Restaurante Europa (Hotel Europa) en Pamplona / Iruña
Restaurante Europa (Hotel Europa)
País:
España
Provincia:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
69,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
75 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.3
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.9
cordero lechal
merluza con cigalita crujiente
ensalada de bogavante
Opiniones de Europa (Hotel Europa)
OPINIONES
6

Comenzamos un mes de febrero que nos llevará a conocer sitios nuevos. Esta primera parada, Pamplona. El sitio, Hotel-Restaurante Europa.

Salimos el sábado, Mila, un servidor y dos pequeñas fieras con ganas de comerse el mundo. Día de lluvia, viento y fresco. A nuestra llegada, nos recibe Pamplona con lluvia, viento y frío.

La ubicación, perfecta. El hotel, con parking lo cual facilita la vida. Damos una vuelta por la zona para ir haciendo tiempo a la cena. Tomamos algo en el bar que hay justo al lado, para no volver a entrar.

Llega la hora y vamos al restaurante. Amplia mesa redonda para los cuatro. Teníamos preparado un menú degustacion, pero hablando con la jefa de sala decidimos posponerlo para otra ocasión e ir a carta. En la bebida decidimos también modificarlo para darnos un capricho loo en forma de Gramona Imperial III Lustros.

Ojeamos la carta y lo tenemos claro. Más claro lo tenían las fieras, huecos con patatas. Decían ser de los mejores en toda la historia gastronómica que llevan a sus espaldas. Les sacaron a cada una dos huecos con patatas y, por si querían más, al centro una pequeña ración de patatas. No dejaron ni los restos.

Como aperitivo, una rica croqueta sobre roquefort y un puré de calabaza con huevo que a todos nos encantó. A las pequeñas las pusieron a parte dos croquetas.

Ya en faena, pedimos como entrantes:

- Huevo a baja temperatura con un rebozadomde cereales y acomodado en un puré de patata. Realmente bueno el plato!

- Ravioli relleno de espinaca y vieira al horno. Excepcional es quedarse corto!

De segundos:

- Mila se decantó por un lenguado, totalmente limpio, con crema de centolla. Probé un poco y estaba que te pasabas de bueno!

- Despues de sopesarlo mucho, me decanté por el rabo de buey deshuesado. Perfecto y acierto de pleno!

Teníamos aún hueco en el estomago para algo más. Las pequeñajas se relamieron con un buen helado de chocolate! Revise los postres y me fuí derecho al queso! Eso sí, elimine la torta de Casar, el Roquefort y todas las mermeladas. Acerté, la ración con tres variedades y su pan tostado ya era contundente.

En definitiva, cenamos de maravilla! Eso sí, no sé si nos cobrarían de menos. Teníamos la invitación a los menús. Añadirle los platos de las pequeñas, que el III Lustros valía a casi 60€... total que tuvimos que abonar escasos 40€ para compensar la diferencia.

Un sitio muy a tener en cuenta en esta ciudad!

Situado en el hotel Europa se encuentra este restaurante galardonado con una estrella michelín y donde la familia Idoate, comandada en cocina por Pilar, trabaja estupendamente la materia prima y la cocina tradicional.
Un comedor amplio, con mucha luz, mesas de excelente tamaño y estupendamente vestidas. Las opciones son varias, con algunos menús especiales pero la compañía de hoy hace que la mejor solución sea elegir de su carta. Muy buen servicio, correcta atención y pendientes sin agobiar en ningún momento.
Estamos donde estamos y creo que lo lógico será pedir un vino navarro y concretamente nos lanzamos a por un blanco Palacio de Otazu Chardonnay 2009, fermentado en barrica.
Contrariamente a lo que esperaba, tiene, para mi gusto, casi demasiada “fruta”. La madera poco presente y eso hace que Aran disfrute y yo no tanto. Es cuestión de gustos. Quede claro que el vino está rico.
Nos ofrecen unos aperitivos en forma de un rico crema de verduras, una patata asada con salsa rosa que tiene un agradable toque picante y un langostino rebozado que está riquísimo.
Unos panes de los que me encantan, uno blanco y el otro de cereales que a medida que ven que necesitas, reponen sin problemas.
Comenzamos con una ensalada de bogavante para compartir pero que nos emplatan individualmente. La lechuga está como me encanta, con sabor a la de siempre, con vinagreta potente. Muy buena materia y en cantidad.
Como no podía ser de otro modo, mi compi se decanta por la carne, un solomillo de ternera del Baztan a la parrilla con foie asado y dados de panceta confitada crujiente. La carne está que se derrite. A pesar de ser ternera tiene mucho sabor. Lógicamente yo me he tenido que comer el foie que si lo hubiese hecho con los ojos cerrados bien pudiera haber pensado que estaba comiendo tocino ibérico. Cojonudo.
Yo, iba a decantarme por el tataki de atún pero me han recomendado el rape ahumado con salsa de cebolla y tampoco es cuestión de discutir. Lo más gracioso ha sido que al final una que yo se me ha terminado comiéndose dos de los tres trozos de pescado y yo media ración de solomillo. Si es que………. lo sabía. El pescado muy rico, quizás la ración un poco reducida para su precio. Sin pegas en calidad.
Tenía necesidad yo de beber algo menos “floral” con la carne y hemos pedido un par de copas de cava que por cierto no nos han cobrado.
De postre Arantza se ha ido de cabeza a por la torrija de brioche con helado de leche de oveja. Estaba impresionante. Golosa cien por cien. Jugosa. Riquísima, de las mejores que he probado jamás. Y he probado.
Yo me he decido por un surtido de quesos compuesto por: Idiazabal ahumado, Pastor de Legasa, Bavaria blu y Parmigiano Reggiano. Acompañado de higo verde, membrillo y nueces. Todos a muy buen nivel y por fin, aunque en reducida cantidad, los he probado con la mermelada de higo que es una maravillosa compañía.
Aparece ahora el sumiller con una botellita de otro vino navarro que realmente está muy logrado y que tiene un sabor claro. Un moscato de Ochoa MdO. Definirlo es fácil: Moscatel, moscatel excelente y además sin esa burbuja exagerada. Este vino es un muy buen vino de postre. Diría que casi “demasiado fácil” de beber.
Con el café y la infusión nos ofrecen unos “remates” dulces que podéis ver en la foto. Chocolate, galletas, teja….. a cada cual más rico. No puedo evitarlo, ni quiero y me fumo un cigarrito en el balcón que da a la calle Estafeta. Me imagino allá por el 8 de julio aquí asomado….. un lujo.
El total abonado han sido 138 euros que por el entorno, la comida, la calidad y el servicio me parece un precio nada exagerado.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/04/restaurante-europa-irunapamplona-gora.html

