DOM VINO un concepto de restauración que aporta aire fresco y de calidad a la capital malagueña, imprescindible. Es un concepto, hay que visitarlo para conocer lo que allí ofrecen, porque aunque pueda ser contado, hay que vivirlo de la mano de su propietario Antonio Nerva. Un referente en el servicio y mimo al cliente, amén del trato al paladar que sus platos y vinos pueden producirnos.
Me centro en el cariño y mimo que otorga Antonio a todos los rincones del local, a todos los platos que llegan a nuestra mesa, a cada vino que es servicio en la copa, y eso estando al nivel despersonalizado que actualmente está la hostelería, es un lujo alcanzado por muy pocos.
Nos vamos a encontrar una carta muy bien pensada y elaborada, con el concepto tan preciado y tan desvirtuado de la tapa, un plato olvidado y a veces mejor no recordar por la falta de concepto que los hosteleros le han infundado. En DON VINO nos encontramos la mayoría de platos en este formato, comprobando la minuciosa elaboración que recrea nuestra vista, con productos de primerísimo nivel que ¡ojo! pueden ser adquiridos en su formato original, comprobando la procedencia de estos productos -foie, cardos, setas, huevos, patés, aceites, salmon, queso con D.O y gama premium- en una vitrina que media en el local.
Maridamos un Oliver Conti Treyu 2007 con una tostadita de paté de aceitunas y huevo de codorniz, que abrió paso a un bombón de foie con almendras y cebolla caramelizada, aportando un contraste en el paladar que borra la palabra monotía de nuestro diccionario, ofreciendo una lección de productos básicos y sensaciones complejas y duraderas, me fascinó el bombón.
Continuamos con un repertorio de ensaladas en tapas, donde se entremezclaban cardos, queso de cabra, salmón, bonito, anchoas, todos en su perfecto equilibrio de sabor y texturas, aportando sus propias sensaciones y conjuntando el resto de ingredientes, de la presentación hablo nuevamente en maýusculas, simplemente excelente.
Culminamos nuestro breve paso con un Magnum de Alvarez Nolting 2005 junto a un bollito mágico, el bollito pringaita de 1986, un producto que no tiene parangón y difícilmente podría explicar, para ello solo hay que ir a probarlo.
Los postres culminan el nivel de sus platos, a base de queso fresco, frutillos rojos, chocolate de calidad, licor de naranja, nos propueso un dueto, que escuchó el "me rindo" de nuestros sentidos.
Porque para redondear DOM VINO la RCP es magnífica, tanto en sus carta de platos como de vinos, con precios muy comedidos y adaptados a estos tiempos de crisis que nos tocan vivir.
Más fotos en http://www.akatavino.com/2008/10/dom-vino-el-lugar-que-solicitaba-malaga.html
Visual vínica por los cuatro costados nada más entrar. Decoración sencilla pero muy conseguida. Para beber comienzo con Torroxal Blanco, seguido de Laus Chardonnay, cambio a Ébano y acabo con NOE VORS (éste lo pongo en mayúsculas). A pesar de ser local de vinos la comida no desmerece superando mis expectativas. Ensalada de endivias, diferentes lechugas, cherrys con una vinagreta en spray bastante curiosa. Bollitos de pringá y de bacalao ahumados muy ricos. Ternera (jarrete??) hipersabrosa, con la grasa veteada justa para no necesitar cuchillo. Breve surtido de quesos todos en su punto. Y para terminar con el PX un postre de chocolate espectacular. Volveré reitaradamente.