Restaurante Lola en Berantevilla
Restaurante Lola
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
51,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
-
Nota de cata PRECIO MEDIO:
59 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.9
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Opiniones de Lola
OPINIONES
5

Nos acercamos a este pequeño pueblo alavés a visitar este restaurante. Voy por recomendación de una persona muy fiable en asuntos gastronómicos, alguien que es más “duro” que yo y que si él dice que se come bien es que realmente se come mejor. Gracias Josean.
No me esperaba yo semejante sorpresa. El hecho de ser persona principalmente de cenas me hace perderme muchas veces algunos sitios que merecen la pena, que la merecen mucho.
Ahora que voy cambiando un tanto de costumbres y que de vez en cuando saldré a comer, puedo desplazarme a sitios donde la noche no es la mejor acompañante y hoy ha sido uno de esos días.
Como siempre, me pierdo un par de veces y tengo que utilizar mi “gps” particular que no es otro que preguntar a los lugareños. Siempre llegas y encima haces amigos.
No espera uno entrar por esa puerta y encontrarse semejante comedor. Muy bonito, muy acogedor, muy bien vestido. Amplio, con buenas mesas, con una sensación muy agradable.
El servicio genial, simpático y muy atento en todo momento. El cocinero, Alberto Molinero, que en 2014 resultó ganador del campeonato de cocineros de Castilla y León. Después de lo vivido hoy, no me extraña en absoluto.
Comenzamos muy bien, con dos tipos de pan que a cada cual están mejor. Yo, no puedo evitarlo, me decanto por el de maíz. Riquísimo.
Comienza el espectáculo, comienza su menú Festival:
Aperitivo en forma de vasito con una crema de queso y confitura.
Ensalada de burrata, sardina ahumada y kinoa
Vieira asada, patata trufada y huevas de arenque
Cigala salteada con yema de huevo de corral y migas
Pulpo a la brasa y emulsión de ajo negro
Merluza, crema de coliflor, patara confitada y mantequilla café de París
Solomillo asado al sarmiento con colmenillas a la crema
Cromoterapia naranja (compota de zanahoria, granizado de naranja sanguina y maracuya, helado de yema de huevo y albaricoque y azúcar naranja).
Coulant de almendras y helado de pistacho
. (Me ha recordado a uno de los mejores postres que he degustado jamás. Un fluido de avellana del restaurante Etxanobe de Bilbao).
Todos los platos han estado a un nivel altísimo. No se puede poner pega alguna. Creo que es una cocina sobresaliente.
El vino que he elegido ha sido un Audrey et Christian Binner 2005 Pinot Gris. Vino de Alsacia. Cultivo ecológico. Es naturalmente dulce. Precioso color oro. Nariz a frutas tipo melocotón.
Soy un completo ignorante en el mundo de los vinos. Nos ha gustado mucho pero está más pensado para los postres o para otro tipo de platos. Esas ganas de probar todo lo nuevo que me ponen delante…..
Unos detalles ricos con los estupendos cafés. Sorpresón y de los gordos. Volveremos sin lugar a dudas.
Para ver fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/08/restaurante-lola-berantevilla-menu.html

Segunda visita a este interesante restaurante, donde ofician una cocina de nivel, ofrecen atractivos menús degustación a buen precio, cuidan todo lo relacionado con el vino y cuentan con unas excelentes instalaciones. En esta ocasión pedimos el menú largo, denominado Menú Festival (48€), que consistió en lo siguiente:
-Crema de queso con láminas de hojadre y miel
-Espuma de patata con trufa y láminas de perretxikos
-Ensalada de salmón con queso y cebolleta
-Langostino en costra de arroz verde con infusión de coco
-Cigala salteada con migas y huevo a baja temperatura
-Foie asado con colmenillas a la crema
-Lomo de merluza con calabacin, crema de trufa y topinambo
-Terrina de carrillera y lengua de wagyu
Buen nivel en general, destacando la crema de patata, la cigala salteada, el langostino y la terrina de vacuno.
Como postres nos sirvieron
-Cromoterapia naranja: se trata de un postre a base de compota de zanahoria, granizado de naranja y helado de albaricoque, que resulta muy fresco, a la vez que muy agradable
-Tartaleta de queso con frutos rojos, helado de miel y tofé: sin ser mal postre, resulta sumamente empalagoso, por lo que lo veo poco recomendable para rematar un menú largo.
De su interesante carta, pedimos El Belisario 2004 (49€), un excelente tinto riojano, servido en buenas copas y a la temperatura idónea.

