Cuando uno entra en el restaurante de Ximo Sáez se abren las puertas de un mundo de sabores deliciosos. Ximo ha sabido darle a su cocina ese toque entre tradicional y sofisticado, con toques de originalidad y matices sólo reservados a los maestros de la buena cocina. Sentarse a una mesa con los manjares de Ximo no es comer... es saborear, degustar, paladear, sentir cómo lo bueno de cada ingrediente se funde en algo delicadamente delicioso, de gran exquisitez, muy agradable.

El restaurante Ximo Sáez es un rincón tranquilo, elegante, íntimo, cálido y muy agradable donde ir sencillamente a disfrutar. Si uno se empeña en querer encontrar alguna cosa que no sea perfecta lo logrará, pero si va a disfrutar de sus sabores saldrá de nuevo por sus puertas con una gran satisfacción y con ganas de regresar lo antes posible.

Y por si esto fuera poco, la calidad humana y el trato de este joven aunque experto cocinero es uno de los mejores ingredientes con los que sazonar nuestra estancia en este más que recomendable restaurante. No hay más que conversar con Ximo unos minutos para contagiarse de su amor por la cocina. Un sitio sin duda de visita indispensable para quienes saben disfrutar de lo mejor.

Enhorabuena, Ximo.

Segunda visita y pequeña decepción. Empecemos por lo negativo. En la carta hay demasiados fallos. No hay erizos, no hay gambas ni cigalas frescas, fallan dos carnes y varios pescados (se propone alguna alternativa); tampoco hay steak tartare. La explicación es ..."trabajamos mucho a mediodía y tratamos de no comprar en exceso para evitar el desperdicio"...No tengo nada que objetar y es un planteamiento legítimo pero a los clientes que vamos por la noche nos queda la sensación de comer las sobras del turno de la mañana. Más sencillo sería tener dos cartas distintas para cada turno. Ocurre lo mismo con la carta de vinos donde hay muchas referencias con la anotación de AGOTADO escrita a lápiz junto a la botella. Por último, la higiene de los uniformes del servicio de sala en un restaurante de este nivel no debería descuidarse pues ciertos olores pueden estropear la cena.
Lo positivo es que de lo que quedaba en carta casi todo lo servido estaba muy conseguido. Como entrantes tomamos
>Un aperitivo de mousse de patatas bravas con un sabor y textura muy suave.
>Buñuelos de bacalao (bien de sabor pero muy "gomosos" ¿recalentados?).
>Viera con salsa de queso y crujiente de jamón (mezcla de sabores lacteo+carne+mar muy rica).
>Yema de huevo sobre crema de patatas y setas (para mi gusto algo insípido).
De segundo taco de ternera de buena calidad aunque escaso para el precio. Otros comensales probaron el crujiente de cigala con caldo de ensalada valenciana y al parecer gustó mucho (aunque igualmente les parecía escaso)
Para terminar el postre que en mi caso fue un sorbete de mojito con un sabor fresco que me ayudó a rebajar la cena. El resto pidió repostería (coulan de chocolate con Baileys y helado de ¿horchata? con crujiente de galleta). A todos les gustó su elección.
Para beber un magnun de Baron de Chirel 2001 decantado y en su punto de temperatura y en su punto de evolución. Precioso color, nariz suave y un paso por boca sin estridencias, sedoso. Decantado y servido con puntualidad.
Para terminar whisky, cafés y mignardies de chocolate con sal (mezcla curiosa pero que hace un magnífico contraste para el café).
Mantelería, copas (Riedel) y resto de instalaciones a buen nivel. Sillas cómodas y local agradable que da sensación de recogimiento.
En resumen precio algo elevado debido al vino (170.-eur por el magnun pero yo diría que todos los vinos están algo caros) y también debido al tamaño de las raciones.

Pequeño restaurante muy cerquita de los Palau´s, donde la comida habla pos si sóla. Pedimos menú degustación comentándole a Ximo si el mismo incluía algún plato de arroz, pues tiene fama da hacerlos excelentes. Nos dijo que sí, que podía quitarnos el plato del pescado y la carne e incluirnos uno de arroz. Empezamos con un aperivo y seguidamente nos trajo la crema de patatas bravas, muy lograda; seguimos con unas croquetas de chipirón, muy buenas también; a continuación vieira con queso y crujiente de jamon, una combinación muy acertada donde la viera pierde un poco de protagonismo; el siguiente fue una crema de setas con foie ¡Ummmmmmm! super bueno; para finalizar un arroz meloso con pato y canela, en su punto y buenísimo. Para rebajar un sorbete mojito y de postre una especie de couland de chocolate con una crema de bailays por encima, los petits fours, y los cafés. Para beber pedimos agua (teníamos que conducir) y copas sueltas de cava catalán y vino de Requena, nada destacables pero es lo que había empezado. La vajilla impactante y la cristalería Riedel. El servicio muy bueno y muy atento, incluso Ximo se desesperaba por antender a todos los comensales y que ninguno se quedase o se fuese descontento,el servicio se puede comparar perfectamente, dentro de su medida, a un restaurante de tres estrellas. Por poner un pero y aunque tampoco es necesario, decir que les falta simplemente la atención de coger los abrigos y llevarlos a un armario para que no se queden tirados por las sillas. La decoración del local bien con unas grandes sillas y un espacio en las mesas, para lo pequeño que es, muy amplio.
RESUMIENDO: Un restaturante muy a tener en cuenta en Valencia donde la relación calidad precio está más que acertada. Saludos.

