Suelo ir a este sitio bastante a menudo, es un sitio bastante simple, con manteles de papel,servilletas y copas bastante flojas, pero para una cena de este tipo no se puede pedir más.
normalmente cenamos alguna ensalada,platos variados de montaditos, plato de huevos con patatas y jamón, alguna tarta de postre. normalmente regamos la cena con un vino de rueda ( el perro verde), el servicio únicamente es el descorche y darlo a probar.
no es una maravilla pero para una cena informal con amigos, sales bastante contento en lo que se refiere rcp
nunca he salido pagando más de 20€ y he cenado mas de 7 veces
Guiados por las opiniones nos lanzamos a reservar para 12 personas.
El local muy ruidoso. No se puede hablar casi del bullicio existente, normal todo son grupos y es lo que tiene. La decoración muy bien.
La cena fué un menú cerrado y la verdad es que no gustó. En casi todos los platos aparecia la patata. Carpaccio de pulpo con patata,
ajoarriero, en el que brillaba el bacaloa, pero por su ausencia, patatas a lo pobre con jamón y huevo,
Ensalada sosa y morcilla de burgos ( lo único potable).
La bebida incluida.
En la barra teneia buena pinta cosas para picar, por lo que creo que el menú es lo que no fué lo adecuado.
Acudimos anoche a cenar a este folclórico restaurante. Eramos una mesa de 11. Me decidí a reservar por los dos comentarios anteriores. Al llamar y reservar nos dijeron que nos ubicaban en un reservado que tienen dado que esa noche tenían previsto unas 100 personas en el local.... Estaba hasta la bandera!! Y este fué el único pero, que hacía el local demasiado ruidoso. Había hasta musica flamenca en vivo. Creo que lo montan así algunos días a la semana.
La cena fué toda de picoteo:
- Croquetas de bacalao y de jamón. Bastante ricas, mejor las de bacalao y enormes cada una.
- Carpaccio de gambas. Son al ajillo. Bien, normalitas...
- Patatas, jamón y huevos fritos. Muy rico y en su punto: las patatas caseras y ligeramente tostadas, los huevos en su punto de puntilla y el jamón correcto.
- Ensalada de tomate a rodajas con bonito. Quizás las rodajas de tomate excesivamente finas.
- Montadito de brie con jamón y frambuesa. (montaditos tienen de muchos tipos).
- Postre para casi toda la mesa.
- Aguas y cervezas varias.
El servicio joven, atento y correcto.
Como pongo por título, es un sitio ideal para una cena de amigos que te invita a sumarte a la fiesta y el ambiente del local para pasarlo bien.
Volveremos!
Cena para 5 personas en sábado noche (reserva previa). Conviene reservar antes y no ir muy tarde pues se pone hasta los topes. Trato desenfadado pero amabilísimo y con mucho respeto (nos repusieron un montadito que por torpeza mía se nos cayó al suelo y ofrecieron chupitos al final de la cena).
Acudimos tras leer el comentario de Álvaro porque nos apetecía una picadita (en nuestro caso no habíamos visitado previamente el tanto monta...). Antes de nada, indicar que en el servicio del vino todavía les queda un poco (a lo mejor es el camarero que te toque). Pedimos un angosto, servido a temperatura y dado a probar, hasta ahí bien, pero después llenaron media copa de cada uno de los comensales y hubo que pedir cubeta para mantenerlo a temperatura. Es, de serlo, el único pero.
Las tapas muy ricas, repetimos dos rondas de mini hamburguesas con lo que tomamos 10 (son lo que son, minihamburguesas), croquetas de bacalao (en su punto, crujientes, sin nada de aceite, con pedacitos de bacalao por dentro), solomillo trinchado con guarnición de patatas (la carne se deshacía en la boca), patatas con huevos (5) y jamón (es el plato que quizás menos destacaría pero cumplió sobradamente), 5 montaditos (cada montadito tiene 3 ingredientes y tamaño de 3-4 bocados para entendernos) y carpaccio de gambas (no lo había probado antes y me gustó). Todas las raciones son grandes, con lo que uno queda más que cumplido.
Para beber 4 dobles, 4 cañas, botella de el angosto, dos aguas y dos pocas de vino blanco.
Para terminar dos cafés, dos cortados y una copa de licor de café.
Como he comentado antes, 5 chupitos de mistela obsequio de la casa.
El precio lo incluye todo.
VOLVEREMOS SEGURO!!!!.
Un nuevo local de tapas en Valencia, de los mismos dueños del Tanto Monta con una filosofía parecida: tapas variadas, ricas y baratas. La diferencia de "La Flamenca" es que es bastante más grande y tiene una carta de vinos mejor, bien estructurada y con lo adecuado para el tipo de local.
Tiene zona de tapeo en mesitas altas (barriles de vino), zona sentados, algo en terraza y hasta un reservado. Decoración ad-hoc para la filosofía del local. También destacar la simpatía de los camareros (camarera en esta caso), siempre con una sonrisa.
Un sitio para ir a menudo.