Hemos estado cenando una ensalada, pobre no, lo siguiente de ahumados, con dos trozos de salmón, 4 de gallito, 4 hojas de espinacas, 3 tomates secos y 3 de queso de cabra 9€, 200 gramos de carne en taquitos con cebolla 20€ las patatas a lo pobre aparte otros 3,5 €, dos copas que ni se veía el vino 3,5 cada una, las cañas (pequeñas) 2,5€, el pan nada reciente 3€, vamos por una cena que no vale ni 25 € nos han cobrado 52€, y encima cobran un parking cutre que tienen concertado a 1,5€ la hora, en fin, que pobres de los quesigan yendo, porque les cobrarán lo de los que no han vuelto y lo nuestro porque no volvemos.

Día complicado para salir a comer: 19 de Marzo y sábado no son buenos aliados para inmprovisar en ningún lugar, por lo que la decisión de llamar el día anterior puede ser considerada de acierto como luego demostraron los hechos.

Ya habíamos estado en alguna ocasión y decidimos venir porque la primera impresión fue buena.

El local es amplio y tal como su nombre indica está montado a modo de cervecería, muy bien tirada por cierto. Establecimiento al completo prácticamente. Cuatro personas hicimos tiempo tomando dos rondas de cañas en la barra hasta que pasamos a una zona de comedor en una zona más baja y separada totalmente de la anterior. Aún tiene otro comedor, mas "formal" en otra planta más baja junto a una bodega considerable (no solo de cerveza vive el hombre).

Ojeo y "hojeo" de carta respectivamente y para compartir inicalmente pedimos:

Habitas tiernas con un ligero fondo de tomate

Flores de calabaza a la plancha

Huevos trufados

Abundantes reciones, donde las flores además venían con sus pequeños y tiernos calabacines, con buen sabor y un magnífico aceite de oliva y sal en escamas. Buen nivel en general.

Como continuación:

Bacalao fresco con salsa casera de tomate para dos personas

Mollejas de cordero para dos personas.

Reseñar que el punto de cocción del bacalao era bueno y la sosez de este pescado cuando es fresco (Skrei) se compensó añadiendo unos pequeños trozos de torreznos muy fritos buscando el punto de sal y crujiente a la vez (objetivo que se cumplió)

En cuanto a las mollejas, ración pantagruélica que se componía de una fuente con las mollejas en los laterales y en el centro albergaba un enorme huevo de oca, patatas fritas y pimientos de tipo Padrón.

Pan de tomate y aceite muy rico.

Para finalizar, pedimos una ración de trufas con naranja amarga y otra de jugosos y ricos Piononos de Santa Fe. Cafés e infusiones. Frasquitas de licores para acompañar por parte de la casa.

En el apartado vinícola, hemos de reconocer la inquietud en este aspecto por parte del propietario, con lo que su carta sin ser la ideal para nuestros gustos, si contiene referencias muy por encima de otros locales de este perfil (incluyendo referencias sudafricanas, neozelandesas y de otros países) y de regiones emergentes como Asturias y Canarias con unas copas Schott muy correctas y con un servicio bastante adecuado. Además mantiene una línea de precios bastante ajustada cosa que es agradecer.

Nuestra elección para la comida fue un personal y racial Ignios Listán Negro 2013 (21€) que con sus matices vegetales y ligeras notas férricas se fajó muy bien con las viandas. Como apoyo, para los devora-mollejas fue necesario un par de copas extras más de un vino manchego que no llegué a probar.

En resumidas cuentas y a los hechos me remito, es un lugar a tener en cuenta en la oferta vallecana con una RCP bastante destacable, 139€ incluyendo las consumiciones de la barra.

Suelo ir bastante y en calidad precio es muy bueno , tiene muy buenas raciones que por la calidad con la que cuentan dan ganas de pedir mas , la atención en muy buena y cercana, ademas en fin de semana al medio día tiene un rollo muy guapo que ademas de estar lleno los camareros pasan con bandejas de aperitivos que no veas como se agradecen !!!!! Yo estoy muy contento de tener un local así en el barrio !! No hay ninguno que merezca la pena alrededor!!

Nosotros hemos ido en varias ocaciones y sin ser muy asiduos nos han tratado siempre muy bien !!! La comida ha sido buena , han estado muy pendientes en todo momento de lo que te pueda faltar !!! Te tomas un vinito o una cervecita que por cierto la tiran muy bien, te ponen aperitivo en un par de ocaciones !! En general muy bien

