Parada con premio

A la altura de Tudela, camino Burgos, se nos hizo la hora de comer. En un certero volantazo nos plantamos en Pichorradicas para el avituallamiento.

Su localización céntrica en zona peatonal fomenta el hábito del paseo, siempre saludable excepto cuando la caminata de turno se realiza bajo un impío y abusón astro rey que aprovecha su posición más cenital para avivar la sensación de sofoco que ese día campaba por la ciudad.

Así pues, con los poros abiertos, llegamos a esta casa rústica de piedra y madera que alberga una sala mediana, al fondo a la izquierda, con ambiente elegante y un punto austero donde nos encontramos realmente a gusto.

Nuestra elección, con asesoría del profesional camarero incluida, fue la siguiente:

Esparragos Templados con Vinagreta
Cebollicas Estofadas
Pochas de Tudela Arregladas a Nuestro Estilo
Alcachofas Fritas con Foie y Huevico Escalfado
Antxoas Fritas con Refrito de Ajos tiernos
Paletilla Asada con Sopas de Pan

Empezamos bien con los espárragos, de buen calibre, tiernos y gustosos seguidos de las cebollicas, ejecutadas con paciencia a fuego lento y repletas de sabor. Era de cajón continuar con las pochas, productazo de finura extrema, quizás echando en falta que el caldo tuviera un punto más de consistencia. Se acompañaban de unas adictivas piparras.
La segunda parte del partido comenzó pujante. El binomio huevo-foie se presentaba junto a la alcachofa en este caso bien fritita y crujiente haciendo las delicias del público. Continuamos con una correcta fritura de anchoas y terminamos con el siempre firme y bien manejado asado de cordero presentado con unas sopas de pan a las que no supe hallarle virtud.

Agua para el conductor y vino para los acompañantes, concretamente Sonrojo D.O. Navarra (12 €) y Atteca 2014 D.O. Calatayud (17 €) servidos de manera correcta.

Bollo de pan blanco de costra gruesa para acompañar (0.90 €)

Ronda de cafés y paseíto hacia el coche buscando una sombra aliada que aliviara los rigores climáticos de la hora de la sobremesa.

En resumen, muy grata experiencia en esta parada de viaje donde se palpa el sabio manejo en cocina del producto local, exponiendo lo bella que a veces puede resultar una aparente sencillez. Además, un servicio que ayuda y magnifica las buenas sensaciones que te mandan de entre fogones, completa la virtud de la empresa.

  1. #21

    Joan Thomas

    Una buena parada y fonda... con las pochas y el huevo con foie encima de ese timbal de alcachofas crujientes me lo hubiese pasado muy bien ;-)).
    Las sopas de pan, las hubiese preferido solas, bien preparadas pueden ser deliciosas... y el cordero asado que me encanta lo hubiese preferido con otro acompañamiento.
    Lo importante es que fue una buena experiencia :-))
    Un abrazo y hasta pronto

  2. #22

    Fer B.

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Así fue, Joan!

    Todo el producto resultó de alta calidad y ejecutado con tablas. Con paradas como esta se hace más amena la ruta.

    Un abrazo. Nos vemos en nada ;-)

  3. #23

    Tantra84

    en respuesta a Disfraz
    Ver mensaje de Disfraz

    Te refieres al 'Busti' (vocablo euskaldun que significa mojado), que no es más que un trozo de pan que se empapa en caldo de carne. Es un plato típico de la gastronomía baztanesa (limítrofe con la baja navarra), que se ha recuperado hace unos años en la zona a modo de pintxo o aperitivo antes de comer.
    Muy interesante la historia que tiene detrás, gracias por el apunte histórico.

    Saludos de un acérrimo defensor de los platos de cuchara en general y las sopas (de cualquier tipo) en particular / Israel

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar