Restaurante Taller Arzuaga en Quintanilla de Onésimo
Restaurante Taller Arzuaga
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
71 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
5.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
4.8
Opiniones de Taller Arzuaga
OPINIONES
10

Aprovechando la visita a la bodega y que siempre hay alguna oferta conjunta nos decidimos a visitar este bonito restaurante con unas preciosas instalaciones, cómodas y muy cuidadas en todos los sentidos, intimidad, vajillas, cubertería y servicio.

Nos decantamos por el menú reserva, con sus fantásticos apertivios (Truchón, anguila, perdiz, corzo, macaron), seguimos con las delicias de su huerto, ciervo, arróz de caza, pescados con aire de limón y unas fantásticas chuletillas. De postre el delicioso blanco y luego buenos petit fours y café.

Buen trato y especial referencia al delicioso arróz y a las chuletillas, que se deshacían al comerlas.

Bebimos una copa de cava de Mestres, creo recordar, Fan d'Oro y varios tintos de la bodega por todos conocidos. Tienen una buena carta de vinos de otras bodegas, además.

No es económico pero es una buena experiencia, a ver si la próxima vez me animo con las fotos.

Mucho ha tenido que cambiar después de leer las valoraciones, aunque son de hace bastante tiempo.

Es la tercera vez que acudo en un corto plazo y la calidad y servicio ha sido parejo a lo que voy a comentar.

Primero aviso que el lechazo es de encargo.

4 comensales.

* 1 ración cecina con virutas de foie

* 1 Ración morcilla

* 3 cuartos lechazo

* 2 botellas vino Laderas del Norte

* Postres, cafes etc

La cecina y morcilla, nada que reprochar a lo mismo.

El lechazo, de lo mejor que he probado, sacaron por supuesto los cuartos de uno en uno, dos delanteros y uno trasero.

Lechazo crujiente por fuera y muy jugoso por dentro se deshace en la boca.

Servicio perfecto, como dije mucho ha tenido que cambiar.

Precio por persona 52€

Volveré por supuesto

He de decir que sus instalaciones son perfectas, el ambiente general es perfecto, amabilidad en el trato, ahora bien : 1.tiempo de comida hora y media,, te están trayendo los platos como si no hubiera mañana al igual que en cualquier sitio de menú del día. 
segundo, los platos se nota en su sabor que no están recién cocinados. Un muffins  minúsculo con una crema de aceituna totalmente reseso. Un arroz frío con sabor general a "morcilla" cuando se espera de él sabor a marisco. Unas chuletillas de cordero que creo que realmente hay que buscar mucho para encontrar algo con tan poca carne. 
La impresión general es que tienen prisa por que te vayas. Tuve que irme con el aperitivo (vermout) a la mesa donde servirían la comida ya que tardaron exáctamente 10 minutos en levantarnos de un sitio a otro. 
La base de la estrella michelín es "cómo cocinas",,, la cocina se hace. Las instalaciones, la cubertería  y los platos (que son fundamentales para la presentación),,sólo hay que comprarlos. 
He probado otros restaurantes estrella Michelín. Pepe Vieira, Silabario, Casa Solla, Miguel González, por hablar de algunos de mi zona y francamente os superan con creces en el cariño con que hacen su cocina. 
Conclusión. o pagasteis la estrella, o bien os la regalaron por la bodega.
 

  • intento de fotografía artística con unas chuletillas de cordero, que nada tienen que ver con las que promocionan en su página. Si alguien no me cree,,, que lo compruebe.

    intento de fotografía artística con unas chuletillas de cordero, que nada tienen que ver con las que promocionan en su página. Si alguien no me cree,,, que lo compruebe.

Teníamos reserva para cuatro personas un sábado a las 14:30. Cuando llegamos nos dijeron que teníamos que esperar a la mesa 15 minutos que se convirtieron en 40 minutos sin ningún tipo de explicación o disculpa.

