien parecían las varitas del capitán pescanova.
De postre pedí una tarta tatín muy curiosa, ya que la pasta de hojaldre estaba encima y las manzanas debajo, es lo que debe tener no tener ni idea de lo que estás haciendo. Un desastre.
Algunos foreros habían comentado que lo tenían en lista de espera, pues mi recomendación es que siga en lista de espera, ya que al menos hoy no vale la pena. No es ni la sombra de lo que fue, quizás sea cosa de un día pero no se.
Ya no recuerdo cuantas veces he ido a este restaurante.
La última fue el sábado por la noche, y para cenar pedimos:
Como entrantes, hamburguestia de sepia (es una de sus especialidades); Muy buena.
Bolitas de langostinos; Buenos con un cierto exceso de aceite.
Langostinos y verduras en tempura; Buenos.
Como platos principales pedimos:
Tronco de merluza a la gallega; En esta ocasión muy bueno, y en su punto de cocción.
Bogavante a la sal y pimienta; Espectacular.
Para beber pedimos un verdejo, ya que la carta de vinos, aun siendo variada y extensa, en ocasiones pasadas hemos tenido alguna sorpresa desagradable. creo que actulamente le han puesto remedio.
El servicio que ofrece el restaurante, y el Sr. Lam en concreto es de lo mejor que he tenido el placer de recibir.
Como en otras ocasiones, pienso volver.
Desde que abrieron este restaurante hemos ido varias veces, y finalmente me he decidido a subir un comentario.
Este restarante presenta una oferta de fusión entre la cocina meidterránez y la asiática.
El pasado 12 de septiembre fuimos a comer. primero pedimos unos entrantes:
La hamburguesita de sepia (una de las especialidades del restaurante y muy buena)
Las bolitas de langostino (bolita de langostino, recubierta de pan frito. Buen pero algo aceitosa)
Empanadillas japonesas (el relleno es sorprendente. Muy buenas)
Tempura de verduras y langostinos (el rebozado es muy ligero. Muy buena, aunque hay que ir con cuidado ya que la sirven muy caliente)
Los platos principales fueron los siguientes:
Bogavante a la sal y pimienta y beifon (lo sirven troceado, y siempre me ha parecido delicioso y sabroso).
Solomillo tepanyaki (muy bueno, aunque la salsa le daba un cierto sabor entre dulzón y alcohólico)
Solomillo de atún con foie por encima (en esta ocasión muy bueno, auqnue no siempre aciertan con el punto de cocción).
La carta de vino es bastante estensa y muy bien clasificada. En esta ocsión pedimos un Marboré de la Bodega Pirineos, el cual encierra en su interior la verdadera esencia del Somontano (soy un forofo del Somontano).
La decoración del restaurante, según nos comentó el propietario Lan Chue, recrea el puerto de Shanghai de 1930, al haber incorporado buena parte de los materiales de dicho puerto.
Un último consejo, hay que dejarse aconsejar por el Sr. Lam, ya que siempre sabe acertar con sus propuestas.
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