Personalmente creo que es el mejor restaurante japones que tenemos en madrid, y se agradece los toques de fusion mediterranea que ofrecen.
Recomiendo probar las costillas de wagyu en salsa teriyaki, el tartar de toro con angulas o los nigiris con huevos frito de codornoiz con trufa.
Excelente bodega de vinos, aunque optamos por comer con sake.
Terminamos sorprendiendonos con la presentación de los postres, como el jardin japones.

Las mesas algo juntas, para un local de esta categoria. Estaba lleno (y doblaron algunas mesas... ¿crisis?) El servicio amable, pero un pelin lento. No vi ningun sumiller. Tomamos un Billecart-Salmon demasiado templado para mi gusto. La carta de vinos impresionante; de las mejores que he visto en calidad y cantidad. Tomamos el menu kabuki que se supone que es lo mas representativo. La ensalada correcta, los platos de de atun crudo idem (nothing to write home about). Los otros sashimis no estan mal, con el truco de poner una reduccion de trufa blanca que es lo que da gracia a la cosa. La gamba gorda con gabardina japonesa, rica. Dos platos si sobresalen. El excelente (y muy escaso) tempura de ortiguillas de mar (como en Cadiz, pero en finolis) y el lomo de wagyu, perfecto de punto. El postre de chocolate con churros esta rico, pero me parece un error despues de ese tipo de comida. En resumen, una carta de vinos colosal que justifica la vista. La cocina, a esos precios, no.

Nos animamos unos amigos a ir al Hotel Wellington para conocer este restaurante del que tan bien se habla por aquí.
Nos llevamos una magnífica impresión para ser la primera vez que comemos cocina "asiatica", pero con tan buena materia prima es casi imposible hacerlo mal.
Trato amabilísimo por parte de todos los que nos atendieron, especialmente nos gustó el pargo y una presa ibérica con un punto de cocción perfecto.
No recuerdo muy bien todo lo que comimos y bebimos pero todo muy bueno.
Sin duda un gran restaurante, en un gran hotel, de una gran calle de Madrid.

Reconozco que no soy un experto en japoneses, pero tonto tampoco creo ser.

En primer lugar, el cliente no tiene la culpa de que el maitre esté enfadado por algún tema. Pero este señor no´nos trató nada bien, rozando el desprecio y la mala educación. Además de que carece de capacidad explicativa y paciencia,cualidades, entiendo, indispensables en un buen maitre.

El ambiente muy cuidado, cómodo y con luz ténue, pero suficiente.

Después, la comida muy muy escasa. He ido a muchos japoneses muy buenos en mi vida y nunca había comido tan poco en mi vida. Todo hay que decirlo, todo lo que tomamos, muy bueno, pero RCP muy mala. 65 euros por cabeza sin vino, saliendo con hambre, no me parece ni mucho menos para repetir.

No volveré.

Es sin duda el mejor japonés de la capital. Pedí el menú de 85 euros (IVA y vinos aparte) y resultó una experiencia muy recomendable, aunque hay que dejar claro que las raciones fueron algo escasas.
El servicio muy amable y atento.
Lo peor fue la tardanza entre plato y plato.

Tercera visita a Kabuki y segunda a Kabuki-Wellington. Restaurante de Fusión con fundamentos japoneses, definición que sabe perfectamente Ricardo Sanz. El nunca comenta que realice cocina japonesa tradicional. Buena calidad de la materia prima, esencial en este tipo de cocina. Ensalada, sushi, sashimi, tempura... Repetimos en el menú Kabuki, muy interesantes las texturas, el único pero fue la temperatura del buey Wagyu y lo magistral el salmonete con trufa. Acompañado de André Clouet, aunque como recomienda Juancho Asenjo, coautor de la muy interesante carta de vinos, lo perfecto hubiera sido un buen riesling. El precio del menú es de 85 €+iva. Experiencia recomendable para personas sin prejuicios, ni etiquetas.

Magistral. Ricardo Sanz, un suchiman de muchos kilates nos transportó a un Universo de sabores, texturas, calidez, diseño, perfección formal... dificilmente igualables. Cocina con mayúsuculas.
¿Es el mejor restaurante de fusión japo-española de todo el pais? No lo puedo saber ya que no los he visitado todos... Pero, no me extrañaría, no. Altisimamente recomendable. Intenten por todos los medios lícitos posibles reservar uno de los siete comodisimos taburetes que te dan una visión estratégica de la que acontece tras la barra. Carta de vinos blancos y champagnes excepcional, ordenada por precios, muy bien estructurada.
2 packs, con menu kabuki (amplisimo, una botella de Gramona Rosado + 2 cafes): 218 euros.
Tiene una entrada independiente por el lateral del hotel Wellington. Solicito abra delegación en la Comunidad Valenciana, en donde este tipo de cocina NO tiene representación digna de reseñar.
Ahh, es la primera vez que doy tres dieces, soy muy tacaño puntuando, que le vamos a hacer...

Teníamos reserva hace dos semanas, hemos ido en medio de la lluvia publicitaria de este semana.
Local amplio y con un diseño moderno.
Elegimos el menú Kabuki (mezcla de platos japoneses clásicos con fusión mediterránea), cada menú es para un mínimo de dos personas y así se sirve en fuentes para compartir, las porciones son pequeñas y creo que el menú se queda corto en cantidad, recomiendo el pez mantequilla con trufa y la hamburguesa de kobe con tomate y los churros con chocolate de postre.
El servicio correcto atendidos en todo momento por Paco, con algunas esperas entre plato y plato, intentaron "colocarnos" por el postre de churros con chocolate dos pequeñas bolas de sorbete de mandarina y mango y los bombones de "oriol" no aparecieron, tienen que ajustar algunos pequeños detalles en el aspecto servicio.
Tienen una carta muy amplia especialmente en vinos blancos y champán, la mayoría extranjeros, empezamos por un champán de pequeños productores y un riesling austriaco.
La mayoría de los platos me dejaron frío, para el tipo de cocina de fusión me inclino por diverxo.
El menú Kabuki 85€+IVA, aparte el vino.