Restaurante Diecisiete grados en Palma de Mallorca
Restaurante Diecisiete grados
País:
España
Provincia:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
32 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
6.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.1
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Huevos con patatas y foié
Ensalada de jamón y langostinos en tempura
Opiniones de Diecisiete grados
OPINIONES
11

El día 5 de diciembre de 2013 fuimos dos personas a cenar y pedimos unos huevos rotos con rabo de toro y un lomo de buey al corte japonés para compartir. Estaba bueno, pero cuando nos trajeron la cuenta la sorpresa no fue tan buena. Nos cobraron dos lomos de buey. Se lo dijimos al camarero y nos contestó que como éramos dos se suponía que eran dos raciones y se quedó tan ancho. Nosotras le habíamos remarcado que los dos platos seleccionados eran para compartir. A parte de esto, nos soplaron por la cara 2’60 € por unas aceitunas, ajoaceite y pan que nos trajeron sin haberlo pedido. Muy poca profesionalidad. No volveremos, una cena así no te puede costar 80 euros, es inadmisisble.

En la semana que estuvimos de vacaciones por Mallorca, visitamos Palma un solo dia, tras visitar el mercado de Santa Catalina (una de mis aficiones es visitar los mercados de abastos de las ciudades) decidimos comer por los alrededores, encontramos esta calle semipeatonal con gran oferta de restaurantes de todo tipo.
Optamos por este, ya que tenia alguna que otra recomendación y la verdad es que fue todo un acierto.
Esta vez optamos por comer en la terraza, mesas correctamente vestidas, cubiertas con las sombrillas de rigor, vajilla, cuberteria y copas de calidad.
Servicio muy atento y agradable.
Optamos por compartir un par de entrantes:
-Croquetas de butifarra, 8,90€, unas 7 u 8 unidades, de buen tamaño, excelente rebozado y una bechamel cremosa y con bien de tropezones.
-Ensalada de jamón, langontinos en tempura y verduritas salteadas, 12,70€, muy buena, con jamón iberico de calidad y langostinos de buen tamaño y con una fritura perfecta.
De segundos:
-Huevos con patatas y foié, 14,50€, plato sencillo donde los haya, donde prima la calidad del producto, como era el caso.
-Bacalao con allioli gratinado y tomate, 17,20€, muy bueno, taco de buen tamaño y con el punto exacto de sal.
En este caso no quedó hambre para los postres.
En el apartado de vinos, tienen una carta muy bien surtida, con la opción de muchos vinos por copas, precios bastante moderados, en este caso, elegimos una botella de Agustí Torelló Rosat Trepat 08 a 20,50€, servida perfecta de tª, con su cubitera correspondiente y con algún rellenado esporadico de las copas.
Terminasmos con unos cafes con hielo
La verdad es que salimos bastante contentos y volveríamos sin ninguna duda.

  • Huevos con patatas y foié

    Huevos con patatas y foié

  • Ensalada de jamón y langostinos en tempura

    Ensalada de jamón y langostinos en tempura

Realmente saben lo que hacen y lo hacen bien.
Visitamos Palma este verano y por casualidad (y atraidos por su "cosmética") descubrimos este restaurante.
Muy buena selección de vinos y DOs, y a un precio muy competitivo. En algún caso,menos de la mitad que el precio en bodega. Por ejemplo, el Valbuena 5º año a 95 euros. Vino bien tratado y servido. La opción de copas es amplia, por lo que puedes aprovechar a catar varias opciones.
La comida es completa y resultona. No es un lugar al que visitar por la comida. Diría que es un complemento al vino y las copas. Muy buenas las croquetas, lo cual, ya dice bastante. La ensalada "diecisiete grados" mejorable. No se merece el nombre del lugar.
Lo que más disfruté fueron los gin-tonics. Gran selección de Gins y tónicas. Los cubren casi todos. (faltaba solo la Tónica KAS-blue tonic). Y tremendos los consejos y conocimientos de Sergio. Un placer probar y aprender de sus sugerencias. El servicio en general muy bueno y agradable. El único "pero", a parte de la ensalada: no mireis al cielo (ya me entendereis si vais y levantais la vista.....)
En general, sitio y gente muy recomendable.

