Restaurante Masía Romaní en Bétera
Restaurante Masía Romaní
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Durante los meses de julio y agosto no cierra
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.6
Comida COMIDA
7.3
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
6.8
Tarta de Queso con Arándanos
Kefta de Cordero Lechal
Ventresca de Atún
Milhojas de Manzana y Foie
Guacamole
Opiniones de Masía Romaní
OPINIONES
36

Cena den la terraza de verano (bueno , y en muchas ocasiones también de invierno) con temperatura magnifica. Las mesas son amplias , con buena separación entre ellas lo que desahoga siempre ya que es muy raro que no este lleno a reventar vayas cuando vayas. Crstaleria , manteleria y vajilla aceptable con cuberteria mas de batalla.
Tomamos como primeros para compartir :
.- Anchoas con queso blanco y pimienros al horno. Lo mejor los pimientos . Muy buenos. El queso y la anchoa flojos
.- Calamar saltaeado con ajos tiernos. Buena cocción pero calamar con poco sabor
.- Romanitos: especie de bocadillo de pan de rosca con jamon iberico y huevo de codorniz encima. Muy buenos , aunque eché de menos las patatas paja que en otras ocasiones ponen de acompañamiento
.- Pulpo sobre crema de patata gallega . Excelente tanto el pulpo como la crema . Pulpo con mucho sabor , muy bien cocinado y crema suave , fina que invitaba a comer y comer

De segundo yo tomé Vitello Tonnato con lima y una salasa que no sé a ciencia cierta de que erar , pero que a mi me pareció de atún. Muy bueno, lla lima aportaba frescura y acidez a una carne de calidad cocinada con esmero. Otros comensales tomaron caña de lomo a la sal , rape , escorpa y tartar de atun . El comentario de todos ellos es que todo estaba muy bueno.
Como postre isla flotante sobre crema. Es lo que siempre pido cuando voy allí. Me encanta. Tiene un pusto justo de dulce que ayuda a acabar bien la cena. El resto tarta tatin y sorbetes de frambuesa. Otra vez aclamación popular.
Servicio en sala como siempre. Si no quieres que hayan demoras debes de estar de los primeros en el restaurante. da igual que vayas a comer o a cenra.Casi (por no decir siempre) esta lleno y si, te retrasas el servicio se resiente en velocidad. En su descargo hay que decir que el restaurante ya te lo advierte en la carta cuando dicen que la paciencia es una virtud que hay que saber ejercitar :-). Por lo demas atentas (eran todo chicas) , amables y dispuestas. Mención a parte merece Carlos (el dueño del local junto a la cocinera). Siempre , siempre, y he ido muchas veces , es todo simpatia y cercascnia. trata a todo el mundo con una educación y una simpatía dificil de encontrar. Nunca hay problema para nada y , si existe problema , el te lo soluciona. Es un autentico crack
Carta de vinos corta pero justa. Su filosofia de trabajo no esta ni mucho menos enfocada al tema del vino (quizás por que su publico mayoritario no busca eso), pero tambien es verdad que siempre tiene refrencias interesantes a precios comedidos. El servicio del vino se limita a descorchar y dar a probar. te dejan la botella y te sirves. En cualquier caso yo prefiero mil veces que me dejen la botella en la mesa si no disponen de personal para rellenar las copas que que tengas que pasar media cena pidiendo que te sirvan vino.
Es un restaurante clasico con muchos años en la cartelera. Tiene su publico fiel que se va renovando y aumentando ya que es uno de los pocos sitios en Valencia donde puedes ir a comer con niños un fin de semana y posee lugar para que se explayen y no molesten ni a sus padres ni a los demas. Por la noche cambia la prespectiva, la terraza tiene una buena iluminación , la sensación es calida y a esa hora los clientes son sólo los padres de los niños o los que ya tenemos hijos mayores , pero que conocimos el restaurante cuando eran pequeños. No se busca ni cocina de altura ni una coina sofisticada. Aqui hay producto tratado con honradez y, en algunos platos cierta influencia canaria, oriental o italiana. En cualquier saco un buen sitio para disfrutar una cena al aire libre manteniendo una buena terulia con los amigos.
Es lo que es. Sigue siendo lo que siempre ha sido asi. No miente , ni te engaña . Es fiel a si mismo y eso siempre hay que valorarlo y agradecerlo.
El precio incluye tres botellas de agua de litro, 4 cervezas , un martini , un Augustus chardonnay 2009 y un Lalama 2006. Los cafes nos invitaron

