Restaurante Yayo Daporta en Cambados
Restaurante Yayo Daporta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
52,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingo noche, lunes y 15 dias en noviembre
Nota de cata PRECIO MEDIO:
73 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
8.1
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
Cóctel de Albariño
Crujiente de algas, bacalao y sardina ahumada
El Fondo Marino presentacion y mise en scene
El Fondo marino
Tartar de bonito de Burela y tomate ecológico
La Xarda marinada y asada con pan de maíz
Snacks y el pan
El Tartar de vieira
Carpaccio de vieira
La crema fría de tomate, albahaca y berberechos
Fabas de Lourenzá estofadas con cocotxas de merluza al pil-pil
La xarda marinada con pan de maiz
Mejillones en tempura
El cocido en versión 2014
Huevo de corral a 63 grados con setas
Imperial de chocolate
Huevo de corral
Cóctel de albariño
Opiniones de Yayo Daporta
OPINIONES
20

Comparto en general la opinión del ultimo post de "Atni". En el tema de los camareros, y en el de la zona de vinos y sumiller. En mi opinión en comparación con otros restaurante de la zona con "estrella", este pierde. Sigo recalcando que me gustó, pero pierde.

Restaurante ubicado en el centro de la villa. Unas pocas mesas con buena separación, bien vestidas, copas schott, iluminación correcta. Ofrecen una opción en la que se eligen 2 primeros (de unos 10 disponibles), un segundo y un postre de la carta, por 42€. Además tienen un menú degustación unos 6 platos+2 postres por 50€. 2 comensales, elegimos la primera opción. Hay que decir que del servicio de sala se ocupa una única camarera, atenta, amable y eficaz, en nuestro caso (3 mesas ocupadas) fue suficiente pero como apuntan en otros comentarios quizas es algo escaso con la sala llena.

-Para empezar como aperitivo un coctel de Abariño en dos texturas, muy rico y refrescante. Pan artesano con un buen aceite de oliva para acompañar.
-Seguimos con los 4 primeros platos:
Dúo de foie-gras, uno con queso de Arzúa y otro con compota de calabaza caramelizada, ambos muy conseguidos.
Consomé de pescado con raviolis de centollo y huevas, el caldo muy nítido y con un profundo sabor a marisco y pescado, los raviolis finísimos.
Coca de verduritas con sardina ahumada al carbón, muy sabrosos los filetes de sardina.
Huevo de corral con setas variadas sobre una crema de hongos. Rico.

- Los platos principales fueron:
Cabrito a baja temperatura sobre lecho de patata, soberbio por su sabor y textura melosa.
Rabo de buey con puré de patata y trufa. Contundente y muy sabroso.
- Los postres fueron un bizcocho líquido de chocolate con helado y una imperial de chocolate con helado de café y canutillo relleno de citronella, ambos muy muy buenos. Cafes y pinchitos de fruta fresca y trufas de chocolate a modo de petit fours.

La comida, en general, rayó a un altísimo nivel. El tema del vino merece un comentario aparte:
El restaurante NO dispone de carta de vinos ni de sumiller; a un lado del comedor se instala una vitrina-bodega de unos 3 metros cuadrados, debidamente climatizada, en la que hay una correcta selección de vinos tintos y blancos (ambos a la misma temperatura, a unos 13º C.) con predominio de riojas, riberas del duero y Denominaciones gallegas (Rías Baixas, Ribeira Sacra...). Todos los vinos etiquetados con su respectiva descripción, añada, varietales, D.O., crianza y nota de cata. El cliente entra en la mini bodega y elige el vino deseado; la verdad es que uno se puede pasar unos cuantos minutos curioseando entre las botellas. Este sistema tiene sus pros y sus contras: Para alguien medianamente entendido en vinos es un placer curiosear y elegir el vino pero un neófito puede encontrarse un tanto perdido al no tener a alguien al lado que pueda aconsejarle, segun gustos o platos elegidos. La figura del sumiller o en su defecto un jefe de sala o camarero entendido en vinos también se echa en falta a la hora de confeccionar una opción de maridaje de vinos según cada menú. Al final, para alguien poco entendido en vino, la elección del mismo seguramente se guiará por el precio de los mismos o por referencias ya conocidas. En nuestro caso, la elección fue un Algueira crianza 2007, un tinto gallego de la ribeira sacra con 18 meses de barrica, con buena nariz de fruta negra madura, elegante en boca, algo envejecido, con madera bien ensamblada, un poco justo de acidez y un buen final, un vino muy señor (28€), servido a temperatura correcta, en copas Scott, con descorche, y primer servicio.

El precio total para dos personas, incluyendo el vino y una botella de agua fue de 125€.
En resumen, un restaurante con una merecida estrella michelín aunque el tema del vino quizas podría mejorarse con una carta y alguien que pueda aconsejar de palabra. En todo caso, la RCP de este local es de las mejores para un restarante de esta categoría, sin duda una muy buena opción en la zona de las Rías Baixas.

Muchas esperanzas y ...Me quedo con el cóctel de albariño y el postre de chocolate buenísimo . Digo lo mismo que el comentario anterior.El carpaccio de vieiras me decepcionó por la textura de las migas, que no parecen auténticas migas, y el aliño de pimentón, que tapa el sabor de las vieiras. El huevo de corral con setas y foie bueno sin más.Una merluza excelente de frescura pero con poca cocina como valor añadido y un postre de chocolate excelente.
En cuanto al vino, un albariño Teras Gauda servido correctamente y a temperatura perfecta.

