Restaurante Casa Maruja Botas en Castrillo de los Polvazares
Restaurante Casa Maruja Botas
País:
España
Provincia:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
21,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
22 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
-
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
8.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.0
el pueblo
vaya show¡¡
Opiniones de Casa Maruja Botas
OPINIONES
5

REserva para 6 personas con mas de un mes de antelacion.

El sobrino de Maruja ha cogido el relevo en lo que a reservas  y servicio se refiere  y hay mas agilidad aunque claro se ha perdido algo de encanto. Maruja sigue alli entre las mesas y nos recibe . Nos regaña cuando  comemos  el  cocido sin el "orden maragato" y sigue aportando su hiperactividad y gracia.

Esta vez llevamos nuestro vino ya que el que ella tiene deja bastante que desear. 

El cocido sin comentarios.  Los  mejores garbanzos probados jamas. Mantequilla  pura a la vez que enteros. Las natillas tambien de 10.

21 euros  por persona

En resumen,  lo  mas autentico y rico en cocido  maragato

Y empieza el desfile del Cocido Maragato (2) a su ritmo y manera:

Fuentes llenas de morcillo de vaca, tocino, chorizo, gallina, relleno y algo más que ahora no recuerdo, en número de al menos 3 de cada y en otros platos más pequeños oreja y morros del cerdo. Todo acompañado de unos tomates en rebanadas aliñados con un fenomenal aceite, que nos presentó en la mesa al unísono con los otros platos referidos.

Qué bueno estaba todo, que gelatina las orejas y el morro, la carne de la gallina nada se parece a lo que encontramos en el mercado a día de hoy, un gran nivel el morcillo y que jugoso el relleno. El tomate con su aceite de los excepcionales.

Comimos como si figuradamente viniesen los franceses y tuviésemos que salir pitando.

Y siguiendo con su ritmo, llegan los garbanzos con el repollo en otras fuentes: mantecosos, sabrosos, supongo que hechos con tiempo, buena mano y mimo, no en vano nos comenta Doña Maruja que se levanta antes de las 5 de la mañana el día que prepara el cocido.

Y llega la sopa, presentada como debe ser, en una sopera honda, de la que hay que servirse. La sopa está concentrada y sabrosa, pero ojo, no grasienta. Y a pesar de lo que ya se pueda suponer, entraba como si la hubiésemos comido de primer plato, para entonar.

Pero ya sabéis que una comida sin postre, no es comida, independientemente de lo comido anteriormente: y llegaron las natillas, en un bol, gordas, con sus galletas acompañando encima y al lado un bizcocho maragato, pues la comida y el remate se lo merece.

Y si, sin postre una comida no lo es, ¿sin café?

Pues llegó el café de puchero, con una botella de aguardiente de orujo al lado, para limpiar y rebajar evidentemente. El café como podéis suponer muy bueno y el aguardiente, era quizá el mejor que he probado.

Extraido de: https://www.verema.com/blog/con-sincio/1201655-cocido-maragato-dona-maruja-botas-sus-guindas

Es su casa, y en ella entra quien ella quiere.

El cocido maragato más famoso y exclusivo del mundo lo toma sólo quien decide doña Maruja Botas Salvador, toda una institución en Castrillo de los Polvazares, en Astorga, en León… y más.

Por eso… nos costó reservar. Éramos un grupo de 8, le caímos simpáticos por lo que sea… y nos aceptó, pero tuvimos que utilizar todo nuestro bagaje comercial para conseguirlo.

Nos esperaba en la puerta, sentada en la poyata de su casa (sin cartel o distintivo alguno), una típica casa maragata, muy cuidada, que hace las veces de restaurante.

Pese a que el suelo, con desniveles, es de una mezcla de piedra y tierra apelmazada del color típico anaranjado de la zona, se notaba todo impoluto, una limpieza palpable.

Mucho más simpática al natural que por teléfono (dónde vas a comparar), medio por el que me costó Dios y ayuda entenderme con ella.

La habitación-salón donde se ubican las mesas no puede tener más regusto, más encanto, más tipicidad: fotos de famosos se amontonan en ella alternándose con artículos de prensa y escudos de armas y de batallones.

Cuando las ves detenidamente… ¡pero si por aquí ha pasado la flor y nata de la sociedad española de las últimas dos generaciones!

¿Y qué comimos?

Pues cocido maragato, el cocido que se come al revés. No hay otra posibilidad.

¿Y de postre?

Pues natillas. No hay otra posibilidad.

¿Y los petit fours?

Pues sí, los había: unas guindas. No había otra posibilidad. Bueno, sí: te daba una, dos o tres, según cómo te considerase.

¿Y qué bebimos?

Pues lo que había oiga, un vino de mesa de tapón de plástico transparente de esos de los de antes. No hay otra posibilidad. Y un orujo casero. No había otra posibilidad.

¿Y quién cocinó?

Pues Maruja Botas, con la ayuda de una paisana.

¿Y quién nos sirvió?

Pues Maruja Botas, con la ayuda de una paisana.

¿Y de qué hablamos?

Pues de mil cosas, siempre con Maruja Botas presente, deleitándonos con su desparpajo y enriquecedora conversación.

¿Y qué pagamos?

Poco, muy poco. Esta experiencia es impagable, no se paga con MasterCard. Es como adentrarte en un poquito de historia.

