Estuvimos recientemente, aprovechando que nos hospedabamos alli. Los años pasan, los otros evolucionan y Canut está perdiendo comba.
Raciones abundantes y correctamente cocinadas, pero caras y con poca personalidad.
Un sinfín de camareros que ni son capaces de mantener el vaso de agua lleno ni de dejar la botella en la mesa. El vino lo decantan sea de la añada que sea y lo dan a probar con excesiva cantidad en la copa, tal que no se puede remover. Toman pintorescas iniciativas sin consultar al cliente, tales como verter en el plato aceite virgen de oliva para acompañar al solomillo a la sal gruesa fileteado(más de 30€ el plato), por lo que hubo de montar con urgencia una barrera de pan para evitar que la carne se bañara en aceite.
Con precios más moderados y a poca distancia, tanto Marquet como La Taberna de Angel Belmonte son alternativas mucho más seductoras.
Acudi a este restaurante a c enar un sábado aprovechando mi estancia de fin de semana en la turística Andorra la Vella y la decepción fue enorme. No se si tiene, ha tenido o carece de estrella michelín pero la fama le viene grande , en mi opinión. Entrantes: colmenillas salteadas con butifarra ( insípido), plato de jamón ibérico de bellota joselito selección especial ( nada del otro jueves), según mi criterio otros ibericos de bellota de guijuelo sin tanto renombre le daan mil vueltas . De segundo: rape a la plancha y lenguado a la brasa (ni fu ni fa), Postre : crema catalna.
Vino: ojo pedimos la carta de vinos porque los recomendados por la casa, todos franceses, no bajaban de 50 euros, Crianza de 2006 de Pago de los capellanes ( Lo mejor de la cena , excelentemente conservado) se empeñaban en decantarlo , parece ser que lo hacen como regla general, nos negamos.
No volveré, el restaurante Aquarius en el centro termolúdico de caldea le da mil vueltas.
Cena 2 personas: total 170 euros.
Nos hospedamos en el Hotel Casa Canut de Andorra (Les Escaldes), muy bien situado y con un servicio amable. Como hotel no está mal, depende del nivel de habitación que elijas. Pero lo realmente importante, es que el restaurante es un sitio recomendable, extensa carta y menú degustación. Me llamó la atención las peceras que tienen por toda la sala con marisco vivo (pensaba yo, posiblemente por desconocimiento, que en un sitio que vas a esquiar, andar por la montaña..etc..¿marisco?... repito que muy posiblemente por desconocimiento, porque en los demás sitios que fuimos presentaban la misma oferta... langosta, ostras...etc.)
La sala es un pelín clasicona, pero no está mal. Las mesas muy bien presentadas, buena mantelería, vajilla, cubertería, copas de vino perfectas.
No recuerdo al completo lo que cenamos (hace ya tiempo), pero coincido en las murgulas ( colmenillas ) rellenas de foie.... SUBLIMES... hace tiempo que no me sorprende algo, y estas lo hicieron. Ensalada tibia de bacalao con judias, steak tártar picado a mano muy bien preparado y dejando reposar mientras dábamos cuenta de unas entradas de la casa y las colmenillas, solomillo en salsa de mostaza muy fina. Postres originales, bien elaborados, nada empachosos. Servicio de Café y Té cuidado y bueno.
La carta de vinos satisfactoria para el más exigente. Cenamos rodeados de 6 o 7 cavas Liebber grandes que llamaron mi atención nada más entrar. Llenas de referencias muy interesantes, y más al ver los precios en la carta. Especialmente el vino francés a muy buen precio, por lo que nos decantamos por un Chateau Beychevelle 2001 que sacaron de una de las cavas ( creo que unos 70€), muy bien servido, en su punto de temperatura, corcho perfecto. Como anecdota, el joven que nos sirvió el vino debía ser nuevo y después de pedirle el vino le veo buscar y rebuscar.... finalmente saca una botella y se acerca al maitre y le dice algo al oído. Este le contesta " cuidado que vale 300 €", con lo que se me encendieron las alarmas. Cuando me la presentó era un Cheval Blanc.... le dije que no era la noche.... Bueno, perdonable porque la verdad es que reaccionó bien, pidió disculpas y el resto de la velada estuvo muy correcto.
En definitiva, un sitio muy recomendable. Volveré la próxima visita a Andorra (las colmenillas me dejaron huella, a pesar de no ser de temorada)....
Teníamos ganas de conocer este restaurante, situado en el llamado Hotel Gastronómico Casa Canut de Andorra. Realmente es un sitio recomendable, extensa carta y menú degustación, excelente materia prima y surtido de carnes, pescados y mariscos, muy bien elaborados.
El montaje de la sala es clásico y elegante, con buena mantelería, vajilla y cristalería, muy buen servico, tanto de sala como del vino.
Comimos a la carta, destacar las murgulas ( colmenillas )rellenas de foie, curiosa y buena elaboración, las carnes y los pescados muy bien elaborados, rape a la campana, rodaballo al horno, steak tártar picado a mano muy bien condimentado, rape al ast con langostino y menta fresca y un etc., todo muy bien, postres asimismo originales, cafés acompañados de pastas y otros detalles. En cuanto al vino, extensa carta, bien clasificada y que requiere un largo rato para la elección, salvo que se pida consejo, los precios de los vinos, correctos.
Andorra se está decantando por una muy buena oferta culinaria y turística, y este sin duda es un ejemplo recomendable. Por cierto, celebraban el 40 aniversario.