Restaurante Ganivet i forqueta (CERRADO) en Jalón
Restaurante Ganivet i forqueta (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
38 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
6.7
Opiniones de Ganivet i forqueta (CERRADO)
OPINIONES
10

Ya tenía ganas yo de visitar el local. Quiza mejor a la hora de la comida (por el paisaje, las terrazas, lo abundante que resultó el menú...) pero la cena no ha desmerecido, ni mucho menos.

Ojeando la carta (estiu 2010) no se ofrece menú degustación. Preguntamos y, tras consultar a cocina, nos dicen que nos preparan algo. Acierto 100%: 7 degustaciones que nos saciaron de sobra.

1. Boquerones en vinagre: frescos, caseros, suaves, con un toque de pimienta recién molida... muy buenos.

2. Anchoas saladas con bizcocho de "capellans" y tomates (confitados?): otra vez nos engancha la frescura del pescado y su tamaño considerable. Esta cena pinta bien.

3. "Minxos" de blanquet amb verdures en salmorra casolanes. Sorprende el punto de la "salmorra" (no soy un apasionado): para nada avinagrado, ni salado, turgente... Muy rico también el blanquet.

4. Pastel de garró (morcón) sobre berengena asada: de lo mejor. Ensamblaje perfecto de sabores: el morcón con la berenjena asada con leña (o esa impresión nos ha dado).

5. Pulpo (nuevamense sabor a leña) con una emulsión de aceite y pimentón picante i un gelée de patata y coco. Plato genial, tanto por el sabor braseado del pulpo, como por la compinación con ambas salsas.

6. Croquetas de atún: muy bueno también, pero quiza el plato menos impactante.

7. Conejo con hierbas de la montaña y verduras asadas: Buen punto, sabor...

Mención para todas las presentaciones, sobre vajilla blanca muy cuidada y para la cantidad abundante en los platos.

Todo esto por 28 €/pax.

A parte: agua, vino, postre (helado de chocolate sobre panfigo y granizado de lión: memorable) y café.

El servicio del vino és correcto: buena carta, precios normales, buen trato... Tomamos Pujanza. El servcio en general buenísimo: agradable, cercano, no empalagoso...

Sobre el entorno, solo comentar que la sala es muy de mi gusto, alternando elementos modernos y rústicos. Como comenté al principio quizás más apropiada para comidas (grandes ventanales), pero hemos estado muy a gusto.

Un restaurante que merece un viaje. Comida maginativa,bien equilibrada de sabores y texturas,y excelente trato a los platos trdicionales. Los precios más que razonables: 17 euros el menú del día. Comimos, entre otro entrantes, unas inolvidables albóndigas con salsa de chipirones y luego un excelente rossetjat de cordero y un arroz con gambas en paella con aromas que iban más allá de los tradicionales;perfecta cocción.
El trato ha sido agradable, personalizado, con buenos consejos,por ejemplo sobre el vino: Finca Apolonia un verdejo fresco y seco.
El local es una casita de campo rodead de un simpático jardín.
Volveremos

Bueno, ante todo respeto por las distintas opiniones.

Soy cocinera, trabajé la cocina creativa durante muchos años, la estudié otros tantos y bueno, ante todo la conozco y la disfruto como lo que es cuando se la sabe trabajar: un lenguaje de comunicación con cada alimento y su sabor, y una fusión de las distintas 'madres' (sabor original de cada especia, verdura, carne...) con mimo, cariño y respeto. Es un arte que en la cocina se reproduce en cada uno de los platos que saldrán a la mesa, y solo si se hace bién y con ingredientes de calidad, se recibe en el paladar con auténtico placer, independientemente de que sea el plato más sencillo o el plato más elaborado.
Todo ésto viene porque me molesta que a una cocina como la de Caramull, más allá del vino o la decoración, se la trate de cara o simplista.
Las conocí a finales de agosto, fuí a cenar con mi compañera y hacía tiempo si no años que no despertaba esa parte de mi paladar que andaba adormilada, y no era por ir a restaurantes baratos.
No voy a entrar en los platos que degusté, sólamente romper una lanza en favor de las cocineras de Caramull, desde la experiencia y desde el cariño a la buena cocina, porque primero, utilizaban alimentos de primerísima calidad. Segundo, la fusión de los alimentos no era nada sencilla. Que me digan como resaltar un atún con un jengibre sin que éste último predomine en el paladar, cuánto tarda un pulpo en confitarse hasta conseguir que se deshaga en la boca. Cómo deshuesar un conejo y rellenarlo sin discriminar el sabor de la finura de su carne. Como elaborar un bavaroise de berengena sin que su óxido amargue lo más mínimo la delicadeza de su sabor. Y para la gente que admiramos y conocemos la calidad de los salazones (y su precio), cómo disfrutar al probar una mojama exquisita o un capellán tal cual lo hacía mi abuelo, que es imposible de encontrar en otro restaurante.

