Local ya descrito por otro forero. Lo primero la atención del camarero: un profesional. Observó. Se dio cuenta que no era comida de negocios y se “adaptó” al buen momento que deseábamos pasar. Éramos 3 y nos pedimos 3 manzanillas. De primero, 2 de alubias de Tolosa en cazuelitas de barro, y alcachofas (frescas, por supuesto) salteadas con jamón. Un entrecot, en su punto. Y la degustación para 2 de bacalao: 4 recetas, y te indican/aconsejan el orden para comer, empezando por un ajo arriero, normal, luego el de la casa, sabroso, después el pil-pil (el que más me gustó) y el cuarto, al horno, con huevo. Un sorbete y unos piononos. Y un GT. Agua.
Para el vino, pedimos un Prieto Picudo, y el camarero puso cara de desolado: había servido la última el día anterior. Pero a la vez estaba “contento” porque se puso a comentar lo agradable que le resulta encontrar gente que quiere probar otras cosas, porque la mayoría va a lo conocido, para no fallar. Interesante y animado intercambio: me dio que pensar que a veces no hay oferta de variedad de vinos porque muy a menudo no hay demanda… Nos propuso un Mencia, y disfrutamos de un Viñadecanes (2 botellas se abrieron-que no terminamos, por poco, también es verdad). Recomiendo el sitio si andáis por la zona. Y con suerte puede os encontréis con el mismo camarero.

Restaurante ubicado en pleno 'meollo' madrileño, entorno en el que podemos encontrar una amplia oferta gastronómica. Disponen de aparcacoches.

Un entorno interior agradable, bien acondicionado. Esta última vez que he ido ha sido la que mas satisfecho he salido. Finales de julio cuando por Madrid ya comienza a notarse el periodo vacacional y es más agradable ir a un sitio a comer, que no esté hasta arriba de gente.

La especialidad es el bacalao, lo preparan de diversas formas.
Nosotros, después de comartir unas riquísimas croquetas de bacalao y un plato de ibéricos servidos con pan tostado y tomate, probamos la degustación de bacalao (min. 2 personas), que contaba de 4 preparaciones diferentes: al perfume de ajos tiernos, que viene recubierto de una capa de beschamell con mahonesa, muy rico pero muy consistente, se hace pesado para pedirlo uno solo; bacalao al ajo arriero, bastante bien, muy suave; bacalao al pil pil, el clásico, bien; y bacalao de la huerta, elaborado con pisto, el mejor para mi gusto, muy sabroso. De postres sorbete de mandarina, helado de turrón y una deliciosa tarta de chocolate amargo.

Carta de vinos mejorada, sin ser nada del otro mundo pero contiene suficientes referencias para acompañar la comida (predominio de riberas y riojas). Probamos una botella de Mestizaje 2006 servido en copas correctas y a una temperatura perfecta.

Servicio atento y cordial durante toda la comida.

Si les gusta el bacalao, este es un sitio que deberían conocer.