Este restaurante tiene mucho ganado para convertirse en uno de los grandes de la provincia. Le falta pulir un poco su carta que, en mi opinión, tiene platos que deben mejorar o, si no, eliminar. El local es de líneas modernas, con iluminación muy estudiada, el servicio de mesa es más que correcto, las mesas están bien vestidas y la vajilla es de calidad. A destacar también los precios, bastante ajustados, y las raciones, que son generosas. Elegimos el denominado menú de temporada (40€), que, al parecer, cambian cada poco tiempo.
- Terrina de gelatina de foie: el foie estaba tan rebajado que apenas tenía sabor.
- Ensalada de frutos del bosque con virutas de foie y trufa: lo más positivo del plato es su bella factura, pero al paladar no le aporta mucho.
- Colas de cigala sobre migas y yema de huevo: excelente. Lo mejor de la cena.
- Lomo de bacalao sobre torta del Casar: el pescado no estaba bien confitado y, en mi opinión, no maridaba demasiado bien con el queso.
- Lechona ¿asada? con puré de aceituna negra: me dejó indiferente.
- Copa de helado de queso con coulis de frutos del bosque: muy rico, aunque montaje del plato muy simplón.
El apartado del vino está resuelto a buen nivel. Tomamos un excelente Pegaso Laderas de Pizarra 2002, un vino de garnacha de la zona de Cebreros, que ha sido uno de los mejores vinos que he tomado últimamente. Acabamos la cena con un par de cafés espresos, que estaban realmente bien elaborados. Volveremos a darle otra oportunidad.

Alberto Molinero abrió hace unos pocos años este restaurante de cocina creativa, en lo que anteriormente fue un conocido asador de la zona (Asador Lola). Ganó el premio al mejor cocinero de Castilla y León en el año 2007, y el premio a la mejor tapa en Alimentaria 2008. A partir de ahí apareció en Metrópoli y en El Viajero con buenas críticas y, poco a poco, sin hacer ruido, ha ido asentando su cocina hasta convertir su restaurante en una de las mejores referencias de la zona.

El local ha sufrido una remodelación completa y ahora ofrece un marco mucho más acorde con el tipo de cocina que Molinero ofrece. Decoración sobria, elegante, con buena separación de mesas, buena mantelería y vajilla de calidad. Al fondo de la sala se ve la bodega (bien seleccionada, con referencias clásicas y modernas a precios suaves), y una especie de jaula acristalada, con sillones y una mesa, que es la única zona del restaurante en la que se puede fumar.

Atención en sala muy amable, cercana y sin formalismos.

La cocina del restaurante Lola es creativa, sin estridencias, con especial acento en la utilización de buen producto de la tierra. En algunos platos se nota el stage de Molinero con los hermanos Roca.

Ofrece la posibilidad de un menú degustación que, con cuatro entrantes, pescado, carne y dos postres, por 46 Euros es una ganga para lo que ofrece (ya sabemos que calificar de ganga un menú de 46 E., a algunos les parece fatal, pero un menú de esta categoría en Madrid podría rondar los 65-70 E. sin problemas).

En nuestra última visita pedimos a la carta porque el menú tiene que ser a mesa completa:

Aperitivos

Chips de verduras, servidos en una copa de cóctel, muy vistoso. Buena entrada.
Mini corte de foie con pan de especias. Muy bien.

Entrantes

-Cigalitas salteadas con yema de huevo y migas. Un mar y montaña excelente que se ha convertido en un plato clásico de la casa.
-Timbal de foie y manzana caramelizada. De los mejores platos de la comida (y eso que el foie nos suele cansar bastante).
-Bogavante en cocotte con verduras, yema de huevo y crema de setas de pino. Es un plato nuevo en la carta y, aunque nos gustó, nos convenció menos que el anterior. Las verduras estaban al dente pero la mezcla de sabores desdibujaba el sabor del bogavante (que ya era un poco soso de por sí).

Principales.

-Lubina salvaje con verduras. Sabor potente, a lubina de verdad, y muy buen punto.
-Entrecot de vaca gallega a la brasa, tierna y sabrosísima.

Postres

-Cromoterapia de naranja (postre de los hermanos Roca): granizado de naranja y fruta de la pasión, compota de zanahoria, crema helada de yema de huevo y licor de albaricoque. Un mezcla refrescante, golosa y deliciosa.
-Lingote de chocolate y oro. Muy bueno.

Buenos petit fours (pasta, gominolas, taco de chocolate) con los cafés (de buena calidad).

Con un magnífico Marqués de Terán 2004, aproximadamente 50 E. por cabeza.

Muy recomendable.

Enorme restaurante de un tanto tosca decoración, pero muy popular para celebraciones en la zona. Buena mantelería, cubertería y coperío. Carta de vinos rellena de referencias riojanas y alguna otra D.O. de forma testimonial. Buen servicio del vino, adecuada temperatura y self-service. Excelentes entrantes, muy clásicos (foie, ibéricos, ensalada de queso de cabra, carpaccio...), pero con muy buena calidad en la materia prima y en la presentación. Pescados fresquísimos y un chuletón de escándalo muy bien servido y presentado. Buenos postres, pero no lo más destacable. Salimos todos con una gran sonrisa en la cara, adecuada RCP, para repetir. Nos recomendaron evitar las aglomeraciones de los fines de semana.

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