Restaurante Andra Mari en Galdácano
Restaurante Andra Mari
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos, Semana Santa y agosto.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
61 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.2
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.9
RCP CALIDAD-PRECIO
8.0
Terrina de oreja de cerdo con cebolla morada de Zalla
Cigala asada con tuétano atemperado y crema de coliflor
Ostrón sobre escabeche de naranja y manzana
Fresas y helado de queso.
Mollejas.
Foie con crema de remolacha.
Postre
Bakalaos
Pan y txakoli
Opiniones de Andra Mari
OPINIONES
29

Animados por la cantidad de críticas favorables y por numerosas referencias de nuestro entorno, nos decidimos ir a cenar a este precioso restaurante para, si nos gustaba lo suficiente, celebrar un acontecimiento especial un poquito más adelante.

Nuestra idea era probar platos de distintos menús y así poder elaborar uno a nuestro gusto y así se lo hicimos saber a la jefa de comedor, quien estuvo bastante seca diciéndonos que nos teníamos que limitar a la carta (que no tenía casi ningún plato de los menús que nos habían dejado como referencia) y no nos hizo ninguna recomendación aunque se lo solicitamos.

La cena para 4 personas comienza con un txacolí fresquito muy rico, un vasito caliente de sopa de marmitako bastante lograda de sabor (no así de textura) y una anchoa a la vinagreta con piñones que encantó a todo el mundo, todo cortesía de la casa. Lo completan con el pan, de semillas, leña o normal (a elegir) muy ricos también.

Comenzamos con los entrantes que paso a enumerar a continuación:
- Cigalas con kokotxas sobre piperrada
Muuuuuy bien, las kokotxas y las cigalas fresquísimas y con un sabor a ajito muy rico. Un plato con el que es difícil o imposible equivocarse si se tiene buena materia prima, como este caso.
- Terrina de Foie con compota de manzana y gelatina de Pedro Ximenez sobre pan de anís.
Bastante bien, al igual que con el primer entrante, este plato no tiene mucho misterio si el foie es bueno. Los panes de acompañamiento exquisitos, especialmente uno de semillas de sésamo, pero ninguno sabía a anís ¿?
- Risotto al amaranto con bogavante
Insufrible, sabor excesivamente fuerte y textura nada cremosa. Las semillas de pensamiento que lo acompañaban no casaban con el resto de sabores. Frío. Mal, mal, mal...
- Parrillada de verduras
La mejor palabra que define a este plato es insípido.

Tras el primer tropezón, no excesivamente grave, decidimos dar una segunda oportunidad a los segundos platos atribuyendo el desencanto general a nuestra falta de acierto a la hora de elegir los 2 últimos entrantes.

- Lenguado a la meniére
La meniére ni sabía a mantequilla ni a limón y el pescado estaba soso, al igual que el puré de guisantes del acompañamiento.
- Solomillo con ragout de setas
Solomillo pasable, quizá excesivamente hecho para ser 'al punto'. El acompañamiento: verduras picadas sin más y un risotto frío y sin sabor. El ragout de setas brilló por su ausencia...
- Lomo de cordero con mollejitas
Lomo de cordero de pasto, poco hecho para nuestro gusto, con mollejas... de cerdo, empanadas. ¿Pasable?
- Rape en costra de bacon con pulpo
El pulpo a la plancha, muy rico. El resto, no estaba a la altura. Mal.

Los postres siguieron la tónica general: tostadas de crema y helado de nueces con chocolate, que podrían comerse en cualquier restaurante de comida rápida. Y compota de manzana con un toque ligeramente ácido, rica, con helado de queso, bueno también.

En total, unos 65 euros por persona, con un crianza rioja normalito.

Como resumen: la cena no estuvo, ni con mucho, a la altura de un restaurante con el nombre y el precio del Andra Mari. Inexplicables las 2 estrellas Michelín.

Restaurante clásico. Buena materia prima y platos bien elaborados. El entorno es fantástico. Sin servicio de vino. Una pega, hay que ir en coche y eso te corta un poco el disfrutar del vino.

Andra Mari es un clásico y sigue siendo un referente en la gastronomía vizcaína. Estuve cenando, y cuando llegué al precioso caserío de la familia Asúa en Galdácano, me di cuenta que es de esos restaurantes que es mejor ir a comer que a cenar, - debe estar más animado por el día, por la vista, por el sitio,..- pero aún así disfrutamos de una cena compuesta por una fina Sopa de Changurro, magnífica Degustación de Bacalaos (al pil pil, club Ranero y ajo arriero) y de un sabroso guiso de jabalí. El postre, un helado con chocolate y nueces no estaba a la altura. Buena carta de vinos a precios ajustados. Tomamos un fenomenal Cosme Palacio del 2001 a 19 €.

Excepcional, muy recomendable solicitar visita a la bodega. Trato exquisito, un restaurante que en 25 años siempre ha sido una referencia. dispone de comedores privados absolutamente agradables, en especial un comedor para unos 6 comensales al cual se accede por una frente de tonel o kupela y otro en un horreo anexo con mesa redonda.

Simplemente genial. El entorno, la comida, las vistas, la carta de vinos... me encanta este restaurante. Servicio afable y excelente maître. Imprescindible pedir una visita a la bodega y a los comedores de abajo. Es un ejemplo en el que se deberían mirar otros restaurantes

Poco mas q comentar. Estupendo caserio tanto por sus vistas como por su comida. La degustacion de bacalaos es soberbia juntando el club Ranero, pil-pil y vizcaina, y esos hongos al horno (fuera de carta} estupendos. Buena parrillada de verduras, buenas kokotxas de merluza, etc etc etc. Magnifico. En los postres recomiendo las tostadas pero aparte pedir un plato de quesos, merece la pena.
Buen servicio del vino y buena carta, con unos margenes bastante ajustados.
La verdad es q merece la pena la visita.
Volvere.

Parada indispensable de paso por la zona, e incluso, si se pasa cerca, vale realmente la pena desviarse algún kilómetro, para deleitarse con tan magno restaurante y tan gratificante experiencia!
A mi, particularmente me encanta y no es la primera vez que voy, aparte de las impresionantes ventanales y su privilegiado emplazamiento desde donde se divisa todo el verde valle vasco y de sus relajantes vistas, el local transpira serenidad y gusto por la gastronomía, impresionante los bacalaos, buenísimo el Txakoli, riquísimos los Perro chicos y todas las setas en cada temporada, el Txangurro, la carne, el pescado, la repostería, muy buena la bodega, verdadero cuidado y mimo en el trato al vino.
Servicio profesional y atento.
De precio, como no podía ser de otra manera, es algo caro (la calidad se paga) pero esta es una de esas ocasiones en las que no solo vale la pena el homenaje, sino que a ser posible, se redondea y remata la faena con copa y puro!
Muy Recomendable!

Muy bueno, con un servicio simpático. Buen precio.

Maravilloso restaurante situado en un típico caserío Vasco asomado al valle del Ibaizabal. Todo en el es gratificante, entorno, cocina, cuidado del vino, servicio... Dirigido por Roberto Asúa, hombre sencillo y cordial que conoce por experiencia y años los trucos de la cocina Vasca contemporanea. Andra Mari es uno de los mayores centros del bacalao en Bizkaia (incluso superando en algunas preparaciones a clásicos de este pescado como Guria o Gaminiz).Productos de temporada. MAGNÍFICO!!!

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