Creo que el desconocimiento hace estragos en cocinas que merecen que, como mínimo, se las respete, y por supuesto, se las admire. Es una lástima.

Y FELICIDADES A LAS COCINERAS!

Tras diversas recomendaciones y buenas escritas leídas en Verema nos decidimos a visitar este Rte. en Jalón.
Después de observar la carta de vinos, discrepo totalmente con las críticas que hacen referencia a su corta carte de vinos, en mi opinión, se trata de una carta con suficientes y diversas referencias a precios adecuados.
Como había sido previsor y no soporto disfrutar de una buena comida sin un buen vino, me llevé el mío, un vinazo de Ribera del Duero de unos 60€ en bodega.
En cuanto al local, demasiado estrecho y alargado pero con una buena y actual decoración, mucho jaleo, poca intimidad... Se echaba en falta algo de múscia ambiente que hiciera más llevadero el sonido de fondo de los coches en la cerretera, así como algún que otro cliente más entusiasmado de lo habitual.
El mobiliario, correctito, aunque las mesas se hacen un poco pequeñas...
Y ahora sí, empieza lo bueno...
En cuanto a la carta pedimos una serie de entrantes tales como croquetas, "minjo" de sobrasada y salazones.
Las croquetas de bacalao buenísimas, tenían una salsa de mostaza espectacular, lo mejor de la comida, auqnue resulta interesante que lo mejor tenga que ser un plato con cuatro contadas y pequeñas croquetas. Pequeñas y no por eso económicas, he comprobado que la calidad en este Rte está reñida con la cantidad.
El "minjo" de sobrasada, nos despertaba curiosidad tanto a mi como a mi pareja, ¿Qué será? pues ni más ni menos que una tosta con sobrasada y una pizca de miel.
Y el plato de salazones ya fue el colmo, con sus 9,50€ sin Iva se convirtió en el cachondeo de toda la comida, dos trozos de una especie de mojama más o tros dos trocitos de pescado seco "capellans" acompañados por una reducción de berenjena que sabía a rayos.
Hasta ahora habíamos comido, croquetas, tostadas con sobrasada y pescado seco...
De plato fuerte pedimos dos solomillos de Asturias, uno al punto y el otro muy hecho.
El que debía estar al punto lo estaba, perfecto, buenísimo, auqnue no barato, 20€ sin Iva.
El otro... bueno como mi pareja lo pidió muy hecho... pues eso hicieron, hacerlo mucho durante mucho rato... más bien debieron entender pasado, seco o algo similar... auqnue también costó otros 20€ sin Iva...
Y de postre dos "super chocolate"... no tengo más que comentar que se trataba de una crema de chocolate de lo más común... nada especial.
También me gustaría destacar las muchas y buenas panaderías con panecillos, de pueblo, con pipas de calabaza etc... que tenemos en nuestros municipios... Este Rte. las desconoce todas, porque el pan es... lo peor.
Y después de todo esto, y sin habernos traído una mísera copa de licor nos trajeron la cuenta y dos cafés. Bueno pues teniendo en cuenta que no tomamos vino la cuenta ascendió a más de 100€! Increíble, después de haber comido cuatro cosas tales como croquetas, tostas y salazones acompañados de un pedazo de carne bueno y el otro no...
Es inadmisible. Es un lugar todo hecho pretensiones que a mi no me cubrió ninguna... un claro ejemplo de un "quiero y no puedo".
PD. Lo mejor de mi visita al Caramull... El vino que me bebí (lo llevé yo).