Cena para dos en LA CERVECECERA, al final de la calle Embajadores, casi en la M-30. Es un sitio bastante bien puesto, grande y luminoso, decoración estilo Gambrinus, pero con más gusto. La carta se compone básicamente de embutidos, foie y tostas. Pedimos media ración de foie al PX, ración muy escasa, tres láminas de foie finísimas acompañadas de seis trocitos de pan tostado. Aunque el foie estaba bueno nos pareció un poco timo porque cobraron 13 euros. A continuación unas setitas con habitas, las setitas buenas pero las habitas que acompañaban un poco duras. Para finalizar una ración de bonito casero templado, con cebolla caramelizada, que la verdad estaba bastante malo. El bonito seco, trozos muy pequeños y muchísimos granos de pimienta negra que no sabíamos muy bien que pintaban en el plato. Nada que ver con el bonito casero que te ponen en el Cazorla, por ejemplo. No tomamos postre. Para beber, por recomendación del maitre, un blanco canario de albillo que estaba bastante bueno. Copas regular, mesas sin vestir y servilletas de papel. Servicio muy despistado, excesiva espera entre plato y plato, pese a tener el comedor a un tercio de su capacidad. El aire acondicionado excesivamente alto, tipo cámara frigorífica, lo que resultó muy desagradable. La cuenta ascendió a 62,75 euros, excesivamente caro para el sitio, la comida y la atención recibida. No creo que volvamos.

No teniamos mucha hambre ya que habian empezado los excesos navideños y pensamos que era una buena opcion tomar unas raciones sabiendo que alli hay buenos vinos. el local estaba lleno y el servicio que siempre es atento en barra, dejaba mucho que desear, en especial una camarera que solo atendia (es un decir...) las mesas. Nos vino a tomar nota sin ni siquiera pedir el vino y no conforme con ello nos trajo el primer plato sin tener aun la bebida. Protestamos pero no se inmutó.
La carta de vinos "parece" buena pero a la hora de la verdad no tienen la mayoria de lo que aparece. De hecho fue a la tercera opcion cuando finalmente tenian un Tagonius syrah que ademas previamente intentaron colarme un Tagonius crianza que es el que sirven en barra. Pues eso, lo mejor el vino que estaba bien de temperatura y las copas son adecuadas.
En cuanto a la comida, fatal:
- Huevos de corral con picadillo. Este ultimo incomible. Ademas tuvimo que tomar el plato frio ya que esperabamos el vino
- Tosta de solomillo con cebolla: bien
- Plato de quesos a cada cual mas insulso

Creo que pedimos otro plato mas pero ni me acuerdo, lo que corrobora que no fue nada memorable.
Seguiremos yendo a la barra pero nada mas.

No es el local de Vallecas el que comento. Han abierto hace unos meses en Embajadores 215 y ayer fuimos a cenar. Queriamos picotear algo pero sentados. El local estaba casi vacio. La carta tiene raciones, canapes y tostas muy variado. Pedimos carta de vinos pensando que la oferta seria escasa al ser una cerveceria y me quedé sorprendida porque no es asi. Sin ser amplia, es original, con recomendaciones de un vino sudafricano del que probñe una copa de blanco de Stellenboch bastante bueno. Para la cena pedimos un Mas Igneus a 21 €. Lo sirvieron un poco caliente pero se deshicieron en rapidez y servicio para enfriarlo preocupandose en cada momento de que la temperatura fuera la correcta. En cuanto a la cena:
-media racion de Cartilagos (oreja, morro, etc plancha): muy bueno aunque algo escaso
-Tosta de huevos de corral con pimenton de la vera: SEncillo pero buenisimo
- Tosta de gambas al ajillo: Las gambitas congeladas pero abundantes y estaba bastante aceptable
- Media racion de foie fresco (la verdad es que nos pusieron micuit) sobre huevas de lumpo: bueno. Curiosa combinacion
- Media racion de quesos variados. No nos dijeron los nombres pero habia 7 quesos diferentes muy buenos todos ellos. Racion bien presentada.

Invitaron a chupito de orujo.
Todo por 55 €, teniendo en cuenta que el vino fue 21€ . Muy buena RCP. Recomendable

Local sencillo, amplio, decorado al estilo de las cervecerías clásicas y que no ofrece un gran confort, pero que resulta agradable y acogedor.
La cocina es de temporada y de recetario casero, basada en buenas materias primas sin mucha intervención de la cocina. Buenas ensaladas de pescados, ahumados caseros, chacinas y una interesante selección de carne, destacando un corte de buey de muy buena calidad. Postres caseros y bien ejecutados.
Carta de vinos bastante correcta y apañada, basada en producto nacional con presencia de las más importantes D.O. Incluso tienen algún vino que no es fácil de encontrar (ej. El Tanajara Vijariego 2003 que me tomé). Los precios varían mucho, pero por lo general están bastante inflados. Vinos conservados en bodega climatizada. Excelentes copas.
El servicio es voluntarioso y amable, sin cometer grandes fallos ni tampoco destacar por su excelencia.
Esta casa es sin duda la referencia gastronómica de Vallecas por su buen ambiente, su cocina más que apañada y honesta y su buena oferta vinícola. Y para el que guste de la cerveza, puedo decir que en pocos locales la tiran igual. Precio medio 30 euros.