El local es de los que me gustan. minimalista y con espacio entre las mesas, por cierto muy bien vestidas. Copas Vinoélite de Rona.
Buena carta de vinos, con bastantes referencias foráneas. Buenos precios.
De los platos destacar el sashimi, excelente, también el cordero relleno cocido a baja temperatura.
El personal con muy buena preparación, atento y amable, colaborando con discreción en la elección de los platos y de los vinos. Muy bien.
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detalle del comedor
He estado ya unas cuantas veces en Terravins, en un principio lo hacía sólo los fines de semana pero desde hace un tiempo uso también este restaurante con bastante asiduidad para comidas de empresa, el ambiente es relajado y agradable, y Enrique propone variedad de platos durante la semana para satisfacer cualquier gusto. Todo ello a un precio MAS QUE RAZONABLE para la alta calidad que ofrece. Recomiendo totalmente Terravins a nivel "personal-ocio" y por supuesto también a nivel "profesional-trabajo"
Mi primera visita a este restaurante no quedó reflejada aquí en Verema, pero fue muy de nuestro agrado.
Esta 2ª ocasión fue para probar el menú de mediodía con unos compañeros de trabajo. Primer entrante al centro unos chips de chirivía y boniato. Muy original. Entrante individual: revuelto de morcilla y manzana o verduras a la plancha. Ambos ricos. Plato principal: Arroz meloso con gambas. Arroz en su punto, y muy sabroso. Postre: Helado de gengibre con compota de manzanas. Muy bueno el contraste. Acompañamos la comida con un chardonnay borgoñón (fuera del menú), que lamentablemente olvidé apuntar. Copas Rona Vinoélite. Excelentes los panes caseros.
El servicio a cargo de Enrique Ferrer a la altura del resto, estuvimos muy cómodos y bien servidos.
RCP excelente puesto que no llegamos a 25 € por persona. El menú de mediodía (L-V) "sin extras" cuesta únicamente 15 €
Platos bien elaborados,el foie y el cordero lo mejor.
A la carta de vinos para mi gusto le falta un puntito más.
El local muy conseguido y tranquilo con decoración minimalista.
Servicio muy atento.
Conocí este restaurante por unos amigos asiduos a verema, nos gusto. Carta no mu extensa pero con platos elaborados, probamos el foie, riquisimo, bastante distinto, las sardinas marinadas en su punto. un cordero lechal relleno muy conseguido, la verdad es que estaba todo bueno, si hay que ponerle algún pero sería en los postres, no tenían gran variedad aunque estaban buenos, sobre todo una espuma de calabaza, y eso que a mi no me gusta la calabaza.
En el tema de vinos, yo no entiendo mucho pero vi como mis acompañantes disfrutaban como niños, probaron varios y según ellos muy curiosos, se dejaron asesorar por Enrique, el propietario, que aunque discreto, estuvo muy agradable
El local en general agradable, aunque yo no sea amiga de las decoraciones minimalistas, esta hecho con gusto. no se percibe agobio de gente.
De precio asequible, salimos a 45 €.
Comida de cumpleaños con mi pareja, decoracion moderna pero sin estridencias ni sensacion de carniceria. en resumen:
atencion correctisima:asesorando, aconsejando,etc.
entrantes de excelente presentacion y sabores sublimes.
carrillada de ternera como nunca la habiamos probado.
vinos: lista corta de caldos valencianos
gin tonic dejandome llevar por el maitre ESPECTACULAR
MUY BUEN RESTAURANTE PARA LA ZONA, RECOMENDABLE
He vuelto al restaurant de referencia y su valoración, trato, etc, han subido
Es un lugar discreto, fácil de encontrar y no muy lejos.
