Día complicado para salir a comer: 19 de Marzo y sábado no son buenos aliados para inmprovisar en ningún lugar, por lo que la decisión de llamar el día anterior puede ser considerada de acierto como luego demostraron los hechos.
Ya habíamos estado en alguna ocasión y decidimos venir porque la primera impresión fue buena.
El local es amplio y tal como su nombre indica está montado a modo de cervecería, muy bien tirada por cierto. Establecimiento al completo prácticamente. Cuatro personas hicimos tiempo tomando dos rondas de cañas en la barra hasta que pasamos a una zona de comedor en una zona más baja y separada totalmente de la anterior. Aún tiene otro comedor, mas "formal" en otra planta más baja junto a una bodega considerable (no solo de cerveza vive el hombre).
Ojeo y "hojeo" de carta respectivamente y para compartir inicalmente pedimos:
Habitas tiernas con un ligero fondo de tomate
Flores de calabaza a la plancha
Huevos trufados
Abundantes reciones, donde las flores además venían con sus pequeños y tiernos calabacines, con buen sabor y un magnífico aceite de oliva y sal en escamas. Buen nivel en general.
Como continuación:
Bacalao fresco con salsa casera de tomate para dos personas
Mollejas de cordero para dos personas.
Reseñar que el punto de cocción del bacalao era bueno y la sosez de este pescado cuando es fresco (Skrei) se compensó añadiendo unos pequeños trozos de torreznos muy fritos buscando el punto de sal y crujiente a la vez (objetivo que se cumplió)
En cuanto a las mollejas, ración pantagruélica que se componía de una fuente con las mollejas en los laterales y en el centro albergaba un enorme huevo de oca, patatas fritas y pimientos de tipo Padrón.
Pan de tomate y aceite muy rico.
Para finalizar, pedimos una ración de trufas con naranja amarga y otra de jugosos y ricos Piononos de Santa Fe. Cafés e infusiones. Frasquitas de licores para acompañar por parte de la casa.
En el apartado vinícola, hemos de reconocer la inquietud en este aspecto por parte del propietario, con lo que su carta sin ser la ideal para nuestros gustos, si contiene referencias muy por encima de otros locales de este perfil (incluyendo referencias sudafricanas, neozelandesas y de otros países) y de regiones emergentes como Asturias y Canarias con unas copas Schott muy correctas y con un servicio bastante adecuado. Además mantiene una línea de precios bastante ajustada cosa que es agradecer.
Nuestra elección para la comida fue un personal y racial Ignios Listán Negro 2013 (21€) que con sus matices vegetales y ligeras notas férricas se fajó muy bien con las viandas. Como apoyo, para los devora-mollejas fue necesario un par de copas extras más de un vino manchego que no llegué a probar.
En resumidas cuentas y a los hechos me remito, es un lugar a tener en cuenta en la oferta vallecana con una RCP bastante destacable, 139€ incluyendo las consumiciones de la barra.