Restaurante Casa la Troya en Trujillo
Restaurante Casa la Troya
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
10,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
15 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.0
Comida COMIDA
4.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
6.3
Opiniones de Casa la Troya
OPINIONES
9

Local bien situado con terraza a la Plaza Mayor (lo mejor del local). Platos dispares, unos buenos y otros pésimos.

Para empezar unas criadillas de tierra (tubérculo similar a la patata) y espárragos.

De segundo un revuelto de gulas y setas (un conglomerado seco, soso, de huevo, gulas y setas). El peor revuelto de este tipo que he probado jamás.

Cochifrito (buena ración,buena calidad y bien ejecutado).

Cervezas y vinos por copas (D.O. Guadiana).

Sin lugar a dudas, lo mejor su ubicación, con la terraza mirando a la Plaza Mayor de Trujillo.

Como dicen algunos comentarios anteriores, hay que ir a visitarlo al menos una vez. No es este precisamente un sitio en el que se respeten la gastronomía, el vino, la moderación y la innovación en la cocina, pero el espectáculo al que asistes por 15€ vale la pena.
Las mesas y sillas son de tamaño bastante reducido y con insuficiente distancia entre las diferentes mesas del comedor. Nada más sentarte te sirven un "aperitivo" compuesto por una tortilla de patata de unos 4-5 cm. de altura, un bol de ensalada y 1 plato de chorizo ibérico.
Para pedir, por supuesto ausencia de carta y recital de los diferentes platos por parte del camarero. Casi que no vale la pena que recite nada porque el mismo pidió nuestros platos. "Demasiadas migas" respondió tras ver que todos los comensales habíamos pedido lo mismo, "les traeré judías blancas y migas". Al final reconocimos que estuvo acertado, las migas eran infinitas. Tanto las migas como las judías estaban buenas, aunque las raciones son desproporcionadas, tanto el bol de judías como la fuente de migas que nos sirvieron eran para compartir entre 2 comensales.
De segundo nos sacó estofado de venado, de jabalí y cordero. Todos ellos buenos, pero sin pasarse. De postre, el flan, sin sorpresas.
Del vino no quiero ni hablar.

Yo con esta es la tercera vez que me acerco a este restaurante tan emblemático de la zona. Las dos últimas ocasiones lo he hecho únicamente para que mis acompañantes "fliparan" con el lugar.

Leo con interés los comentarios, sin duda no exentos de razón, pero creo que en algunos casos no valoran el precio con la cantidad y cierta calidad.

Por mi parte creo que este establecimiento hay que visitarlo por que resulta curioso que por un precio tan comedido, 15 euros en setiembre de 2012, te den de comer y beber sin límite y de una forma tan primitiva.

No esperes degustar grandes y exquisitos guisos, acércate para que no te lo cuenten.

Sáltate la carta como hice yo, y pide una ración de jamón ibérico, extraordinario, eso sí, son 15 euros, precio muy comedido.

Es una experiencia.

Lo conocí cuando lo regentaba Doña Concha y he vuelto hace poco.
La calidad de la comida (la lechuga estaba aguada)y la atención (el camarero no nos puso pan, nos lo lanzó) han bajado considerablemente.
Como contrapartida conserva el encanto de entonces, la manera de cobrar y la tortilla de patatas de aperitivo (no estaba recién hecha, pero es un detalle).
También hay que tener en cuenta el precio. Me resultó realmente barato para todo lo que comí.
Aunque ya no es lo que era, merece la pena conocerlo.

Se come fatal, e estado por temas de trabajo y ese sitio tenía muchisima fama, pero la verdad es que vive de las rentas de hace muchos años que dicen que si se comía bien.
Comimos ensalada al por mayor, y cocido madrileño, muy corriente, nada que ver con el que hace mi abuela, de todas formas el precio es barato.

Establecimiento ubicado en la Plaza Mayor de Trujillo, Patrimonio de la Humanidad. Lo que no es Patrimonio de la Humanidad es este Mesón, ni de lejos.
Cena informal en la barra (bastante incómoda) que consistió en:
- Calamares a la romana. Algo gomosos y servidos en una fuente junto con algo de ensalada que, al no estar bien escurrida, iba dejando agua en el fondo del plato, para desgracia de los cefalópodos.
- Frite de cordero. Inmensa ración de carne de cordero, muy sabrosa, pero mal recalentada. Tuvimos que pedir que la volvieran a pasar.
- Migas. Aceptables, pero ración inacabable.
Bebimos cervezas y una copa de vino. Raciones abundantes pero producto maltratado.
Lo peor, la actitud del camarero, que no podía estarse quieto ni un momento detrás de la barra (sin haber casi clientela al otro lado), además de vociferar de vez en cuando.
Hay una pared repleta de fotos de personajes más o menos famosos.
En entorno, como siempre, puntúo el del usuario, no el del exterior del local.
A diferencia de comentarios anteriores, que ya tienen cierta distancia temporal, aquí se nos entregó una cuenta con lo consumido. También destacar la ausencia de la anciana señora.

Totalmente de acuerdo con el comentario anterior...pero hay que ir a conocerlo, merece la pena vivir esa peculiar experiencia en ese local-gruta, la forma de "calcular" el precio, el pago en mano a la anciana señora de negro de la puerta, las pantagruélicas raciones...

He estado en dos ocasiones y !! no más Santo Tomás !!.
Esto esta hecho para las personas jóvenes de mucho comer, pero de calidad nada de nada.
Lo primero te ponen una tortilla de patata y un plato de chorizo y salchichón (por lo menos eso hacian por el año 2004, cuando aún vivia la dueña, una señora anciana que cobraba a la salida), después te dan a elegir 4 primeros platos, por ejemplo caldereta de cordero (el cordero es el bisabuelo), macarrones (duros y frios), arroz con algo (del que no se pasa que parece plástico), etc., etc.
Bueno el servicio del vino (no comment)
Ademas situado en la Plaza Mayor con todos los problemas de aparcamiento del mundo, enfin que es MUY POPULAR, pero que no tiene ninguna calidad.
Dias de fiesta hay que hacer cola, ya que los madrileños lo invaden.

&Quot;Dé comer al hambriento y dé beber al sediento" Ésta es su filosofía y no hay que buscar más... Mucha comida a un precio irrisorio con una calidad media de sus productos,una cocina muy muy casera y un ajetreo en el local que marearía a cualquiera.Si se sabe a lo que se vá (a llenar el estómago a saco)está bastante bién,y además es curioso el ambiente y la forma de pago... ¿Cuantos sois? "Dos" Pues son 20 Euros... (Cómas lo que cómas)
Si entras y esperabas otra cosa te puede entrar un infarto...
Mi puntuación es baja,pero se lo recomendaría a cualquiera.

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