Enrique me ha atendido de maravilla. 1º una sepia braseada con albahaca, 2º conejo relleno de verduras con guarnición de arroz meloso de verduras al romero (textura ligera, suave y sabor exquisito). Postre: sobre crema inglesa hela do de chocolate blanco con violetas. Creo que ha sido una combinación perfecta, aunque me ha ha ocultado un bonito (que estaba fuera de la carta)
Vino: Un blanco, típico Chardonnay (J. Drouhin Saint Veran 2006. DO Botgoña), aceptable a una temperatura idónea. 7. Tinto Quinta Vale Do Maria 2003 D,O Douro ( mas 40 variedades de uva), sorprendente . En nariz heno frescura musgo, color cereza de media capa, buen escalón nariz-boca, quizás excesiva acidez que mata un poco el retrogusto 8. Jarrate 2005, Rioja (Abel Mendoza), tinto, tempranillo, no me ha sorprendido bastante tópico, 6
En su día dije que volveríamos a visitar a Enrique, y así lo hicimos. Servicio diligente y materia prima de calidad. Hay que dejarse asesorar por Enrique y disfrutar de su sabiduría enológica y gastronómica. Asesora sin mostrarse pesado y ello le aporta mayor calidad a lo que hace.Bien, al meollo... Como entrantes tomamos un carpaccio de vieiras (de increible textura) y foie al vino tinto (exquisito). Como platos principales, uno que hace honor a la fecha actual (inicio de Ramadán) cordero lechal relleno de cus cus y solomillo de buey con verduritas regado de salsa de soja (no recuerdo el nombre original). Acompañamos la cena con un Priorato, Clos Dominic Vinyes Baixes 2006 (31,5€). Postres: excelente brownie de chocolate y nuevamente reminiscencias árabes con un Knbel (relleno de queso de cabra, nueces y bañado en -creo- miel) más una copa de Boutritis.
Detallazo de Enrique, pues la vez anterior no le quedaba Ginebra y esta ocasión, además de acordarse de ello me regaló un gin tonic preparado de Martin Millers.
El único pero, solo habíamos cenando seis personas en el restaurante, pero bien quisieran muchos hacer lo que en Terravins se come y se sirve. Mucho ánimo.... volveremos.
En S. Antoni de Benageber, descubri por medio de un amigo del foro este sencillo a la par que mas que correcto rrestaurante. Para los de la zona LÈliana Godella, Rocafort, ...), ecasos de oferta gastronomica toda una oportunidad de disfrutar. El jefe de sala sabe lo que lleva entre manos y lo hace correctamente en un local apropiado y discreto con buenos, aceptables elementos. Maravilloso el foie, diferente a lo que normalmente se ofrece, un cordero espectacular. La comida nos fue maridada segun criterio y comida del maitre, cabe destacar el vino que se sirvio con el foie, Domaine Deux Vallés Le Clos de la Motte 2005 (estupendo y adecuado)De Blancos Gaba Do Xil 2006 y Neil Ellis Chardonnay (bastante aceptable) y de tinto Prima 2005 de Toro que le faltaba botella. Con el pstre -chocolate- Fondillo G.R. 1980 S. Boveda.
En resumen una agradable sprpresa, y un lugar para seguir y repetir
Restaurante descubierto a traves de Verema. Decoracion minimalista, con muy buena separacion de mesas y ambiente comodo. Adecuada manteleria, cuberteria y vajilla. Copas aceptables , pero demasiado versatiles (solo hay un modelo). Cocina creativa con buena materia prima y estupenda conjuncion de sabores.
Hemos tomado menu desgustacion con platos muy buenos en general, con especial menicon a l foie , que es totalmente diferente al que poseen la mayoria de los restaurantes, siendo muy original y con profundo sabor. Destaca tambien el guiso de sepionet con verduras, muy conseguido y con una potenciacion de los sabores.
Bacalao , quizas lo mas flojo, para mi gusto estaba pasado un poco de coccion, acabando con un cordero relleno de cuscus que era absolutamente meritorio. Muy buen postre de chocolate-chocolate.
Servicio de sala muy agradable, dispuesto y profesional. Cara de vinos muy correcta y , sobre todo, muy original. Servicio del vino muy bueno, nos hemos dejado a aconsejar por Enrique, propietario y jefe de sala y, la verdad es que ha acertado en todas sus elecciones. Se nota que se siente pasion, no solo por el vino, sino por agradar y compalcer a sus clientes. Hay ilusion y eso se trasmite.
Muy buenos los panes.
Absolutamente recomendable.