Restaurante de decoración clásica, con buenas mesas y separación, excelente menage de mesa en general, solados de marmol y un estupendo mueble de vinos a la vista. Solo el techo de tipo desmontable quedaría algo falto, pero esto es por rizar el rizo.

Hay que destacar el servicio de sala, profesional, atento y conocedor. Con la justa conversación a demanda nuestra. Nos traen la carta y la lectura de los platos anima el espíritu y te predispone para una fiesta. De aperitivos un fino y un martini y nos traen una crema de patatas bravas que, si no fuera por el hambre que uno lleva cuando llega, pues no vale nada. Nos sirven dos tipos de pan diferentes.

Pedimos al centro Flor de huevo de granja que cosistía en una crema con patata y setas y la yema de un huevo arriba, bueno de sabor, sabroso, pero que no inventa nada. Luego un crujiente de cigala rellena de algas, rica pero pequeñita pequeñita por 12,40 mas iva. Para plato fuerte un curioso arroz meloso de carabineros, algas y erizos que, sin resultar especialmente destacable, tiene por su sabor, ese punto diferenciador de arroces mas tradicionales. Comentar que el servicio aquí ya rozó la perfección, pues te presentan el arroz en una cazuela de barro y te lo emplatan delante de ti, pues al repetir, nos cambiaron de nuevo platos y cubiertos.

De postres Sorbete de Mojito realmente bueno y una tarta de chocolate de excelente sabor pero no nos terminó su textura. Cafes.

La carta de vinos es realmente buena y tienen varias cavas en la sala para diferentes vinos y temperaturas. La mejor es la que está enfrente, que consiste en ocho cavas con terminación en madera formando entre todas un solo mueble. El vino practicamente no se ve, pero se intuye lo que allí hay. Los precios mas que correctos comparados con el resto de la carta. El servicio perfecto: presentación, temperatura, envinado, cata, cubitera y servicio permanente a copa. Tomamos un cava valenciano que no conocía, el NODUS Brut Nature que acompañó perfectamente toda la comida.

Sitio recomendable con precios algo elevados.

Segunda visita a este (para mí) nuevo restaurante en Jaciento Benavente. Nos quedamos con un muy grato sabor de boca en nuestra primera visita. Quisimos repetir para confirmar o no al buen sabor dejado y todavía salimos más convencido de haber descubierto, para mí, uno de los mejores restaurantes de Vcia con una fantástica RCP.
Pedimos de nuevo menú degustación para dejarnos soprender una vez más. Pedimos que no se repitan los mismo platos y así lo hacen; A excepción, por petición nuestra, de los buñuelos de bacalao... Exquisitos. Casi para llorar.
Crema de patatas bravas de inicio. Muy conseguido. A continuación los bueñuelos ya comentados. Seguimos con un crujiente de cigala con pasta kataifi. Riquísimo!! Continuamos con una vieira sobre crema de queso y con virutas de jamón de Guijuelo. En este momento debatíamos sobre la conveniencia de hacer la ola en la mesa. Muy muy bueno. Bacalao, tipo vizcaína, con una salsa de pimientos choriceros que está exquisito.
Hasta aquí los pescados. Nos queda para rematar, unas láminas de secreto ibérico con una cama de patata.Quizá algo hecho el secreto, pero muy muy rico.
A continuación, para desmpalagar, un sorbete de mojito, muy bueno, y como postre una especie de Couland de chocolate con una crema de bailays por encima. Para mí lo más flojo. Todo el menú, 45eur por persona. Me parece un gran menú a un precio ajustado. Acompañamos la cena con un champan Bunchet, que tienen de la casa. Debo decir aquí que me pareció algo caro, puesto que fueron 54eur. si no recuerdo mal, y lo pedimos sin que esté en la carta, porque lo recordábamos de la anterior vez que nos lo dieron a probar. Me animé a pedirlo porque cuando me interesé por él en mi anterior visita, cuando ceamos con un Dominio de la Vega Brut Nature, nos encantó este champán, y nos comentaron que estaba en la misma línea de precio en carta que el cava (unos 26eur. creo recordar) y que lo tenían de la casa.
Este es el único punto que me lleva a puntuarlo con un 8,5 en lugar de un 10! Por lo demás, se lo recomiendo a todo el mundo que quiera ir seguro a "dar en el clavo".
Un saludo a todos.

