Restaurante Ramón Freixa Madrid en Madrid
Restaurante Ramón Freixa Madrid
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
80,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
130 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
6.4
Una ensalada en texturas
San Pedro con crema de ruibardo
El mural trampantojo
Opiniones de Ramón Freixa Madrid
OPINIONES
16

Nueva visita, y creo que pocas más.

Estaba esperando a ver si me enviaban detalle del menú y del vino consumido para poder indicar con más detalle lo comido y lo bebido. Pero no he recibido la información prometida.

Falla de memoria por mi parte a la hora de comentar los platos?? No, pero es que ninguno de los platos consumidos nos llamó la atención, es más, llama más la atención la vajilla que lo que contiene.

El menú que pedimos no fue el más extenso, si no el inmediatamente inferior. Y poco más que añadir a lo comentado por Gerechev, salvo que en vez de cordero fueron unos lomos de ciervo, me parece, o algún cambio más, poco reseñable.

Me quedé con hambre. Y aunque te comentan que si es el caso lo digas, no es plan.

Buena separación entre mesas, muy bien vestidas, derroche de vajilla y cubertería.

Servicio de sala atento y pendiente, muy amable.

Servicio de vino al nivel mínimo esperado, cartas extensísimas, así que mejor dejarse recomendar, en nuestro caso cava para empezar, Torrelló, un blanco malagueño moscatel seco, muy bueno (aquí sí que es falta de memoria) y un Abadía Retuerta Selección Especial. Para los postres un moscatel que ni fú ni fa (tampoco recuerdo el nombre).

Lo del agua en jarra no es de recibo.

El pan tan alabado, el de aceite salado hasta decir basta, y el resto no me llamo la atención.

En términos generales un continente de lujo para un contenido flojo, flojito

Pero que si te acuerdas más de la loza que de lo que has comido....

Segunda visita a Ramón Freixa Madrid, y segunda ocasión en que el señor Freixa no se encuentra en el restaurante. Hay que recordar que no se trata de una asesoría del cocinero, sino –supuestamente- de su restaurante bandera en la actualidad.

El servicio es muy eficaz, aunque un tanto distante, y la carta de vino es enciclopédica, con unos precios X2, aproximadamente.

Tiene buenos de talles, como los Snacks previos o la Dulce Espera (pequeños bocados dulces que sirve antes de los postres), un buen cesto de panes fabricados por el padre de Ramón, o el cambio de servilletas antes de los postres.

Ofrece, aparte de la carta, varios menús, destacando en la actualidad uno de caza y trufa (120 E), y dos menús degustación (80 y 95 E respectivamente), con un aperitivo, dos o tres entrantes, carne, pescado, quesos cocinados y postre/s.

Antes de empezar el menú sirven un par de Tejas (de cacao y arroz inflado) y un surtido de Snacks para comer con las manos: una serie de pequeños bocados (esponja de parmesano, pequeña croqueta de pimiento, la perla…), más vistosos y divertidos que interesantes desde el punto de vista gastronómico.

Como aperitivo nos pusieron un Ravioli de patata relleno de butifarra negra, con la patata sustituyendo a la pasta. Sabroso, aunque salió algo frío.

Primer entrante: En el plato principal sirvieron un canutillo de perdiz escabechada, que se acompañaba (en dos cuencos diferentes), por un lado, de una esferificación de los jugos de la perdiz, y por otro, de un consomé. El mejor plato de la noche.

Segundo entrante: Vieiras a la plancha con alcachofa declinada (es decir, en tres presentaciones: crema, chip, y media alcachofa a la plancha), acompañadas de una “masa dura de trigo” (semejante a la polenta). Sabores intensos, aunque los ingredientes principales parecían ir cada uno por su lado.

Como pescado nos sirvieron mero (una ración mínima), con calçots (también en declinación: crema, a la plancha y chip). Acompañando en otro plato, un buñuelo líquido de romescu. El mero estaba un poco menos jugoso de lo que debería.

Carne: Cordero lacado con sobrasada y miel. Sabroso y tierno, sin más.

Quesos cocinados: de nuevo tres pequeños platos: Carpaccio de champiñón con queso. Queso del Pirineo francés con yogur de albaricoque, y Torta de Casar. Todos muy buenos.

Dulce espera: pequeños bocados dulces, bastante elaborados, previos al postre.

Postre: “Invierno”, de nuevo compuesto por tres pequeños platos que sirven al tiempo: pera asada, plátano frito y helado de aguacate. No nos llamó demasiado la atención.

Junto a los cafés sirven unos pequeños cuencos con perlas de chocolate blanco, chocolate relleno de pipas de calabaza, café y limón.

Aunque las raciones no son demasiado grandes, acabas lleno a base de los snaks dulces y salados, petit fours y tejas.

Local amplio, con mesas muy bien vestidas y vajilla de calidad. Mesas bien separadas. En la decoración, mosaicos en el suelo, espejos en el techo, una enorme fotografía de la Gran Vía Madrileña y un cortinón de color café frente a amplios ventanales.

Al final nos quedó la sensación de que Ramón Freixa Madrid es un buen restaurante, en el que se come bien y todos los platos están buenos e incluso muy buenos. Su cocina es sensata, respeta el producto y las tradiciones y, a la vez, es enormemente técnica y evolucionada. Pero, desafortunadamente para nosotros, no hubo nada que nos sorprendiese, entusiasmase o –mucho menos- emocionase, como se espera de un restaurante de esta categoría.

