El lunes por la noche, decidimos ir a cenar, al restaurante Ses Forquilles, gastrobar a la moda en la capital menorquina . El local está situado en el centro de la ciudad. En la planta baja hay una barra de tapeo y en el primer piso un pequeño comedor con 5 mesas cuadradas para dos personas y una circular para cuatro comensales mas un pequeño comedor con otra mesa. El restaurante estaba casi lleno.
El ambiente es joven y desenfadado.
El servicio de sala y del vino lo hace la misma persona, al menos ese dia, y es agradable y profesional.
El comedor esta decorado con diferentes cuadros de pintura moderna que están a la venta.
Las mesas, están correctamente vestidas y bien separadas las unas de las otras. Las copas son correctas.

Optamos por degustar los platos y uno de los vinos recomendados del dia. Lo compartimos todo.

Empezamos con

Cucurucho de calamares buen producto, pero un poco aceitosos
Fingers de berenjena con romesco correctos, no estaban mal.
Espárragos trigueros en tempura con romesco buen calibre, pero un poco viejecillos...
2 Chupa chups de sobrasada con miel presentación original y buen sabor

Seguimos con

Gambas de Maó a la sal Buen producto, pero los decápodos no estaban en su punto ideal de cocción, un poco demasiado hechos
Lechona deshuesada y asada a baja temperatura (12 horas de cocción) Buena pero un poco seca, curioso tras 12 h de cocción...

Como pan tomamos coca de vidre, con tomate y sal, bueno.

De postre , lo siento, pero no recuerdo lo que compartimos y MC tampoco puede ayudarme, por lo que imagino que no fue trascendental.

Regamos la cena con un cava Nadal Brut Reserva 2008 DO Penedès a base de Parellada, Macabeu y Xarel-lo, que no estaba mal, sobre todo teniendo en cuenta que pagamos la botella a 16,50 €.

Terminamos con 2 cafés.

Pagamos 44,75 €/persona. RCP baja. Por el precio que pagamos no nos convenció, hay opciones mucho mas interesantes. Ni lo recomiendo ni volveremos.

Visita apuntada por el amigo Raúl cc. Fue el sábado a comer. Día lluvioso por la isla, así que aprovechamos para visitar la ciudad de Mahón.

La decoración de la casa, me gusto, rustico pero trabajo con ganas.

Mantelería, cubertería, cristalería y vajilla muy buenas.

Para comer tomamos:

- aperitivo de la casa: Grisines con queso, se notaba que lo habían preparado ellos, pues el queso estaba con un color de horno casero y ni el típico churrascado de panificadora.

- Coquetón de pollo y jamón (que color tenia los daditos de jamón) sabrosa y de buen calibre (como muy bien indicada su nombre)

- Mini pita de secreto ibérico, parecía que el cordero hubiera estado macerando horas con la salsita (si lo llego a saber pido 2)

- Coca de guacamole con salmón marinado con Gin Xoriguer: Algo falto de gracia, la presentación muy buena y el recuerdo que tengo es que la masa de la coca era excelente.

- Brocheta de solomillo de ternera con mascarpone y salsa Café Paris, la mezcla de texturas era deliciosa.

- 1/2 ración de tataki de atún con emulsión de soja y miel. El bichito tenía una calidad considerable, pero la miel no se encontró.

De postre: Chocolate en texturas, no soy muy goloso

De beber:

-1 agua grande
-2 copas de vino ( ojo, a 2,20€, algunos podrían aprender!!)
- manzanilla
- poleo

Llamamos un día para cenar entre semana y nos resulto imposible, me quede con ganas de seguir probando cositas.. creo que es un local mas que recomendable si visitas la isla, sorprende en todos los sentidos.

Por cierto la nota fue, 54,50€

Adjunto alguna foto

Restaurante moderno de tapas-platos, se pueden tomar en varias barras o en mesas, ambiente informal, nombres de los platos originales y divertidos, los platos calientes se montan en la barra-cocina de abajo y los fríos en la de arriba.
Buena selección de vinos, carta limpia no muy larga pero si muy bien seleccionados, con vinos por copas, vinos recomendados...

Creo q ha sido el único local q hemos repetido este verano, la primera visita sin reserva, nos atendieron en barra y luego nos colaron a una mesa, la segunda quisimos reservar y nos dijeron q estaba completo, pero le dije q me alegraba mucho, pero q de todos modos iría...

Lo q más me gusto lo ordenare por orden.