No me voy a extender más pues el interesantísimo desarrollo de esta entrañable vivencia y la valoración gastronómica detallada la hará próximamente Argug en su blog “Con Sincio”, pero ya os avanzo… ¡qué bien lo pasamos!... ¡y cómo estaba el cocido!

Un privilegio, muchas gracias por acogernos en tu casa, Maruja, un placer haberte conocido.

Queriamos comer un buen cocido maragato en Cuca la Vaina aprovechando que venian familiares que nunca habian degustado este tipico plato pero llamamos para reservar y resuló que estan de vacaciones desde el dia 3 de enero… Pues bien, decidmos llamar a Maruja Botas que es quien ostenta la fama por haber difundido la receta original.
Antes que llegara el dia, comentamos con gente del lugar que teniamos una mesa para 8 (5 adultos y 3 niños) y todos se sorprendian que hubiera sido posible ya que parece ser que es mision casi imposible ir a casa de Maruja… porque como pudimos constatar, es eso: ir a “casa” de Maruja… Y por otra parte , como tambien vimos, por su casa ha pasado desde famosos de la tele hasta la infanta Cristina según aparece en las fotos que llenan las paredes y tal como nos dijo Maruja. Incluso un amigo nuestro nos dijo que hace unos años se hizo pasar por un director general de un canal de TV para conseguir mesa 
Por fin llegó el dia y llegamos a las 14:00 en punto. Nos recibió Maruja que es un personaje especial. Toda vivacidad explicandonos que da la comida en ese cuarto que tiene en la entrada de la casa y que esta hasta arriba normalmente pero al ser laborable ahora habia caido y que incluso para grupos de 4 o menos no abre el comedor. Nos dijo que ademas de nosotros habia otra mesa de 6 personas.
El comedor es un comodo salon con una estufa de carbon en el centro que resulta muy decorativa pero que da un calor tremendo, sobre todo cuando uno lleva medio cocido…
Nuestra primera sorpresa, ademas de la vivacidad y simpatica de Maruja, fue que vimos una botella de vino con tapon de plastico en la mesa y le pedimos que nos trajera otro vino, a lo que Maruja nos contestó: Ah ¡¡ aquí solo hay esto por lo que la gente trae su vino de casa. No pongo otro vino mas caro porque prefiero mantener el precio del cocido… Pues bien, como no sabiamos esto tuvimos que acompañar que cocido de dicho vino que al final no resulto mal…Quien no se conforma es porque no quiere…y mas si es a la fuerza.
En cuanto al cocido, salio primero la bandeja de las carnes que la propia Maruja se encarga de ir pinchando y poniendo la primera racion en cada plato, acompañando este acto de la frase: “Venga, que se enfria” o “no me comeis nada”, etc .
Las carnes me parecieron muy bien ya que no hay profusion de carne de cerdo como en otros cocidos maragatos ocurre. Habia gallina, lacon, morcillo, tocino, chorizo y bola y aparte sirvió la oreja.
Llegaron los garbanzos y eso fue el delirio. Vienen con algo de caldo y la berza con un ligero toque de pimenton. Garbanzos de pico pardal pura mantequilla. Nos tuvo que traer otra fuente y habriamos seguido… espectaculares.
Por ultimo la sopa que yo no probé aunque comentaron que el caldo era bueno pero que los fideos estaban super blandos. Esto ultimo debia ser asi ya que uno de los niños es celiaco y le pedimos que solo le sirviera caldo pero nos dijo que no era posible ya que estaba todo cocido… En mi opinion mejoraria poniendo los fideos justo 10 minutos antes de servir la sopa..
Por ultimo llegó una fuente de natillas caseras con galleta y otra fuente con el bizcocho destinado a empapar las ligeras natillas. Yo empecé probando un poco u cayeron 2 raciones. De las mejores natillas que he probado..
Para terminar el café de puchero con la botella de orujo que según nos dijo Maruja se echa al final para limpiar el café de la taza.

Acabamos tremendamente contentos por la comida, el trato y la originalidad. Para volver sin duda
El precio del cocido son 21 euros y Maruja tuvo del detalle de cobrar 6 cocidos : es decir los 5 adultos y solo un cocido para los 3 niños.

Maruja es increible. Un personaje. Cocina, sirve y anima por igual. Su casa -de piedra- rezuma maragatería, como su espléndido cocido. Hay que reservar y atiende a grupos. Nosotros fuimos unos 20, en una despedida de un compañero que se prejubilaba. Llevamos -eso sí- nuestro propio vino. El cocido de la tierra se sirve en orden contrario al "natural"...Primero las carnes, con orejita de cerdo, chorizitos, tocino y todo lo demás. Luego llegan los garbanzos con repollo y finalmente la sopa de fideos. A punto de reventar Maruja saca las natillas con bizcocho y el café de puchero, para rematar con licores, canciones maragatas y mil y una historias de famosos que han pasado por su casa. Para rebajar dimos un paseo por el pueblo, a riesgo de partirnos una pierna por la nieve. Castrillo de los Polvazares vale la pena por sí mismo, es un pueblo precioso...pero si encima tienes la suerte de conocer a Maruja...pues miel sobre hojuelas¡¡¡¡¡.

  • el pueblo

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  • vaya show¡¡

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