En la mesa tardaron muchísimo en tomarnos nota y más en traernos los platos, uno de los cuales tuvimos que devolver. En la sala había tan solo dos camareros y no daban abataso. A las 16:30 y aún esperando a que nos sirvieran nos levantamos y nos fuimos a poner una hoja de reclamaciones al igual que todo el comedor, animados por los camareros que no podían más.

Cuando presentamos la hoja de reclamaciones se presentó Amaya Arzuaga presentándose como una trabajadora. No pidió disculpas por el desastre a ninguna de las 15 familias que estaban quejándose.

Amaya Arzuaga sobrepasada por el desastre de negocio se comportó de muy malas maneras con todos los clientes demostrando muy poca educación y muy poco saber estar incluso gritando a clientes adiós largaros de aquí.

No volveré a este sitio a pesar de lo bien que me habían hablado de el. No creo que el cliente se merezca ese trato y ese servicio.

Eramos 16, por lo que nos decidimos por un menú de la carta el cual ya habíamos seleccionado con anterioridad.

Antes de la comida realizamos la visita a la Finca la Planta donde vimos los viñedos, los jabalíes, los ciervos y la encina milenaria (no pudimos ver los muflones), después visitamos la bodega para finalmente comer en el restaurante.

El menú fue el siguiente:

Cecina de León en Aceite de Oliva Arzuaga con Virutas de Foie
Pastel de Cabracho con Tostas
Crema de Marisco
Ragú de Ciervo de su Finca La Planta
Postre

La cecina fue alucinante, lo mejor con diferencia de toda la comida, no la había disfrutado tanto nunca antes (tampoco me prodigo en cuanto a ella), y el aceite y el foie perfectos acompañantes.

El pastel de cabracho fue correcto sin más, aunque hubo algún comensal al que le encantó, para mi se quedaba un poco corto de sabor.

La crema de marisco si que dio la talla, excepto por la ración que era más bien escasa (y cuando uno viaja con mastodontes de 2 metros y ciento y pico kilos que primero reclaman cantidad y después calidad, se hace difícil justificar según que ágape).

En cuanto al ragú de ciervo, correcto, aunque me esperaba algo más elaborado al menos en la presentación, el emplatado solo consistía en el ragú clásico más patatas fritas caseras acompañando. La ración fue generosa, y además al final sacaron a la mesa todo el que había quedado en la cocina para que diéramos cuenta de él.

El postre ya no lo recuerdo, creo que pedí un puding que derivé a otro comensal más necesitado.

Todo amenizado con el Arzuaga crianza 2011, bien servido, no había otra posibilidad.

Copas y café para acabar. Una buena experiencia, y sobretodo un trato exquisito.

Volvíamos de visitar Galicia y pensamos que sería una buena idea hacer un alto en el camino. Cogimos una habitación en el Hotel y decidimos cenar en este Restaurante, entre otras cosas, porque el Hotel-Restaurante está en medio de ninguna parte.

El entorno del complejo está bien cuidado. En cuanto a la cena decidimos tomar unas anchoas sobre una espuma de tomate y con unas tostas calientes, pero cuando nos sirvieron el plato, lo que tenía que ser una espuma era más bien una crema bastante densa y el sabor del tomate nos lo tuvimos que imaginar, al igual que las tostas que brillaron por su ausencia.

Posteriormente elegimos un filete y lo pedimos muy poco hecho, y a pesar de la primera apriencia, lo sirvieron bastante bien.

En cuanto al vino optamos por un Arzuaga (motivado en gran medida por ser lo único que tienen)reserva del 2005, el cual en cuanto al aroma se comportó de manera muy digna (se nota la pimienta, el cuero sudado y una cierta vainilla) pero en boca defrauda muchísimo (nos dió la sensación que en toda la cena no se abrió nada).

En cuanto al servicio habían dos camareros para unas 8 mesas y nos atendieron de una manera excesiva y desproporcionadamente altiva.

Total una cena bastante ordinaria, que no responde en absoluto a un pretendido Hotel de cinco estrellas, de las cuales no encontramos más de tres durante nuestra estancia.