Steak Tartar, especialmente a Cecilia q me dijo q no salia de menorca sin volverlo a probar...
Coca de pulpo a la brasa, masa ligera y sabor intenso.
Quesos, aqui un local se la juega y demuestra si se entretiene en seleccionar, aprobados con nota.
Nuestras bravas, otro plato q demuestra la personalidad del local y otro plato aprobado cuadraditos de patata y cada trocito su mahonesa y su salsa brava, en un plato de los de pizarra, bonito y sabroso.
Ensaladilla rusa.
Croqueton de pollo.
Buñuelos de bacalao.
Chupa chups de sobrasada.
Crujiente de manitas.
Y Mini pita de secreto alguno tiene q ser el último, pero me gustaron todos.
El primer día tomamos vino de Menorca creo q se llamaba 600 metros sencillo, correcto.
También nos sacaron licores de la isla y charlamos algo sobre vinos.
El último día volvimos por repetir el steak y pq visto lo visto es una de las mejores opciones de Mahón.

hemos ido un par de veces, pero siempre mediodías, local donde se puede comer en la barra y en las mesas de al lado de la barra o en las de la bodega,( x cierto, muy bien surtida), no se complican la vida; mantel individual de papel, al igual que las servilletas, pero con copa riedel si pides vino o cerveza( buen detalle, aunque algo pequeña), el servicio( cocina y sala) un poco lentos, y yo recomendaría hacer unas tapas de la pizarra antes que comer el menú, que para mí en cuanto a calidad-precio flojea un poco... las tapas no es que sean precisamente baratas, pero están muy bien ejecutadas e ideales si quieres comer algo "diferente" en mahón, en fin, buen restaurante de tapas elaboradas...

Soy cliente habitual de este restaurante desde su inauguración y corroboro todo lo expuesto por Iñaki Blasco en el anterior comentario.

Profesionalidad y buen hacer por parte de Oriol, Raquel y Marco respondida por la clientela que llena a diario. Marco en la cocina destila buen gusto, versatilidad y adaptación total a los gustos del cliente actual. El servicio de sala corre a cargo de Raquel una excelente profesional que denota amor por su trabajo y por el mundo del vino. Oriol reina detrás de la barra con autoridad y maestría en la elaboración de interesantes picoteos.

Excelente relación calidad-precio en el menú mediodía. Disponen de 3-4 vinos por copas (Viña Sastre, Es Caus, Baigorri,etc..). Buena selección en la carta de vinos a precios razonables.

Imperdonable no haber comentado todavía Ses Forquilles ya que frecuento asíduamente el local y pienso es un lujo en Mahón. Cocina creativa y de materia prima, con guiños a algunos productos locales. Buena elaboración y presentación. Puedes tapear en la barra, comer un menú al mediodía (16€), o disfrutar de un menú degustación de excelente calidad(sólo noches en el comedor del piso superior). Aún recuerdo aquella gamba de Menorca con humo y trufa...
Vinos a copas, carta de vinos amplia y equilibrada, y cristalería Riedel. El servicio es joven y dinámico. Raquel, Oriol y Marcos forman un excelente equipo.
Muy recomendable; imprescindible si estás por el centro de Mahón.

Estuvimos el pasado septiembre, fuimos a probarlo, despues de los buenos comentarios que vi en Verema, y la verdad es que fué un verdadero DESASTRE, estuvimos esperando mas de media hora en la barra de la entrada tomando algo, y despues nos sentamos a la mesa, y esperamos media hora más para que el camarero nos trajera las cartas de mala gana, pero dada la hora que era esperamos con resignación. Después nos trajeron los platos, y parecian recalentados al microondas, el pescado estaba seco y las ensaladas sin ningún tipo de gracia. Quiero pensar que tuvieron un mal día.

Tras lamentar la perdida de Sa Vinya (Es Castell) logramos descubrir el nuevo local de su antiguo propietario. Situado cerca de la Esplanada de Mahon, este nuevo restaurante, con un estilo distinto del anterior (aquí no se tapea se come de verdad...) es realmente digno de visitar. El morro de bacalao un 7/10, el carré de cordero un 8/10 pero lo realmente increible fue la greixonera (bocato di cardenale). El servicio de vino un 9 (no le doy un 10 porque me fallo con el Viña Mein), y el servicio de sala un 10. MUY MUY RECOMENDABLE.

Descubrimiento por casualidad. Buscando un lugar para desayunar por el centro de Mahon, tarea que no es fácil, hemos encontrado esta joya que dará que hablar. Lleva poco más de un mes abierto. Hemos empezado con un desayuno basado en una flautita con un jamón ibérico excelente y una coca con roquefort y jamón york bocata di cardinale regado con una copa (Riedel, por cierto) de Luis Cañas Reserva 98 (2,35€). Un inicio así de día, nos ha animado a reservar una mesa para la comida. Y sin duda ha sido una gran decisión, ya que la comida es de lo mejorcito que hemos comido en Menorca en toda la vida. Un mi cuit al punto, un carpaccio exquisito, un steak tartare que recordaremos, un risotto excelente y una rabo de buey deshuesado, delicioso. Todo ello forma parte de un menú a 14€ más vino. Por cierto hemos elegido un Propiedad Remondo del 98 que estaba al punto de temperatura (20€).
El servicio joven y muy bien dispuesto, con simpatía y saber hacer. Merece la pena un viaje a Menorca.