Me siento la oveja negra al leer los demás comentarios.
El local decorado, según mi punto de vista,con un aire retro o victoriano, colores rojos en las lámparas. Mesas amplias, bien vestidas y equipadas. Sillas impresionantes, por su tamaño. Luz muy tenue.
La carta es interesante, al ver los precios pensé que iba a comer de maravilla, pero me quedé un poco desilusionado, una vieira con salsa de queso por 12 euros bastante normalita, el erizo gratinado que nos sacaron estuvo bien, el San Pedro algo pasado de plancha y acompañado de verduras al papillote 22,68 euros, tres lomitos de salmonete con foie, cebolla carameliza y huevas de erizo, algo faltos de sabor los salmonetes 23,43 euros. En total estos cuatro platos 70,50 euros. Nos obsequiaron de entrada con una crema de patatas bravas que estaba muy buena.
Los postres no consiguieron despegar, si acaso el pudin de fartons lo mejor.
Acompañamos la cena con un Belondrade y Lurton, agua,cafés y dos copas de Anselmann TBA.
Total con iva 151,94.

http://www.ojoalplato.com/archives/1695

Viernes a medio dia , recojo a los niños del cole y no me apetece cocinar . Donde comemos ? Teniendo en cuenta las edades de los niños ( 8,7 y 5 años ) y el calor que hace debería ser un sitio bien climatizado y con carta flexible y receptivo con los niños . Nos dirigimos hacia Ximo Saez , nos ubicamos en la sala privada del fondo ( así mientras comen , los niños ven Disney Chanel en la gran TV ) . Tomamos de entrantes : espuma de patata brava , langostinos rebozados y buñuelitos de bacalao . Se lo comen de maravilla . Como plato fuerte arroz a banda ( buenísimo ) y uno de los niños espaguetti bolognesa ( que salsa tan buena ) . De postre , helado de galleta ( espectacular ) los niños y yo tarta de chocolate . Definitivamente , es compatible con los niños .

Primera visita a éste tan recomendado restaurante,no defraudó la noche del sábado.Empezamos con un pequeño aperitivo de espuma de patatas bravas a la cuál he de aplaudir,seguido de lo buñuelos de bacalao tan famosos de éste local (enhorabuena),como segundo entrante pedidmos el foie con colmenillas del cuál nos enamoramos,como como plato principal el steak tartare y un lomito de bacalao,todo un espectaculo,finalizando con postre ( tarta de manzana y sorbete de melón, no dejeis de probarlo ).El vino elegido fué un Enrique mendoza Santa Rosa 2004,un suspiro a nuestros sentidos. El trato inmejorable,gracias por hacernos una velada tan especial a todo el equipo de Ximo Sáez. Quizás un puntillo muy pequeñito en contra són los precios de los vinos algo elevados,por lo demás,sobresaliente. Volveremos

...Y volvemos a por el arroz al horno...Comida de jueves . Empezamos con dos entrantes : gazpacho de remolacha y berberechos al vapor ( ambos muy buenos ) . Como plato principal y estrella , por fin arroz al horno !!! En cazuela de barro y raciones super-generosas ( casi dos platos cada uno ) . Impresionante , que sabor !!! Me he viciado , una referencia para los arroces en Valencia .
No tomamos vino , comemos a base de cervecitas y agua . De postre y teniendo en cuenta el calor que hacia hoy : sorbete de mojito .

Volvemos a Ximo Saez tras la pequeña reforma sufrida . Miercoles noche , mesa para seis en reservado ( redonda que caben hasta 8 pax , con pantalla tv que utilizamos para ver el Barca-Sevilla ). Muy bien atendidos por David y Ximo . Empezamos con cervecitas y unas tiras de patata con aceite de trufa blanca ( buenísimas ) . Como entrantes: espuma de patata brava , seguimos con solomillo de salmón marinado con aceite de vainilla y micro brotes de brocoli . Acabamos con un arroz espectacular : en paella , seco , de sepia sucia de playa con gamba de costa y crujiente de cebolla ( impresionante ) . De postre , sorbete de mojito ( muy bueno ) . Regamos la cena con Perro Verde ( Rueda , Verdejo ) y Rafael Cambra I . Muy buenos cafés y gin tonics preparados por nosotros al gusto .
Desde luego , todo un placer volver . Ximo , ves preparando ese arroz al horno que comentamos ayer , que hay que probarlo....