Hemos sido a picar algo el domingo pasado...el local sigue la moda barcelonesa de bares echos de madera con una buena bodega y una cocina bastante variada...los camareros poco profesionales y demasiado informales en comparacion con el local segun mi forma de ver..pedimos unas croquetas y la verdad que estaban muy buenas...una tempura de calamares y verduritas,demasiado blanda la tempura poco crujiente y le faltaba un pelin de sal..un foie con hojaldre y una reducion de algo que ahora no me acuerdo,el foie estaba frio y ademas tenia demasiados nervios debido a su calidad supongo,estaba un poquito frio y demasiada reducion por ser un plato salado..un carpaccio de pulpo que estaba bien a pesar de qe le faltase un pelin de cocion yo creo...el precio algo mas que ajustado,alomejor un pelin caro visto el servicio y la calidad..igualmente tedremos que probarlo otra vez para que nuestra opinion sea clara!!

La pasada noche cené en el restaurante Diecesietegrados. No lo conocía pero tenía muy buenas referencias. No se equivocaban. Para empezar, abrí boca con una tosta de tomate seco, cebolla confitada y queso de cabra...maravillosa! De primero, lo tenía claro: me habían hablado muy bien de los huevos rotos con carne y mojo picón, así que pedí eso. Os lo recomiendo. Lo mejor, sin duda, el segundo. Me decidí por una sugerencia de la semana y comí medallones de solomillo con salsa de setas...La salsa estaba deliciosa y la carne en su punto! Todo, acompañado por un vino tinto Pago de capellanes Crianza. No son muy de postres, pero mi acompañante pidió un postre casero. Si no sabéis dónde ir a cenar un día, os recomiendo que lo probéis. Si vas, vuelves. Yo, desde luego, volveré.

Diecisietegrados es, a partes iguales, una excelente vinoteca y un exquisito restaurante. Nace de la iniciativa particular de dos jóvenes empresarios conscientes de la evolución del mercado de la restauración y, lo que es más importante, de la diversificación de la oferta. El consumidor tiene muchas opciones a su alcance y un paladar cada vez más exigente. diecisietegrados cubre esa demanda de calidad y lo hace con un valor añadido: una amplia oferta de vinos que acompañan a cada uno de sus platos.
El cliente de diecisietegrados puede degustar cualquier vino de la denominación de origen española de su preferencia, mientras sacia su apetito con unos huevos rotos, un rollito de zanahoria, esparrago y bacon en tempura o una cazuelita de bacalao con alioli gratinado, entre otras opciones. Además de cinco sugerencias semanales de mercado. ¿Quién dijo que la comida rápida está reñida con la calidad?. diecisietegrados coge lo mejor de la gastronomía española para confeccionar una carta dinámica, con una variada selección de gustos, aromas y texturas
El servicio y la calidad combaten el apetito de las prisas en una continua carrera contrareloj. Sólo diecisietegrados puede satisfacer un volumen abundante de demanda de comida y al mismo tiempo, saborear la espera con una exquisita copa de vino.
diecisietegrados, es sin lugar a dudas, un restaurante con denominación de origen…

El acontecimiento de este año sucedió en el Diecisiete Grados en el área de Santa Catalina de Palma.
La tarde empezó con una copa (o copas) de Cava!
Más de 40 personas asistieron, algunos eran amigos viejos de Ciudadanos Europeos...
... y algunas eran amigas nuevas.
El alimento era excelente y abundante y como de costumbre una cantidad considerable de vino se consumió.Gozamos también la compañía de representives del Conselleria de Inmigración, dirigió por Sra. Encarnación Pastor Sánchez y por Kate Mentink, Directora del Departamento de Ciudadanos de la Unión Europea. Cuando nuestros miembros están enterados, ambos son partidarios fuertes de Ciudadanos Europeos.
Todos tuvieron una tarde muy agradable y nosotros debemos dar gracias a Gerdamarie y a Doreen que organizaron el acontecimiento y por supuesto al Restaurante Diecisiete Grados.

Mi modesta opinión, que vale como cualquier otra es que el éxito provisional que le vaticino a este restaurante va a ser más bien corto, quizás sea la falta de costumbre de mucha gente de mallorca en la cultura de las tapas (yo soy mallorquín). Si la mitad de sus clientes fuesen españoles peninsulares, la mayoría como va a ser mi caso, no repetirán.

