Restaurante bien ubicado y de cuidada decoración oriental.
Compartimos mesa con Juan Such así que el menú queda explicado en el anterior comentario. La calidad del sushi es bastante buena, con las elaboraciones de tamaño adecuado (de un solo bocado), bien trabado el arroz y buena calidad del pescado. Del resto del menú destacar los platos de plancha que, junto al espectáculo del maestro teppanyaki, suben el nivel del menú. Destacaría la anguila, elaborada también en plancha, de excelente sabor y consistencia.
Nada que añadir a la carta de vinos y correctas las copas.
Como siempre en este tipo de locales, servicio atento, discreto y diligente. Lástima que no se pueda parar el "fuego a discreción" de platos, que te hace comer a un ritmo mayor del que sería deseable, pero sin lugar a dudas es un práctica cultural y extendida que debemos asumir los occidentales.

Muy recomendable y por encima del nivel del resto de teppanyakis masivos que no paran de florecer por la ciudad.

Restaurante japonés que cuenta al entrar con una pequeña barra al lado de la plancha, un comedor principal bastante convencional y unas coquetas habitaciones privadas (Tatami) con las puertas y paredes típicas de papel y la mesa a la altura de los tobillos. En esta primera ocasión fuimos a ver trabajar al lado de la plancha teppanyaki. El restaurante estaba vacio a pesar de ser un jueves noche. Servicio muy amable y atendidos en Kimono, algo que se agradece. La carta de vinos es muy limitada, como suele ser desgraciadamente habitual en este tipo de establecimientos orientales de gama media-baja. Pedimos cerveza Sapporo. Respecto a la comida, optamos por pedir el menú Hukkaido (para 4 personas, 75€) y, además, un plato de anguilas a la plancha (15€). La calidad media está bien, destacado los platos de plancha y unos rollos de carne muy sabrosos. Da gusto ver cómo prepara los platos el joven cocinero. El té verde japonés muy flojo, de los que necesitan azucar para poder beberse. En conjunto, una experiencia agradable y otro más a añadir a la lista de restaurantes de cocina oriental a tener en cuenta en Valencia. Volveremos para probar la experiencia de comer sentados en el suelo de una habitación privada.