Restaurante clásico que conozco más de 20 años, salón acogedor sin más, bien atendido y donde destaca la materia prima, bien servida y tratada con honestidad. A decir verdad tras comer al mediodía en un asador de la ciudad su correspondiente chuleta y cogote de merluza, no nos quedaban demasiadas ganas de apretar, pero el comer y el rascar, ya se sabe...
Entradas consistentes en pimientos de piquillo asados con acompañamiento de tocino de bellota frito, ensalada de bogavante y croquetas exquisitas, para luego disfrutar de un solomillo espectacular (que tuvimos que devolver al corral por estar muy hecho, todo ello sin el más mínimo gesto de desaprobación por parte de la jefe de sala, quien aconsejó el cambio de forma profesional). Postres dignos de la repostería navarra.
Para beber un vino de jumilla de Casa Castillo y terminamos con un Pintia que estaba de miedo.
Una referencia de calidad en Pamplona desde hace años. Recomendable 100%

Comenta mi lado femenino...

Cena para tres en este hotel de ambiente agradable si bien algo ruidoso de más.
De entrantes probamos la ensalada de bogavante y la patata con foie y trufas, ambos platos estaban muy buenos, especialmente recomendable la ensalada de bogavante, ya que te servían un bogavante troceado con una vinagreta dulce muy rica.
De los segundos, el taco de solomillo tenía como toque especial el estar relleno de foie, sin embargo no está ni mucho menos entre los mejores solomillos que he probado ya que no me pareció muy jugoso. Probé el cochinillo confitado, todo un acierto, ya que estaba crujiente por fuera, blandito por dentro y con un sabor realmente muy rico.
Buena carta de vinos, con referencias sobre todo de la región pero con algún representante de otras denominaciones. Pedimos Valtosca servido a temperatura perfecta; el servicio del vino fue bueno.
Los postres fueron lo mejor de la cena, particularmente la torrija caramelizada con helado de almendras, realmente espectacular. También probamos el bizcocho de chocolate relleno de chocolate fundido con helado de menta, para el que hay que avisar al principio de la comida, también muy bueno, si bien se trata de un postre más habitual. También probamos la Creme brûlée con helado de yogurt griego que era más ligera que el resto de los postres, bien, aunque nada comparable con la torrija.

Un restaurante de los de estar a gusto.
Buen local, buenas mesas, espacio y mejor servicio. La directora de sala tiene un perfecto dominio de la situación.
La carta, que figura publicada en internet, es muy completa, con platos tradicionales junto a otros de carácter mas general.
La carta de vinos muy completa y equilibrada. Yo me dejé aconsejar y me recomendaron un vino blanco navarro, que fue muy bien con el menú degustación que tomé. Precio del vino 15 euros.
El menú degustación cuesta 62 euros y casi no me lo pudeterminar, no por el número de platos, sino por el tamaño de las raciones.
Excelente relación calidad precio,para un restaurante con estrella Michelín.

http://www.ojoalplato.com/archives/2096

  • cordero lechal

    cordero lechal

  • merluza con cigalita crujiente

    merluza con cigalita crujiente

  • ensalada de bogavante

    ensalada de bogavante

Uno de los mejores restaurantes de Pamplona, donde la cocina clásica navarra se presenta de forma actualizada y elegante. Muy logrados el bacalao ajoarriero, las pochas, los pimientos asados, los callos con morros y un largo etc. Producto de cálidad en todos los platos. En esta ocasión pedimos el menú degustación (58 euros): 7 platos, casi todos de fórmulas muy cosmopolitas. Nos nos hizo mucho tilín. Para no equivocarse, cocina regional, donde lo bordan.
El local es clásico y elegante, y el servicio bueno. Buena carta y servicio de vinos. 2 menús+guelvenzu evo+ 1 copa de venerable: 170 euros.

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