La entrada al restaurante parece la de un chalet algo desarreglado. Sin embargo la sala rectangular es muy bonita, cuidada, acogedora. Mesas con buena separación y amplias. La mesa bien vestida y buena vajilla y cuberteria. Servicio atento y simpático.

Cocina de buena calidad: bien elaborada y buen producto pero las raciones son escasas sobretodo por el precio que tienen las entradas. Aperitivo de hojaldre con pimiento asado (un hojaldre espectacular), croquetas de atún con chupito de crema de calabacín (bien elaboradas y sabrosas pero muy pequeñas), anchoas caseras(buenas), berenjena con brandada de bacalao(berenjena excelentemente frita). Como principales conejo marinado (buen punto) y entrecote con un exceso de grasa pero buen sabor. Postre almendras garrapiñada con una especie de crema de queso no muy logrado.

Buenas copas, carta no muy amplia pero suficiente, bien surtida y precios ajustados tomamos un Seque (23 más IVA).

Dos vermuts, lo ya indicado y dos cafes casi 90 euros. A mi parecer algo caro, no defrauda pero tampoco sorprende. Algunos detalles a revisar sería el no indicar que los precios son sin IVA y el pan que no es de mucha calidad, es escaso y lo cobran caro.

Nunca habíamos oído su existencia. Pasamos por la puerta y paramos a ver. Gratísima sorpresa. Lugar muy agradable, servicio amabilísimo y sobre todo, magnífica cocina. El paté de conejo con gelatina de moscatel, las anchoas con ensalada y flores de tomate seco y raf, el arroz de pollo de corral, pelota, manzana y boletus... todo espectacular. Las trufas a la naranja con crema de madroño y la tatin con almendras, fantásticas. Y el precio realmente increíble. Volveremos por supuesto

Aprovechando unos dias por la Vall de Pop nos acercamos al Caramull para probar su carta en verano. Sorpresas y muchos cambios respecto al invierno. Detalles, muchos detalles.

Buena ejecución de platos a destacar el atún a la brasa y los arroces de conejo que los bordan.

Nuestra visita en fotos y más comentario aqui... Perdón por la calidad de las fotos...

http://vinsimes.blogspot.com/2008/08/el-caramull-de-xal-jaln-carta-de-verano.html

Sale a una media de 30-35 sin vino.

Sorpresa muy agradable. Reforma de un restaurante y de la cocina de siempre, pero sin olvidar las raíces. Bastante correcto en todos los aspectos. De todas formas mejor echar un ojo, con fotos a lo comido. Habrá que probar su cous cous de la marina

http://vinsimes.blogspot.com/2008/01/el-caramull-de-jaln-xal.html

Un sitio recomendable en la zona. Local atractivo y buen servicio. cocina de la zona, con algún toque moderno (¿negrets estilo Thai?). Muy buena materia prima y un buen servicio en el vino, sin una cristalería para echar cohetes.

Arroces buenos, pescados buenos y unas ensaldas estupendas. COmo curiosisda el pulpo con pencas.

Es un sitio al que se puede ir varias veces y no te cansas, por unos 30€, aproximadamente.

Restaurante en un entorno rural, a la entrada del Valle de Pop , en la subcomarca de Aixa, rodeado de montañas. Proporciona una cocina muy cuidada con platos atrevidos combiando el embutido tipico con miel o pera, y como especialidad la carne. Destacar la cocina a la entrada del restaurante, donde se puede ver la elaboración de todos los platos, y la parrilla de leña para "temor" de las carnes. Disponen de una pequeña bodega con buenos caldos tamaño Quantum. Muy buena vajilla, pero hecho en falta cristaleria para los vinos.

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