Un lugar ideal para degustar un menu completo y un plato fuerte a la brasa. Cenamos muy bien y el precio es acorde. El local un poco retumbante. El rioja un poco flojo, prefiero el hoya de cadenas. Y tienen que tener cuidado en la presentación, pues salen en las carnes a veces por descuido, el plástico de la etiquetas.
Un menu sencillo, completo y un precio justo.

Cuando entras a un restaurante a las 14'30 y sales a las 19'30 está claro que has estado muy a gusto.Y así fue como nos sentimos.El trato por parte del personal fue muy correcto,muy atentos en todo momento pero sin agobiar,incluso al final nos quedamos charlando un rato con ellos.
En cuanto al menú está muy pero que muy bien,destacando sobretodo los platos principales.De los cuatro que íbamos,tres pedimos el solomillo de ternera gallega y estaba espectacular y el otro pidió entrecotte de buey y tb estaba muy bueno.
De los entrantes,la ensalada,los ibéricos y el lacón nos gustaron mucho(raciones enormes),mientras que el foie(escaso)y los langostinos(no pegan con el resto del menú),estaban correctos sin mas.Al postre llegamos saturados.
Todo esto con cafes y chupitos(invitación de la casa)por 28 euros,es un lujazo.
El vino era de Ribera de duero y tb estaba muy bueno.
Para terminar nos tomamos unas copitas muy bien preparadas a 5 euros la copa(genial).

Hemos comido el menú de 28€ descrito en los anteriores post.

Sin ser excepcional, he de decir que el menú bueno, y los solomillos ricos, ricos.
En cuanto al vino, sota, caballo y rey, es decir, muy pocas referencias, y nada que destacar.
El servicio muy atento, y el entorno flojo.

Relación calidad precio, buena.
Volveré a probar los pescados a la brasa.

Juanjo descorcha un estupendo Ribera del Duero (incluido en el precio) hay para elegir Rioja,Ribera o Utiel Requena, elegimos Ribera por recomendacion de Juanjo, mientras una agradecedora brisa nos refresca en la terraza del Pastoret. El relajante sonido del agua nos acompaña durante toda la velada. El olor de las brasas asoma de vez en cuando y te abre el apetito de repente: Foie caramelizado, pan tostado con tomate rayado con ajito, o con allioli, ensalada valenciana, langostinos, surtido de ibéricos, lacón, ...ya no puedo más...entrecotte de buey...sabroso, con su sal Maldon por encima,...que rico está todo...surtido de tartas y frutas para endulzar el paladar... la presentacion del postre dice comeme, aunque ya no tengo mucho espacio en el estomago y ¡cómo no!, un cortadito para rematar la faena, a pesar que en la mayoria de restaurantes el cafe al final no tiene buena nota, el Pastoret acierta hasta en el cafe. Ha sido más que un premio...muchas gracias Pastoret, volveremos...

El precio... sin sorpresas... 28 euros por persona!!

Conocimos de su existencia por Internet (mi residencia de verano y no lo conocía) vimos el menú y nos sedujo, menu degustacion 28 euros, allá que fuimos.

De entrada el trato amistoso y cordial de Juanjo ya nos hizo empezar con buen pie, amplio salon decorado rustico con una sensacion de calidez que nos agrado.

A medida que se sucedían los platos la cosa estaba bastante bien, foie, gambas, ensalada, nos salimos un poco del menú y pedimos quisquilla, impresionante, elegimos el vino y estábamos esperando el entrecot de buey cuando Juanjo nos sugirió unas sardinas a la brasa, pensamos que estaba loco sardinas y entrecot?, no era la mejor combinación, pero nos dejamos llevar, a los pocos minutos entro una fuente con 10 bellezas plateadas que solo con el prefume que desprendian decían cómeme, al probarlas se nos olvido el entrecot, VAYA SARDINAS!, despues de esto llego el entrecot pensábamos que después de las sardinas la carne no daria la talla, otra vez nos vimos sorprendidos por un entrecot con un corte mas que generoso y de una calidad buenísima con mucho sabor, llegamos al postre, quizás lo mas flojo, pero tampoco estaba mal, un platito de fruta del tiempo con dos bolas de helado de turrón y leche merengada, café y un par de gin tonics para acabar de rematar lo que había sido una comida excelente.

Un restaurante mas que recomendable, nos sorprendió gratamente volveremos.

Lo conocí a través de esta página y aunque no tenía ningún comentario, por encontrarse en la zona a la que iba a dedicar la mañana, lo elegí. Quizás también el título.

Es de esos lugares dignamente decorados, dignamente limpios y dignamente atendidos.

El propietario es un auténtico anfitrión que hace que te sientas a gusto desde el momento de cruzar el umbral.

Es un menú cerrado en el que el plato principal es la carne dignamente tratada. Dos precios: Uno para piezas normales (entrecot, solomillo...), no llega a treinta euros todo incluido (bebida a discreción, postres, café). Y otro para piezas grandes como el chuletón de Ávila o gallego), por menos de cuarenta.

Entrantes de langostinos, foie gras, etc. y luego el plato principal.

De verdad que es DIGNÍSIMO en todos los aspectos.

Le prometí al propietario que haría un comentario cuando fui a comer con mi hijo y mi chica, y he tardado más de dos meses. Sé que me lo va a perdonar.

Vinos bien elegidos, cerveza bien tirada... En fin, que es un lugar al que merece la pena ir.

Tiene otro local en Valencia en la Carrera En Corts que gerencia el padre.