Antigua fonda que data de 1922, remozada en 2010 (un poco ikeizada y que ha perdido el ambiente de fonda típica que tenía antaño, para mi gusto) y que siempre está a tope y nunca defrauda. Lugar de referencia en cuanto a cocina tradicional en la comarca del matarraña en un pueblo precioso, Calaceite.
Me sorprendió sin embargo que sólo oferten dos menús de 18 y veintipico euros además del menú infantil, pues antes tenían una carta más extensa.
Los menús con 4 o 5 primeros y otros tantos segundos de cocina tradicional de la comarca (en otras ocasiones tenían propuestas más técnicas y "modernas").
El plato más famoso de la casa son las alubias con arenque o arengada: una sardina de bota frita que se sirve aparte en el aceite de la fritura para que el comensal la desmenuce y mezcle con las alubias, suaves y mantecosas que sirven a demanda hasta que dices basta. De segundo pedimos costillas de cordero a la plancha, ricas y perdiz en escabeche, otro estandarte de la casa que estaba muy buena.
Ignoro qué fue del faisán que antaño ofrecían en carta o de los deliciosos corderos de la zona al horno, pero la verdad es que tampoco se nos ocurrió preguntar.
De postre destacar el mostillo, un dulce espeso típico de la zona hecho con vino, nueces, e higos, muy agradable.
Para beber, 2 botellas (4 personas) de Lagar de Amprius un excelente vino del bajo aragón, de la localidad cercana de valderrobres, de garnacha tinta, denso y frutal, muy goloso.
Estabamos de fin de semana por la zona y nos recomendaron el sitio para comer. Menos mal porque por su aspecto exterior no habriamos entrado. Comimos en plan práctico. Muy bien.De vino escogimos un Llagrimes de Tardor Crianza 04 que nos sentó de categoria.
Efectivamente, es un sitio que frecuento (cada 4 o 5 meses) ya que durante mucho tiempo era lo único que conocía por la zona. Está al borde de la carretera y es un local más, ruidoso y lleno al que la gente del pueblo va a comer el fin de semana. En principio nada lo haría más recomendable que cualquier otro bar.
Sin embargo, ha sido recomendado muchas veces (innumerables pegatinas) por guís del páis y otras editoriales, y es por la excelente calidad precio (que últimamente ha bajado).
Tal y como comentan, judías blancas con sardina, chuletitas rebozadas, longanizas, guisos, perdiz y conejo y comida de la zona, yo siempre con vino tinto (ví negre) de la cooperativa y aceitunas de aperitivo.
Si vais por la zona, comida recomendable a falta de otras indicaciones de personas más expertas.
Fonda en la carretera. Local grande, ruidoso y lleno.
Es una casa de comidas de toda la vida, para disfrutar de una cocina bien hecha, muy honrada y sin pretensiones. Servicio rápido y profesional. Manteles de tela. Menu del día y carta con platos típicos de la zona. Ternasco, manitas de cerdo, perdiz, faisán, codornices o arroz con tordos. Carta de vinos más que aceptable para un sitio de éstas características, con referencias de la zona(Terra Alta, Calatayud, Cariñena...), servicio del vino inexistente y copas de duralex altas.
Nosotros tomamos: fessols tous(alubias blancas) con sardina salada y escalibada con pate de aceitunas negras, de primero; y cabrito rebozado y longaniza de aragon con patatas fritas (de las de verdad) de segundo. De postre, helado de orchata con membrillo, y mostillo. Todo estaba buenísimo. Vino, Llàgrimes de Tardor, y vino rancio de la casa, de cortesía. Cafés. 20 euros por persona.
Vale la pena.