Efectivamente, potencialmente cotidiano. Aunque si por mi fuera pasaría la fase de potencial para ser lo habitual.
Pero uno ya tiene una edad.... jajaja
Hace unos años, cuando quería quemar adrenalina me acercaba al Noguera Pallaresa a hacer rafting, o cogía la moto y me corría la “dos mares” (Port Bou/Irún) por caminos forestales. Poco a poco, la cosa se fue relajando, y casi sin darme cuenta cambié la balsa de rafting por la canoa en aguas tranquilas, y la “Transalp” por los palos de Golf, hasta llegar un momento en que cuando quiero quemar adrenalina me voy al Bar Tomás y me pongo “morao” de bravas con huevos fritos.
El otro día por cuestiones de trabajo tuve que bajar con un compañero a Barna, y llegada la hora de comer entre las opciones salió el Bar Tomás, así que como el otro también tenía el mono de Bravas la cosa no necesitó de demasiada discusión.
A estas alturas todos sabemos lo que es y lo que podemos esperar del Bar Tomás, cualquiera que venga a quí esperando encontrar un maravilloso servicio de vino en un entorno espectacular, que se ahorre la visita y que deje sitio a los demás que hay cola. Aquí se viene a lo que se viene, a comer las mejores Patatas Bravas de Barcelona y parte del extranjero.
No nos hizo falta ni mirar la Carta, teníamos muy claro lo que queríamos:
Para la espera,
Para beber:
La Cuenta
Huevos Fritos con Bravas Bar Tomás de Barcelona
Efectivamente, potencialmente cotidiano. Aunque si por mi fuera pasaría la fase de potencial para ser lo habitual.
Pero uno ya tiene una edad.... jajaja
jajaja.... lo has clavao.
Esto me recuerda anécdota una mucho más bestia de los amigos de un colega hace más de 20 años. Fueron unos 4-5 a tomar tapas a "El tropezón" del Gòtic y decidieron hacer un "simpa" (tendrían 18 años o poco más). Al cabo de un rato de haberse ido se dieron cuenta de que uno se había olvidado la chaqueta de cuero en el respaldo de una silla... Entonces se acercaron con disimulo y se le la llevaron sin que nadie se diera cuenta de nada. Unos campeones, aunque con bastante jeta, la verdad...
Venga, venga, que siempre que contamos salgo así decimos que la ha pasado a un amigo, o al amigo de un amigo, jajaja
Yo solo lo he hecho una vez y hace una jartá de años, un amigo me invitó a una salchicha en la ferias de un pueblo cercano a Girona, y cuando llegó la hora de pagar el mamonazo me dijo, corre, yo me quedé “anonadado” pero ante la tesitura de tener que pagar yo la convidada del otro, pies para que os quiero. Jajaja
Nunca más.
Ja, ja. No, te lo digo de verdad que no era yo. No tengo ni tanto valor ni tanta jeta, aunque ha habido sitios que se lo merecían, aunque no pagar nada me parece muy fuerte. Sí que me ha pasado (y más de una vez!) que nos han dejado de cobrar bastantes cosas... entonces hemos dejado una propina de 2 euros o así, aunque quizá nos han perdonado 6 ó 10.
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