Restaurante ideal para ir con niños, a los que puedes dejar jugando por el frondoso jardín mientras te relajas con unos buenos vinos. La carta de vinos no es amplia pero está bien seleccionada y presenta novedades interesantes a precios atractivos. Probamos Jose Pariente (10 euros), Finca Sandoval (22) y cava Agustí Torelló brut nature (15). Lo peor son las copas, que desmerecen la selección de vinos y el cuidado general del local. El servicio de sala es amable y no me ha resultado lento a pesar de ser un domingo. Los platos en general bien resueltos (especialmente los entrantes). Un lugar que deja una impresión global positiva. Volveré (y ojalá encuentre mejores copas).

Comparto totalmente la opinión expresada por mi amigo Fombe, a mi también me encanta este coquetísimo y agradabilísimo restaurante!
Original y diferente cocina de fusión: Mediterránea con guiños Marroquíes y apuntes Sudamericanos, perfectamente estructurada, pensada y diseñada.
Bodega muy completa y variada de referencias y geografía.
Buena y constante rotación de cartas.
Servicio correctísimo y muy eficaz (no entro en formalismos)
Vajilla, cubiertos, cristalería, mesas, entorno, parking, jardín, atmósfera......Muy bien todo!
Y muy buena relación Calidad-Precio!
En resumen, una propuesta verdaderamente sugerente, muy a tener en cuenta.

Es un restaurante que a mi particularmente me encanta. Tiene la originalidad y atrevimiento necesarios, el entorno es precioso, el personal amabilisimo, cuidan mucho la informalidad, que, sinceramente, controlarla es más complicado que la formalidad, y algo fundamental, remodelan la carta con cierta periodicidad, siempre manteniendo los platos estrella. Una opción muy buena.

Comida de fusión, interesante y bien presentada, básicamente cocina de mercado. Carta de vinos aceptable, cristalería flojita y servicio del vino aceptable. Mucho que mejorar.... además el argumento del "slow food" no justifica un servicio lento y no demasiado profesional.

Nada de acuerdo con lo de un mal servicio. Aunque informal, a mi me parece estupendo y correcto. En cuanto al servicio del vino: copas mejorables, carta de vinos variada, atractiva y a precios comedidos. Por mi parte muy recomendable.

Es un restaurante que, a primera vista, sorprende por la bonita decoración y por su ubicación. La comida criolla o sudamericana es fantástica, hay una muy buena combinación de sabores y los platos están muy bien elaborados y presentados. La carta de vinos es aceptable pero las copas desmerecen. Lo peor de todo es el servicio, muy lento y poco profesional.