Tras la parada en Úbeda y en Baeza, fuimos, bueno, fui, algo estresao el resto del viaje por un solo motivo: quería llegar a disfrutar esa misma noche del tapeo gaditano. Así que no paramos “ni a hacer pis”. Que ojone, que hay que llegar como sea.
Y llegamos, ¡hombre que si llegamos! Una pechada de kilómetros, pero a las 21h estábamos en el hotel, a las 21'30h con el check in hecho y duchaditos…. Y a las 21'50h en la puerta del Manteca. Iupiiiiiiiiiiii!
Eran varias las fuentes de las que habíamos bebido para hidratarnos con consejos gastronómicos de la tacita, alguna realmente apreciada, y en todas ellas había un factor común: la Taberna Casa Manteca, más conocida en los foros como “El Manteca”. Cuyo fundador, por cierto, es uno de los legendarios jándalos.
Pues cómo no, tenían razón los recomendadores. Qué taberna tan “vivida”, qué rancio saborcillo, qué tipismo. Mmmmmm. Dos pequeños habitáculos (unidos por la barra y un estrechísimo paso) de techos altos, abigarrados de arriba a abajo de fotos y recortes de prensa antiguos enmarcados, botellas de vino, algún motivo taurino... Creo que no hay ni taburetes. A tomar el vino y la tapa de pie, oño, como mandan los cánones, como a mí me gusta. ¿Qué es eso de sentarse?
Mucha gente dentro, y también fuera, sin agobios pero llenito. Curiosa simbiosis la que observé un par de días después (sí, no me pude contener y regresé al lugar del crimen) pero a la hora del aperitivo: un señor mayor monta en la calle, apoyado en las mismas paredes de la taberna, ocupando buena parte de su terracita de barricas-mesa, un improvisado chiringuito ambulante de venta de marisquitos de la bahía, como si fuera una pequeñita parada de mercado. Siete u ocho cajas blancas atiborradas de diferentes marisquitos, que te servía en vasitos de plástico. Le pregunté si era empleado de Manteca y me contestó que no, que era “independiente”. -"Oño", le dije -”¿y cómo es que le dejan los de la taberna ponerse aquí?” -”Porque saben que llevo género bueno” -"Pero al final usté les está haciendo la competencia, venden menos tapas” -”Pero venden más vino”.
El Manteca limita su oferta a dos epígrafes: chacinas y conservas. Pero qué rico todo lo que tomamos.
• Mejillones en escabeche
• Bonito curado
• Morcilla de hígado
• Chicharrones especiales
• Queso curado en manteca
Divina la presentación, en papel de estraza parafinado, sobre la barra, como antaño. Ni platos ni gaitas, oiga. Y si pides cuatro cosas, te las dejan en la barra una encima de la otra. El trocito de papel de estraza con la morcilla, encima de ésta otra capa con los chicharrones y encima otra con el queso, otra con el bonito…. Lo agarramos todo y nos lo llevamos a una minibarra-repisa que recorre las paredes del local, y lo extendimos.
Los mejillones, “de categoría”; el bonito era muy curioso, como seco, ahumado y en salazón; el embutido de morcilla de hígado, no podía tener más sabor, qué curioso embutido, parecido a una butifarra negra pero exponenciando el sabor a casquería; y el queso, un buen queso curado de oveja, "mantecoso" (jeje, cómo no!) y potente. Pero, amigo… esos chicharrones… Un absoluto deleite esos chicharrones especiales, un manjar de los dioses. Se trata de mazas de panceta de cerdo que son adobadas y fritas enteras en manteca y por último cortadas en finísimas lonchas. No sé cómo se puede hacer algo tan fresco, jugoso y ligero en boca, partiendo de una panceta frita en manteca, todo de cerdo. ¿¿?? El adobo tiene mucha culpa. De verdad, son adictivos, puedes tirarte tres días comiéndolos.
-"¿Tienen manzanilla o fino en rama o alguna cosita especial?". Y me sacaron una muy agradable Manzanilla en rama Yuste. Amo la crianza biológica.
Pues eso, señores, que ir a Cádiz y no visitar el Manteca… es como comerse un huevo frito sin sal.
Ostias Presi, no paras, de Norte a Sur, así vamos.
Oye, que en Junio nos bajamos para "Cai" (Sancti Petri), ahora seré yo el que te pida consejo para la zona, que la conozco bastante, pero la cago más que acierto. El Manteca y Aponiente los tengo siempre fijos en mis visitas.
Ansioso por que cuelgues tus comentarios.
Un abrazo.
Manteca.- Apellido común de los valles pasiegos. El jándalo fundador de Casa Manteca era de Selaya. Que está a escasos 15 minutos de la Vega de Pas, pasando el puerto de La Braguía y donde se elaboran los mejores sobaos. ¿No viste las fotos de los carteles de entrada a Selaya?. Saludos señor de Las Merindades.
Por el apellido sí, pero Selaya no es villa pasiega. Estas son: La Vega de Pas, San Roque de Riomiera, San Pedro del Romeral de Cantabria y Espinosa de los Monteros de Burgos. Selaya está limítrofe con La Vega de Pas, pero pasiega como tal no es, pero está muy influenciada. Saludos desde la verde y fresca Cantabria.
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