A la salida preguntamos por la ausencia de Ramón, a lo que el jefe de sala nos comentó que siempre estaba en el restaurante, pero que esa noche no se encontraba bien. Al comentarle que tampoco estuvo la vez anterior, nos contestó que los fines de semana suele tener más compromisos en Freixa Tradició (restaurante supuestamente a cargo de su padre), y que si ve que el fin de semana va a ser tranquilo, se va a Barcelona.

2 Menú FRX (80 E c.u), 2 agua y pan (el agua ¿mineral? ¿del grifo?, servida en jarras comunitarias) (10 E), 2 copas de un muy buen champán francés del que no recuerdo el nombre (20 E.), 4 copas de Un Costas de Segre que envasan especialmente para R.F. (15 E), y 2 cafés (7,50 E): 212,50 Euros en total.

LO QUE MÁS NOS GUSTÓ:
- La cocina creativa pero sensata, que respeta la tradición y la pone al día con buenas materias primas.
- Todos los detalles, como los sacks dulces y salados, o el cesto de panes, dignos de su estrella Michelín.

LO QUE MENOS NOS GUSTÓ:
- La ausencia repetida de Ramón Freixa.
- El servicio, aunque académicamente correcto y eficaz, se muestra distante y algo automatizado.
- Cierta frialdad, tanto en el ambiente como en la propuesta culinaria.
- Las raciones no son muy abundantes, aunque se acaba lleno con tanto snack y petit tours.

NOTA: La calificación que otorgaríamos a la cocina estaría más cerca del 8 que del 7, pero el sistema solo permite pasar del 7 al 8,5.

Primera visita a este restaurante.

Bonita decoración. Buen espacio entre mesas. Buena vajilla y cubertería.

Optamos por el menú corto dentro del largo a sugerencia suya, y menos mal porque llegamos al final casi para reventar. El otro hubiera sido demasiado para nosotros.

Buena comida con algunos platos muy buenos. Muy buen nivel en general subiendo sobre todo a partir de los entrantes.

Panes de varios tipo y todos buenísimos. Para comer y no parar.

Tomamos un par de vinos por copas a 10 € cada una. Gin tonic de gvine 15€. Gran carta de vinos con multitud de referencia y muy buen servicio del mismo.

En general muy buena primera impresión. Buen servicio con un solo pero, No se puede esperar más de 20m entre los aperitivos y los entrantes. Con todo, un sitio para volver.

Este fue el menú:

-Taja de cacao
-Teja de arroz inflado

- Aperitivos, plato con pequeños bocados

entrantes
-Pan cake de lentejas con mejillón escabechado y espuma de azafrán.
-Ravilois de patata rellenos de butifarra negra

primeros
- Galleta de boletus
- Hamburguesa de pato

Principales
- Corvina con coliflor
- Cordero a los cítricos.

- Quesos cocinados. Tres tipos

- Dulce espera.

Postres
-La estación: otoño. Castañas, boniato, manzana uvas y grabada.
-El goloso: chocolate. Leche, cacao, avellanas y azúcar.

- Chocolates.

Con la garantía de tener detrás una cadena hotelera de lujo también hay que decir que el trabajo se facilita pero los resultados no dan lugar a dudas.
restaurante con una decoración barroca y minimalista en algunos casos,varios menús en la carta con una opción para vegeterianos,tomamos los clasicos de Ramón,como los pica-pica,raviolis,texturas de tomate y chocolate con un alarde espectacular de técnica en ambos platos.los dulcespera muy originales aunque en nuestra mesa hubo debate de si antes o después de los postres.el servicio muy atento y profesional en todo momento.
el precio es acorde al producto pero si si tiene en cuenta en la calle que esta podría paracer barato, puede que ese detalle haya influído en la prematura estrella.
volveremos y puede que antes que acabe el año porque tienen un menú de nochevieja muy atractivo.

Ni kaka ni cristiano,el mejor fichaje de este verano ha sido el de ramon freixa.comedor elegantemente moderno, servicio espectacular(en madrid es dificil),una carta de vinos muy completa con precios asequibles y el sumiller ricardo sanabria que ofrece un servicio de los mejores de madrid discreto pero muy eficaz.ramon estuvo en la sala casi toda la noche charlando con los comensales y yo eso lo agradezco.vayamos a la comida: tienen menu degustacion de 65,75(vegetariano),80 y 90E.Al ser cena ramon nos sugirio que tomaramos el de 80 con un entrante menos y sin quesos que nos cobrarian a 75 E.Primero tomamos unos snacks fantasticos en presentacion y buenos en sabor, continuamos con un aperitivo(raviolis)y llegamos al entrante:las 10 maneras de comer tomate,plato muy original en las que te presentan el tomate en diez maneras diferentes y me parecio un juego increible de texturas y sabores destacando el helado de tomate.luego tomamos el pescado,un san pedro espectacular con un caldo que gelatiniza al instante,despues un CORDERO historico para terminar con la dulce espera y el chocolate 2oo9.5.para beber un venta la ossa 2006 y un gin-tonic de magellan.junto con zaranda mi restaurante preferido en madrid.

Esta semana, el martes para ser exactos Freixa abrío su restaurante. Una carta amplia que combina platos tradicionales suyos con platos más vanguardistas.El local esta decoado muy moderno, un trampantojo de la Gran Via detras de una ventana de cristal biselado y un espejo barroco en el techo hacen contraste con un comedor de tnos palidos y sobrios.
Cocina muy buena, yo no la conocía, sin duda volveremos.

Como siempre más fotos e información en :
http://www.noselepuedellamarcocina.com/2009/06/21/ramon-freixa-madrid-claudio-coello-67-telefono-917818262/

  • San Pedro con crema de ruibardo

    San Pedro con crema de ruibardo

  • Una ensalada en texturas

    Una ensalada en texturas

  • El mural trampantojo

    El mural trampantojo

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