Este verano Yayo se encuentra con el doble trabajo de servir menú en un barco "Raquel C" en agus de Arousa. De ahí que quizás baje un poco el ritmo en el restaurante. De esta visita (cada año acudo una vez, para ver los cambios) me quedo con el cóctel de albariño y con los eternos mejillones en tempura y el huevo de corral con setas y foie, delicioso. El carpaccio de vieiras me decepcionó por la textura de las migas, que no parecen auténticas migas, y el aliño de pimentón, que tapa el sabor de las vieiras. En cuanto a los segundos el foie asado sobre calabaza crujiente resulta excesivamente graso, ya que la pasta kadaifi en que está envuelta la calabaza absorbe demasiado aceite. Los canelones de pollo de corral muy buenos, con un acompañamiento perfecto de setas.
El imperial de chocolate de postre es excelente.
En cuanto al vino, un Enrique Mendoza Petit Verdot, a 22€, servido excesivamente frío, ya que la bodega de vinos no tiene zonas diferenciadas. Interesante el que sigan manteniendo la bodega en sala, donde el comensal escoge el vino.
Total, 120€ para dos personas.

  • Imperial de chocolate

    Imperial de chocolate

  • Huevo de corral

    Huevo de corral

  • Cóctel de albariño

    Cóctel de albariño

Totalmente recomendable.
Local impresionante, mezclado una casa antigua con diseño actual.
La comida muy buena y sorprendente. De los locales recomendados para probar nuevos sabores y texturas.
Menu estrella 55€
Saludos

Esta situado en un señorial pazo, un marco que ya anima a visitarlo. El comedor es pequeño, de seis o siete mesas, con decoración cálida y una pequeña bodega climatizada donde se entra para seleccionar su corta pero atractiva selección de caldos. Cuidado menaje y correcto servicio. La carta se compone de un menú de mercado con precio cerrado y donde se elige entre 2 platos por cada pase. Platos de cuidadisima materia prima gallega elaborados con un toque creativo muy original por este joven Chef cambadés. Mi selección fue Ostras sobre royal caramelizada de coliflor y maracuyá con vinagreta de zanahoria, Crema fria de puerros y breva rellena de tartar de atun, Arroz caldoso de vieiras y amanitas, carpaccio de cigalas y crujiente de parmesano. De postre una mousse de tetilla con espuma de membrillo y reducción de PX. Compartí un albariño do Ferreiro (Subzona Salnés). La cena costó 105 € dos personas. Muy buena RCP. De los restaurantes que recomiendas y sabes que no vas a fallar.

En los bajos del restaurante está el Cafe Continental donde, con una cuidada decoración donde predomina la madera, el granito y una espectacular maqueta de un velero, se puede elegir entre sus 200 referencias de espirituosos escuchando buena musica de jazz.

A diferencia de otros restaurantes gallegos, donde sólo apuestan por la calidad de las materias primas, la cocina de este restaurante es elaborada. Aquí no te vas a poner morado de marisco, ni vas a comer raciones exageradas.

Me encantaron la terrina de foie gras y queso de arzúa, los mejillones en tempura, el pulpo, prensado con setas, la crema fria de puerros con tartar de atún.

En la carta eligen dos primeros platos y un segundo. Como la oferta es reducida, entre cuatro se prueba prácticamente toda la carta.

Curiosa bodega. Debes levantarte entrar en la bodega climatizada y elegir vino. Buena selección de blancos gallegos (albariños y godellos) y de tintos (ribeira sacra) y de tintos de otros denominaciones, tienen hasta priorat, cosa rara en estas latitudes. El defecto es que el espacio de la bodega no es muy grande y puedes coincidir con otros clientes. Tampoco creo que sea una buena idea que entren y salgan los clientes como Pedro por su casa.

Por cierto es uno de los pocos sitios donde he visto El Pecado 2005 y el Ulteria de Valtuille 2005 (un Ribeira Sacra, el primero y un Bierzo, el segundo, ambos del enólogo berciano Raul Perez).

El servicio y la atención son algo fríos pero en conjunto me ha encantado la propuesta de este restaurante

La sala, en un edificio histórico, está cuidada. Lo único negativo para mí es que permiten fumar. El cocinero revisita clásicos con acierto (pulpo á feira, pollo en pepitoria), ajusta los tiempos de cocción para no maltratar los productos e incluye algunos platos más creativos que resultan interesantes. La RCP de sus menús degustación es muy buena, y el servicio agradable. La bodega está a la vista, de hecho se entra a ella para elegir el vino, y no es muy amplia pero tampoco está mal seleccionada. El problema es que todo está a la misma temperatura, que en teoría es la adecuada para tintos, pero lo cierto es que casi cualquier botella (los blancos sin duda) necesita ser enfriada. La sensación final es buena.

Buen Local,solo 7 mesas.demasiado humo de tabaco ,para migusto,que impide apreciar esa comida de fusión.Me decanto por el pulpo.El aperitivo era Demasiado "Especial",el punto del berberecho bien,lo verde extraño.La bodega a la vista Raquitica,y los precios del vino son PRECIOS.

Situado en una casa señorial de Cambados, decoración moderna. Especializado en menú degustación, jugando con los productos de la zona. Buena combinación los terrina de foie y calabaza, estupenda la elaboración de los mejillones en tempura, pescados bien trabajados - como la lubina asada o el bacalao confitado- y carnes más que correctas . Postres exquisitos, como el imperial de chocolate o la mousse helada de queso de tetilla con espuma de membrillo.
Interesante bodega en la que podemos entrar y escoger el vino, con buena selección de vinos de diferentes denominaciones.

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