Qué decir de mi restaurnte favorito?
Trato muy agradable. Lugar con cierto encanto. Jardin con columpios.
Comida excepcional. Todos los platos. El roast beef, la paletilla de cordero, el kefta, el pollo al curry, la carrillera, el bacalao (qué bacalao!). La ensalada Bella Ana,..., en fin, creo que me conozco toda la carta y no sabría qué recomendar sobre el resto.
Carta de vinos un pelín justa, eso sí, pero con vinos muy representativos de las principales DO y alguna apuesta.
Un pelín lento el servicio, aunque hacen de ello una virtud.
Luis Carlos y Zulema unos artistas. Como decimos mi mujer y yo, nunca nos defrauda.

Ya he ido un par de veces porque lo tengo cerca de donde veraneo. Me parece un buen restaurante, con una cocina variada y de buena calidad.

El local tiene un pequeño jardín con columpios a la entrada de modo que a la hora de la comida la mayoría de los comensales son familias con niños pequeños. Conviene tener esto en cuenta si lo que se busca es un restaurante para una comida tranquila. Afortunadamente no era nuestro caso pues celebramos un cumpleaños y por tanto pasamos a incorporarnos al bullicio general.
Al centro tomamos guacamole con tortitas (algo ácido para mi gusto), albóndigas de sepionet en su tinta (realmente ricas y jugosas), mil hojas de foie (plato clásico pero que sigue gustándome por su agradable sabor a foie y el contraste de texturas con las laminas de ¿caramelo?) y una ensalada con jamón muy agradable (con jamón crujiente y seco de un sabor muy bueno).
De segundo yo tomé unos huevos fritos con patatas y jamón ibérico. Abundante este último y quizás con las patata fritas estilo nido que no permitían mojarlas, pero en cualquier caso este plato no suele fallar.
De postre tomamos la tarta del cumpleaños que el restaurante tuvo el detalle de servir y acompañar de una bola de helado.
A mejorar copas y demás menaje, quizás tampoco estaría de sobra pensar en un lavado de cara del local. Igualmente muchos fallos en la carta de vinos que estaba siendo cambiada. Sin ser demasiado amplia había (perdón habrá) un poco de todo a precios no muy elevados. Tomamos Arzuaga y cuando acabamos con la bodega pasamos al Malleolus.
El servicio aunque no tuvo ningún fallo se notaba desbordado (cierto es que el local estaba al 100% sin sitio para un alfiler) pero siempre amables y con la sonrisa por delante. Terminamos con cafés y copas donde la sobremesa se alargo hasta las 6 de la tarde y nos esperaron amablemente.
Cocina de producto, bien hecha y sin complicaciones. A mejorar el tema del vino. Por ser invitado no puedo valorar precio.

Hemos visitado este restaurante en multitud de celebraciones familiares. Muy adecuado por su espacio al aire libre para los niños, tienen un pequeño campo de futbol, canastas y columpios. Está situado en una Masía en las afueras de Betera, el interior está dividido en dos salas, comemos en la más grande con varias mesas redondas en su mayoria familias con niños pequeños, con una separación más bien justa. La cocina es de mercado, con un menú para niños de 13 € a elegir entre pechuga empanada, pasta o arroz al horno. Los mayores elegimos como entrantes bocaditos de camembert conmermelada de frambuesa (buenos), milhojas de foie (muy buenos), croquetas de jamón (normalitas)y calamares salteados (excelentes). Yo tomé despues magret de pato, sabroso, con un puré de patata y una salsa cumberland muy adecuada. El roastbeef también fue muy ponderado por otros comensales y en otras ocasiones hemos tomado paletilla de cordero muy, muy recomendable, aunque nos ha pasado varias veces que no les quedan si llegas tarde. De postre, tarta tatin, buenisima y cafés.

Tomamos un Vegalfaro, correcto, el servicio del vino se limita al descorche. El servicio es joven y servicial. En algunas ocasiones el ritmo de salida de los platos puede ser lento, hay que estar relajado y sin prisas. El precio por adulto, descontando los menús de niños, ha sido de 39 €.

