Si tras leer los múltiples comentarios en estas páginas, uno decide presentarse en La Bodega El Capricho, y tirar de chuletones Premium y otras delicatesen al más puro estilo guiri, tiene que sufrir el "palo" en silencio, porque si se queja, encima de van a decir que es tonto.
Una típica cueva que nos recibe con una sensacional vista a la "despensa" y asador. Esto sí que son vistas y no las que anuncian algunos hoteles.
El restaurante está dirigido a desplumar al incauto visitante, que tras hacer un montón de kilómetros y disfrutar de las vistas a la "despensa" ya empieza a salivar. Así que unos consejos, ojo con los pesos, te intentan meter chuletones de casi dos kilos, ojo con las "sugerencias" y ojo con "acompáñenme que les voy a enseñar algo muy especial", todo eso puede incrementar bastante la factura, y lo digo por experiencia.
Empezamos con un Aperitivo de La Casa. Creo que un paté de Cecina que no me entusiasmó.
Y seguimos con Ensalada de la huerta. Exceso de eso que se le echa al GT de Hendrick´s.
Empieza a llegar producto con Mayúsculas, Carpaccio de entrecot madurado 90 días. Vale la pena pagar el precio, un plato espectacular.
Y llega la especialidad de la casa, Un chuletón premium a 120 euros el Kilo. Producto excepcional aunque a un precio desorbitado.
Postre.
Leche Frita. Un postre que me encanta flameado, pero aunque lo pedí en dos ocasiones pasaron de mi. ¿Quizás porque lo sirvieron en una pizarra plana imposible para flamear?
Sorbete de Manzana. Bueno. Curiosamente los postres tienen un precio bastante ajustado.
Para beber:
Un Recaredo Brut Nature. 28 euros, un precio más que razonable.
La Cuenta:
Que en una cuenta de 224,60 euros para dos personas, te cobren un 1,20 euros en concepto de pan, creo que lo dice todo.
Resumiendo:
Y tirando de los dichos.... Como dijo Santo Tomás, "Una vez y nunca más"