El pasado miercoles 24.02 fuimos a cenar a este sitio, despues de buscar algunas recomendaciones en esta web dado mi desconocimiento de Roma.
El resultado, una vez mas, una decepción, una gran decepción¡¡
Mesas pequeñas y muy apretadas, que casi te hacen comer con la mesa de al lado, decoración muy clasica aunque correcta en su estilo, camareros emigrantes que para nada se molestaban en aconsejarte nada de la carta y el unico italiano que habia no se si el maitre o el dueño solo atendia a los conocidos.
65 €/pax para un RIDICULO y malo plato de antipasti (entremeses)a base de dos lonchas finisimas de "prosciuto" y otros embutidos, sin nada de queso. Unos Bucatini all'Amatriciana con salsa de tomate de bote y luego un segundo que no recuerdo el nombre pero que consistia en un filete de ternera con panceta ahumada "pinchada con 2 palillos" y una reducción de vino blanco bastante desligada. De postre nos recomendaron la "pana cota", sin comentarios. Para beber un Kron 2006 que al menos si nos abrieron y sirvieron correctamente.
Resumiendo, no volveré mas a fiarme nunca de las recomendaciones de este foro respecto a restaurantes.
Situado en el Testaccio, local no muy grande, mesas algo apretadas, techo abovedado y decoración clásica. En sala personal multicultural y maitre muy amable aunque quizá algo estirado. Cocina clásica Romana –eso estábamos buscando-, deliciosa Saltimboca, impresionantes alcachofas y fantásticos quesos italianos, buena elaboración pero sin sorpresas. Carta de vinos que quita el hipo, tiene una pequeña carta con recomendaciones para hacerle al cliente más fácil la elección, buenas copas y buen servicio. Precio del vino 1.5x tienda. Es un magnífico restaurante de cocina clásica romana algo subido de precio pero vale la pena por su ambientación y cocina.
No es muy justo hacer una crítica de un colega. Pero, por otro lado, creo que sabemos mejor que gente de otra profesión, lo que es un trabajo muy bien hecho en la nuestra.
No conozco ningún restaurante en España que trabaje de semejante forma "el 5º cuarto", o sea, la cocina de la casquería. Lo hemos probado y nos duele profundamente que estén "tan lejos"... la coda alla vaccinara!!!, el abbacchio alla cacciatora!, los rigatoni con pajata! Encontrar una cocina que no es dulce, con su justa sal, sin ninguna adición de especias ni picantes que engañen al paladar, nada que esconda el sabor, que camufle el valor del protagonista del plato... la cocina de nuestras abuelas, pobre y soberbia a la vez. De final de fiesta, entre los quesos italianos artesanos que probamos, nos encantó el Puzzone di Moena, del cual nos habló posteriormente Francesco.
Con respecto a la carta de vinos y al servicio de vino, en honor a la verdad, no los he visto semejantes en ningún restaurante de estrella michelín de los que hemos estado en Italia. No tienen comparación con respecto a las añadas de vinos italianos, especialmente de barolos y barbarescos, algunos intocables franceses con añadas muy difíciles de encontrar, incluida su pequeña lista de Château d'Yquem, algún Romanée Conti, Château Margeaux... Después de explicarle el tipo de vino con el que nos hacía ilusión cenar, nos ofreció un Montepulciano de esos de "recuerdo largo" que tengo en la lista de los que os quiero traer a Valencia... Puede que la decoración del sitio no encaje en los parámetros que algunos clientes demandan. Pero ya sabéis que discrepo totalmente con los gustos de "la actualidad" y las modas que nos zarandean de lado a lado. Para mí es todo lo que me hace feliz encontrar en una trattoria... autenticidad e historia en un ambiente limpio y cálido, rosas amarillas incluidas en cada mesa. A uno de los dueños, Elio, por su cocina, a su otro hermano, Francesco, por su ejecución perfecta de sumiller (châpeau señor!)y a su esposa, Marina... por una cuenta tan ajustada... que Dios os bendiga a los 3 y nos permita poder visitaros alguna otra vez.
A pesar de hacer ya un tiempo de mi visita a este restaurant tengo recuerdos muy positivos de él, tanto es asi que el proximo Octubre repito.
Es muy acogedor y en el se sirven los platos tradicionales de la cocina romana, no en vano esta ubicado al lado del antiguo "matadero" de la ciudad.
El trato es muy agradable y la comida se recuerda en el tiempo por las buenas sensaciones que causa. Se acompaña bien con su extensa carta de vinos, que incluye algunos de su propia cosecha.
Tras mi proxima visita os actualizare mis comentarios