DEL SERVICIO:
Desde que entras por la puerta empieza mi incredulidad y la de mis acompañantes por la falta de atención en el servicio. Nadie te atiende después de estar más de 5 minutos en la barra y cuando al fin consigues que te hagan caso y pides mesa, te dicen que está muy lleno, uf, pués eso ya lo habíamos visto, pero increiblemente es el cliente el que tiene que insistir y pedir que tiempo de espera puede haber, a lo cual nos dicen, después de un rato más de espera que 30', bueno tampoco es tanto si la orientación del sitio es tomar unos vinos ¿no?, pue eso hicimos, tomarnos un vino en la barra y pedir unas tapas que nunca llegaron.
Del servicio de mesa, ni te miran los camareros cuando pasan por tu lado, ya puedes levantar el brazo, que van de un lado a otro sin prestar atención en lo que pasa en la sala, solo atienden una orden por viaje, que desastre de equipo, estos no han pasado por la escola de hotelería. Esta gente no están organizados dado que el local se puede decir que tiene tres zonas, terraza, sala no fumadores y sala fumadores y todos los camaremos atendián todas las salas indistíntamente, así no hay manera.

DE LA COMIDA:
El caso es que al margen de la carta de vinos que es muy correcta, nos pedimos unas patatas bravas y una cazuela de huevos rotos del señorito con jamon y queso curado. Que desastre de patata bravas, las peores que he comido en mi vida, se veía claramente que estaban refritas en un aceite quemado, negruzcas por fuera, la salsa, en parte, consistía en una especie de picadillo de guindíllas con tabasco, poco delicado el invento. Los huevos refritos, es decir, la yema ni la vimos, como si fuera la yema de un huevo duro y lo peor las patatas, acababan de salir de la misma fritura de las bravas y con todas las puntas (eran tipo paja) marrones de haberse pasado con la fritura, restos de patata pequeñita quemada, ahhhhh, un horror, el jamón, las típicas lonchas plastificadas troceadas a tijeretazo límpio sin sabor alguno, venga por favor, que esta gente se pasen por el barrio de la Latina y vayan al Almendro 13 a enterarse de lo que son unos huevos rotos.
De segundo Solomillo "diecisiete grados" ( queso, jamón Ibérico y reducción de Jerez ). La carte muy correcta, en el punto de coción tal y como pedimos (menos mal), ahora bién, la reducción deberían practicar muchísimo más o ir a algún cursillo y poner menos cantidad, parecia una solomillo en una sopa de jeréz, vamos que anulaba cualquier otro sabor del plato pareciendo que estabamos en los postres de lo dulce que estaba todo.

Después de todo, un café del montón y ya no pedimos ni postre. Total 3 comensales 97,69€. No volveremos.

Estuve hace poco y la verdad es que me encanto. De primero comí un micuit de foie que estaba perfectamente presentado (sencillo pero riquisimo) y un rollito de esparragos con zanahoria y bacon en tempura. Lo cual encontre exquisito. De segundo un chuleton a la parrilla, que sirven poco hecho y en una piedra... Y puedo decir, que no sé donde compran la carne pero estaba esquisito. La carta de vinos está bastante recomendable por los precios. Para mí el único fallo fue el café que no estaba como a mi me hubiera gustado. Por los demás, los felicito por la gran labor de hostelería que están haciendo.

He estado en varios restaurantes de la isla y me cosidero un entendido de la gastronomía española,y decir queda de este restaurante que en cuanto al servicio no es el mejor que he recibido pero si valoro la calidad y el precio,teniendo en cuenta que deduzco que diecisietegrados quiere ser una franquicia,el resultado es bueno y quitado de pequeñeces q pueden ocurrir en cualquier restaurante nada malo queda dicho al respecto.
del vino decir que bajo mi punto de vista tiene una extensa y completísima carta de vinos que satisface con creces la necesidad de un buen entendedor,si decir q las condiciones de todos los vinos no son las optimas del todo pero por su precio unitario, mas que notable.
que decir de la comida,he degustado platos en mi vida pero si algo destaca bajo mi punto de vista es la cantidad y la calidad que ofrecen sus platos teniendo en cuenta ,que si no voy errado llegue a contar hasta 56 platos diferentes y 5 sugerencias semanales,la verdad nada mal.enhorabuena por esos maravillosos "huevos rotos" a los que solo le superan los de "la taberna del herrero" de valladolid
el local reune unas condiciones estupendas con un ambiente muy calido y acogedor donde lo que mas me llamo la atencion fue esa extensa barra donde puedes hasta reservar tu espacio para poder cenar.
me gusta reconocer y hacer critica de lo bueno y de lo malo y mi recomendacion para este restaurante es afirmativa.
suerte para el futuro y sobre todo seguir asi
un saludo

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