En definitiva, lugar perfecto para acudir con niños pequeños en dias soleados y olvidarte de ellos. Opción recomendable para el fin de semana a mediodia.

No lo conociamos. Fuimos tres matrimonios desde Serra. Ambiente tranquilo en comedor en el jardin muy agradable. Mesa redonda que combinaba amplitud con suficiente cercania de los comensales propiciando una intimidad correcta y una charla distentida hablando despacio. Carta corta pero suficiente. Entrantes correctos de sabor y presentacion, guacamole, calamares, milhojas de foie y unos segundos platos, paletilla y rosbeef, generosos y bien cocinados. Carta de vinos corta pero ¿para que mas? Tomamos un Arbol Blanco de Aranleon, muy bueno. Pero a todo esto hay que añadir la simpatia, amabilidad, atencion, sonrisa permanente, diligencia, de las señoritas que nos atendieron. Nos lo hicieron muy agradable. Para volver.

Restaurante que baso su exito en la peculiaridad de su entorno. Sólo abre los fines de semana y cambia la clientela de forma drastica del mediodia a la noche. A la hora de comer es un sitio ideal para acudir con niños, ya que tiene instalaciones para que se puedan divertir. Por la noche , sobre todo en verano en su terraza, es un lugar acogedor.
Carta de cocina tradicional con guiños y acercamientos en determinados platos a la cocina marroqui, canaria y sudamericana, presenta su materia prima se presente de una forma original.
Tomamos varios platos , destacando en mi opinion,los calamares con habas, el pollo al curry, chuletas de lechal rebozadas y los huevos fritos con jamon y estupendas patatas , el Kefta de cordero y las chuletas delechal rebozadas. Buenos postres con especial mencion al Bromwnie y a la Isla flotante
Carta de vino irregular, fallan muchas referencias que estan en la carta. Servicio que se limita al descorche
Servicio en sala dispuesto. Algo lento, pero se suple por el disfrute del entorno.

Restaurante a las afueras de Bétera con una zona ajardinada y un pequeño aparcamiento que lo hace cómodo en cuanto a accesibilidad y muy apropiado si se va a comer con niños. Si no vas con ellos la verdad es que el ambiente de sala es bullicioso y tienes que ir concienciado.
Mobiliario cómodo de decoración sencilla pero cuidada. En cuanto a la cocina... sería difícil definirla, tal vez diría que se trata de una cocina de mercado de corte internacional. Tomamos unos entrantes como guacamole (perfecto equilibrio entre todos los ingredientes), el calamar de buena calidad, unas ensaladas, croquetas de bacalao (bastante buenas) y el milhojas de foie que, para mi gusto, queda demasiado pesado con el queso de cabra, la manzana y el caramelo, aunque a decir verdad, al resto de la mesa le entusiasmó este entrante. De los segundos destacar el cous-cous de pescado que estaba espectacular y el rabo de toro, potencia especiada pero en perfecto equilibrio. De postre tomamos isla flotante, bastante buena y un sorbete de piña bastante bueno.
La carta de vinos está bien seleccionada y el servicio estuvo a la altura de las circunstancias, con un trato muy amable y cercano. Cristalería correcta.

Era mi primera visita y amenazo con volver, eso sí, esta vez pediremos menos, puesto que las raciones son generosas.

Perfecto para medio dia si vas con niños.
La comida y entrantes muy buenos. Esta vez tome paletilla de cordero y es de las mejores que he probado en mi vida, incluso comparando con las de Zaragoza o las de Valladoloid.

Servicio muy bueno, estando todo a tope. Hay que ir sin prisas y a disfrutar de un buen dia con amigos y una muy buena mesa.

excelentes el guacamole, milhojas de foie, croquetas de iberico y el pulpo.

Un rte para repetir, la comida muy buena, la carrillada una pasada,los aperitivos muy buenos, eso si rapido no es mucho,pero ya te avisan, la verdad esque me fui con un grupo de gente y a todos nos encanto.la buena comida se paga y si no puedes pues no vuelvas pero yo volvere un poco lejos de valencia pero vale la pena tiene mucho encanto trato muy bueno y para verano tienen una terraza que es muy acogedora.muy bueno todo;los sorbetes estan muy buenos y caseros no de maquina.

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