El año que viene buscaremos otro restaurante más honrado.

Tomamos un menú dentro del paquete de alojamiento:
Milhojas de Foie de Oca con Jamón Ibérico de Bellota estupendo tanto el Foie como el jamón que tome, a pesar de su servicio, por separado. Pastel de Puerros Cubierto de Micuit y Salsa de Higos y Pasas tambien muy rico, curioso. Pincho de Lechazo Asado al Sarmiento de Vid con Ensalada Huerta Ribera fantástico de sabor (yo creo que me cogió con hambre), carne de gran calidad. De postres Tulipa de Helado Artesano de chocolate blanco correcto.

La carta de vinos de este restaurante se limita a los elaborados por su bodega. Tomamos Arzuaga Crianza 2006 que, debidamente oxigenado en un decantador, se mostró rico y acompañó bien. Pedimos Champagne pero no tenian, y nos trajeron en invitaron a un expumoso elaborado por ellos: Txapana Reserva Arzuaga 2003 que no nos terminó.
Cafes y Gintonics de Hendrick's.

El servicio tanto de cocina como de sala lentísimo (los comensales ya no sabemos estar ni de vacaciones). La comida toda muy buena. Recomendable.

Continuando por la zona visitamos las bodegas de Arzuaga, como Bodega muy bien y muy bien atendidos en recepción, la decoración muy cargante, cabezas de animales y tapices por cierto bastante sucios,mucho cuerno, da aspecto de rancho , pasando al Restaurante...da sensación de estrés...camareros corriendo de un lado a otro,gritos..tardaron bastante en atendernos( estaba lleno, pero habia bastante personal) en cuanto a la comida muy normalita,esperabamos más porque nos habían hablado bien , picamos unos entremeses(embutido,queso...) y nos aconsejaron un solomillo de jabalí que vaya...los he comido mejores, el vino Arzuaga Crianza con corcho!!!y el Maitre no se dió ni cuenta,(creo que era el maitre , espero que no fuera el sumiller porque ni siquiera se presentó) por supuesto nos lo cobró,los postres nos aseguraron que eran caseros, pero no...del café no voy a hablar, eso si, todo muy bien cobrado y en darnos la cuenta no tardaron mucho,para quedar bien no lo recomiendo,esperamos que todo quede en un mal día y que normalmente no sea así.

El restaurante está en las instalaciones de la misma bodega. El salón está en la fachada, como si fuera el porche del edificio cerrado acristalado y tiene mucha luz. En cuanto a la comida ibericos, morcilla de burgos, tortilla de bacalao. Las carnes de lechazo al horno (por encargo) y las brochetas de lechal, confit de pato, Jabalí guisado ... , etc., todo muy rico y cuidado, aunque no se trata de una cocina que invente nada, es totalmente tradicional. Los postres un arroz con leche soberbio, helados ni fu ni fa y la pena, el flan que además de no ser casero, te lo sirven bajo un manto de nata de bote.
Lo mejor la bodega, donde predominan los grandes vinos de esta misma a unos precios irresistibles. Tomamos Arzuaga Reserva (no recuerdo la añada) estupendo. Precios correctos tirando a altos.

Visita a la bodega, cata de vino compra en la tienda y....lechazo. Muy bueno, a primera vista da la sensación de un entorno masificado, pero no. Muy buena elaboración, muy buenos productos y un entorno inmejorable, con vistas a los viñedos. Aún en pleno Viernes Santo tuvieron la amabilidad de cambiarnos de mesa ya que al pedir no fumadores nos habian instalado dentro del comedor y detras de un biombo, solucionamos inmediatamente el error y a comer. Amplias mesas, trato del vino correcto (la carta evidentemente Arzuaga, aunque tienen otras marcas, pero estas en su casa :).

Postres caseros impecables, 1/4 de lechazo de verdad, que en otros sitios se ve que faltaron a la clase de quebrados y no entienden muy bien lo de 1/4.

Dos pax 91.-€ 1/2 Arzuaga crianza 2004 12.-€

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